Condenado hombre que mató a su hijastro en Bogotá y huyó a Estados Unidos para pedir asilo político

El 19 de enero de 2023, un niño llegó al hospital del Guavio, en el suroriente de Bogotá, con graves heridas, lo torturaron en su propia casa y el responsable era su padrastro, el hombre que lo tenía bajo su cuidado. El niño murió en el hospital y el padrastro fue capturado, como no hubo flagrancia, un juez lo dejó en libertad.

El caso provocó la indignación de la comunidad y el padrastro huyó. Atravesó medio país para internarse en las selvas del Darién, sumarse a la caravana de migrantes que llegaron a Estados Unidos y en la frontera se entregó a las patrullas fronterizas con un argumento falaz: que era un perseguido político y necesitaba un asilo.

Estuvo en los centros de detención de Texas y mientras revisaron los antecedentes o requerimientos judiciales, se percataron de que, en Colombia, era buscado por el homicidio del niño. La Fiscalía, en la seccional de Bogotá, fue notificada de la ubicación del hombre y de manera inmediata se adelantaron los trámites necesarios para lograr su deportación.

“El Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses determinó que la causa de la muerte era maltrato infantil severo. Los exámenes realizados evidenciaron hematomas y heridas que no correspondían a una caída”, señaló en su momento la seccional de fiscalías en Bogotá.

La versión de la abuela de la víctima fue fundamental para los investigadores. Ella indicó que la madre y el padrastro le entregaron al niño envuelto en cobijas y le aseguraron que se había caído. La Fiscalía logró determinar que la historia de horror obligó al asesino a escapar, con la misma ruta usada por los traficantes de migrantes por el departamento de Chocó.

“Al sentir que había sido descubierto, el señalado agresor -presuntamente- contactó a una red criminal y escapó por el Tapón del Darién hacia Panamá, por lo que Interpol emitió una notificación azul en su contra. Luego de tres meses de travesía por Centroamérica, se conoció que esta persona habría entrado irregularmente a Estados Unidos”, señaló el ente acusador.

Los estudios de necropsia que adelantó Medicina Legal, al cuerpo del menor, fueron determinantes a la hora de establecer la responsabilidad del asesino y la forma violenta en la que golpeó al menor, solo porque este lloraba en ausencia de su madre. El dictamen forense resultó aterrador y clave para lograr la condena en su contra.

“Al parecer, el hombre no soportaba que el menor de edad llorara y una noche le propinó patadas indiscriminadamente, con el cable de un cargador de celular lo golpeó en diferentes partes del cuerpo y le infligió dolor y sufrimiento físico de múltiples maneras”, señaló la Fiscalía, luego de la imputación de cargos.

Después de más de un año, la Fiscalía logró demostrar, en juicio, la responsabilidad que tendría el hombre en los hechos de violencia que derivaron en la muerte del menor y, ante los jueces de conocimiento, lograron una sentencia condenatoria en su contra por el delito de homicidio agravado.