Drones bomba: la nueva arma de las disidencias en Tumaco

El Ejército hizo un preocupante hallazgo en la vereda Alto Agua Clara, en Tumaco (Nariño). Tropas del batallón contra el narcotráfico número 4 encontraron dos drones ocultos y enterrados en medio de la selva. Los aparatos estaban cargados con 600 gramos de explosivo plástico, dos cordones de seguridad que se utilizan como mecha, dos detonadores y metralla (clavos, tuercas y tornillos).

Al parecer, los drones pertenecen a las disidencias del frente Óliver Sinisterra, el mismo que fue fundado por el fallecido alias Guacho y que hoy es dirigido por alias Comandante Gringo. Esa estructura, que se disputa el mayor enclave cocalero con las Guerrillas Unidas del Pacífico y con las disidencias de alias Contador, tiene una conexión directa con las estructuras exFarc comandadas por alias Gentil Duarte, en el oriente del país.

Drones de guerra

Los militares destruyeron los drones que, al parecer, iban a ser utilizados contra las tropas que patrullan la zona. Cada uno de estos aparatos tiene un valor comercial aproximado de tres millones de pesos y pueden llevar una carga de hasta un kilogramo. Los explosivos fueron entregados a autoridades judiciales para que sean examinados.

El hallazgo da cuenta de la sofisticación de la guerra en el Pacífico nariñense, pero sobre todo, del uso de armas no convencionales que atentan contra el Derecho Internacional Humanitario.

Al frente Óliver Sinisterra se le ha atribuido la utilización de otros de estos elementos irregulares de la guerra, como la minas antipersonal, las piscinas de combustible que son accionadas al paso de las tropas, o las caletas de explosivos que se detonan ante el aterrizaje de los helicópteros de la Fuerza Pública.