El San Juan de Dios: el nuevo caballito de batalla de Petro contra Claudia López

Desde que el exalcalde Gustavo Petro rompió cobijas con la alcaldesa Claudia López, porque ella decidió continuar con la primera línea del metro elevado para Bogotá, se ha convertido en su mayor crítico.

Se ha vuelto frecuente que él cuestione la forma como ella lleva las riendas de la ciudad y es bien común que ambos terminen protagonizando discusiones por las redes sociales. Petro quería que Claudia descartara el metro elevado y reviviera el metro subterráneo. Sin embargo, como lo prometió en campaña, la alcaldesa continuó con la obra que Peñalosa dejó adjudicada.

En los últimos días, Petro y Claudia han vuelto a discutir, esta vez por el legendario hospital San Juan de Dios.

A través de su cuenta de Twitter, el senador le pidió a la alcaldesa que ponga camas de cuidados intensivos en ese hospital.  “Claudia López, antes que los hospitales actuales tengan que hacer triage, escogiendo quién queda en una cama de cuidados intensivos y quién no con su posible muerte, ponga camas de cuidados intensivos en el San Juan de Dios que está listo para ello”.

También trinó: “Claudia firmó el 15 de febrero un contrato de demolición de un patrimonio histórico, el San Juan de Dios, y su reemplazo por un edificio nuevo privatizado y operado por la firma Copasa, que fue sancionada en el Perú por presentar documentos falso, cuando la epidemia azotaba a China”.

La mandataria de Bogotá le respondió: “Gustavo, tuviste la visión de recuperar el lote del San Juan de Dios, pero lo dejaste sin un solo servicio ni cama. Enrique hizo los estudios/Pemp y consiguió la plata para construir un hospital allí. Nosotros continuaremos la construcción. Usa tu twitter y liderazgo con sabiduría”.

El exalcalde ya venía trinando hace días sobre el tema. Dijo que “mientras China construyó en cuestión de días hospitales para tratar la pandemia, en Bogotá, Peñalosa y la actual administración aprueban demoler un hospital con instalación para 38 camas de cuidado intensivos”.

En otro trino agregó: “Los contratistas que demolerán el San Juan de Dios recibirán 400.000 millones de pesos para hacer y administrar el nuevo hospital privado. La restauración completa del monumento histórico prestando servicios de salud vale 360.000 millones”.

A la discusión también entró María Mercedes Maldonado, quien trabajó con la administración de Petro. En un hilo de Twitter dijo que Peñalosa no hizo los estudios para el Plan Especial de Manejo y Protección (Pemp) del San Juan de Dios, sino que los contrató el gobierno de Petro, y la Universidad Nacional los entregó en julio de 2015. Agregó que con la resolución 3626 de 2017, Peñalosa habría modificado ese Pemp “para poder demoler” el edificio.

Maldonado reconoció que Petro “hizo la importantísima gestión de adquirir para la ciudad el complejo hospitalario San Juan de Dios y adecuó a la carrera el edificio de urgencias”. Sin embargo, también aseguró que el exalcalde “inició algunas adecuaciones sin seguir las prioridades del Pemp y que el edificio central no estaría listo para servir de unidad de cuidados intensivos y superar la eventual crisis del coronavirus”.

Por último, Maldonado cuestionó que “Peñalosa haya decidido meter la inusitada suma de 500.000 millones a un solo hospital, mientras la recuperación del complejo San Juan de Dios estaba estimada en 750.000 millones”.

¿En qué va el proceso de renovación del San Juan de Dios?

Cuando se habla del Hospital San Juan de Dios se hace referencia a un complejo hospitalario de 24 edificios con una extensión de 130.000 metros cuadrados, ubicado en el centro de la capital. Este fue declarado bien de interés cultural en 2002 y por lo tanto a los edificios no se les puede hacer una intervención que los afecte. 

Efectivamente, en febrero pasado, la alcaldesa Claudia López firmó la adjudicación para que se inicie la construcción del hospital en uno de los 24 edificios del San Juan de Dios, un contrato que había quedado listo para licitar y que venía de la administración de Enrique Peñalosa.

El edificio que será demolido es la torre central donde operará el nuevo hospital, el Santa Clara, para el cual se aprobaron 507.000 millones de pesos en vigencias futuras. Este edificio no tiene afectación al patrimonio, por lo tanto puede intervenirse. Pero, además, es necesario que sea intervenido porque de otra manera no se podría disponer de una unidad de cuidados intensivos y mucho menos operar un centro médico de último nivel, como se tiene planeado. En cuanto a las acusaciones de Petro sobre la empresa que construirá, las autoridades harán las revisiones correspondientes.   

El Santa Clara contaría con 400 camas y los más modernos equipos y servicios del país. Para que pueda abrir sus puertas faltarían cerca de cinco años más. Los 507.000 millones de pesos también incluye la construcción de un Centro de Atención Prioritaria (CAP), para el que también se tendría que demoler una bodega, que tampoco hace parte del patrimonio. 

Los demás edificios que sí son patrimoniales, por orden judicial, tienen que ser recuperados. Cada año la capital pondrá cerca de 17.500 millones de pesos y la nación otros 17.500 por un periodo de 20 años y bajo los lineamientos que dictaminó el Pemp, la herramienta que precisamente vigila que no haya afectación al patrimonio. En la administración de Peñalosa, bajo la gerencia de Úrsula Ablanque, se inició la fase cero de ese Pemp. Esta consistió en adecuar las redes eléctricas del complejo. Además hicieron primeros auxilios a inmuebles en riesgo, habilitaron algunos edificios y sanearon el predio legalmente. Lo que le tocará a la administración de Claudia López es iniciar la construcción del San Juan de Dios y continuar con la restauración de los edificios que están protegidos como patrimonio. Los próximos cuatro alcaldes que vengan tendrán que terminar la tarea. 

Hoy en este complejo ya funciona un CAP, un centro dermatológico y un maternoinfantil. A futuro se podrían abrir otros centros relacionados con la salud. Existe la propuesta de que allí opere a futuro la Facultad de Medicina de la Universidad Distrital, que existan farmacias, laboratorios, entre otros.