Mujeres wayuus caminan vestidas de rojo y una de ellas lleva las cenizas de Lus Delys Pérez, cuyo cuerpo fue cremado. | Foto: Archivo Particular

NACIÓN

Pruebas negativas de tres wayúu cremadas encienden protestas de la etnia

Representantes de las autoridades tradicionales insisten en la necesidad de un protocolo diferencial que respete su cultura y sus costumbres indígenas.

20 de mayo de 2020

La discusión sobre la disposición final de los cuerpos de los miembros de la comunidad wayúu que fallezcan por causa de la covid-19 tomó más fuerza luego de que se conociera el resultado negativo de las pruebas de tres mujeres, cuyos cadáveres fueron cremados bajo sospecha de haberse contagiado.

En respuesta a esto, familiares, amigos y diferentes miembros de la comunidad han realizado protestas simbólicas en diferentes municipios de La Guajira. Y las autoridades tradicionales y líderes wayúu publicaron un manifiesto en el que pidieron al Gobierno nacional un protocolo diferencial en salud y rechazaron los casos de cremación de Luz Delys Pérez, Mauricia Apushana y Dubilma Morales.

El caso más reciente fue el de Luz Delys Pérez Zúñiga, de 30 años, perteneciente al clan Pushaina (del resguardo Alta y Media Guajira), quien falleció en la Clínica General del Norte de Barraquilla, al presentar graves problemas respiratorios. Y aunque la familia argumentó que sufría de un cáncer linfático, su cuerpo fue cremado bajo sospecha de la covid-19. Igual sucedió con el cuerpo de Dubilma Morales Machado, quien murió en la Clínica La Merced, también en la capital del Atlántico.

Vestidas de rojo, color con el que representan la muerte violenta de sus miembros, mujeres wayúu caminaron por las calles de Riohacha llevando las cenizas de Luz Delys Pérez y reclamando justicia por su cremación. “Es un exterminio cultural”, gritaron durante su recorrido. 


Luz Delys Pérez, una de las muejeres wayúu fallecidas. Su cuerpo fue cremado.

Antes ya se había registrado un inconnveniente porque los familiares de Paulina González, quien murió en una clínica de Riohacha, estuvieron dos días reclamando su cuerpo, hasta que al final aceptaron que fuera trasladado hasta un cementerio ancestral wayúu en Manaure, bajo estrictos protocolos de bioseguridad.

Para los líderes de la etnia, las cremaciones van en contravía de los derechos fundamentales de los pueblos indígenas, los cuales no cesan durante los estados de excepción, tal como fue ratificado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Sobre estos hechos, señalaron que la misma OMS ha sido más flexible y universal en medio de la pandemia al declarar, a través del documento ‘Prevención y control de infecciones para la gestión segura de cadáveres en el contexto de la covid-19‘, del 24 de marzo pasado, que “es preciso respetar y proteger en todo momento la dignidad de los muertos y sus tradiciones culturales y religiosas, así como a sus familias”.

Por esto, las autoridades tradicionales wayúu ratificaron su “rechazo categórico" a toda acción violatoria de sus derechos humanos y culturales. Defienden, sobre todo, el derecho a preservar la vida y los significados inherentes a la dignidad de sus muertos como bien sagrado de su condición humana.

Esta semana, la ministra del Interior, Alicia Arango, se pronunció al respecto y reconoció que estos casos de cremación fueron un error gravísimo, porque no se puede actuar en contra de las costumbres de estas comunidades.

“Para evitar más inconvenientes, se ordenó la compra de bolsas especiales para los cadáveres de indígenas que hayan sido diagnosticados con la covid-19 y así evitar contagios de las personas que los manipulen”, dijo.