Violencia
El calvario de los profesores rurales: disidencias de las Farc han matado a más de una docena de ellos en los últimos cuatro meses
Al menos 15 trabajadores de la educación en Cauca, Valle y Nariño han sido asesinados en los últimos cuatro meses. Detrás de estos crímenes están las disidencias, que los obligan a cooperar con el reclutamiento.

El asesinato de la docente Leidy Hoyos en zona rural de Mercaderes, sur del Cauca, dejó al descubierto una situación alarmante que involucra a varios trabajadores educativos de esa región, así como de Nariño y Valle del Cauca. SEMANA accedió a varios testimonios y cifras de colectivos de derechos humanos que denuncian una arremetida violenta de las disidencias contra este sector por oponerse al reclutamiento forzado de niños y adolescentes.
De acuerdo con el conteo que llevan organizaciones sociales, 15 trabajadores educativos fueron asesinados en estos tres departamentos durante los últimos cuatro meses. El informe expone algunos nombres de las víctimas. Por ejemplo, el homicidio del docente Eduardo Alirio Erazo en La Unión, Nariño, que quedó grabado en video.
Ese hecho ocurrió mientras el profesor estaba sentado en compañía de su esposa. Los sicarios aprovecharon que estaba revisando una motocicleta para dispararle. “El docente nunca denunció amenazas de muerte”, dijeron las autoridades en su momento. En esa zona delinque el frente de las disidencias Franco Benavides y todo parece indicar que, por su misión pedagógica, Erazo habría manifestado públicamente su rechazo al reclutamiento de menores.

Otro de los casos más sonados ocurrió en Páez, Cauca, cuando el profesor Édgar Eduardo Victoria viajaba en compañía de otros tres docentes y un menor de cinco años. El grupo se dirigía hacia La Plata, Huila, y fue atacado por la disidencia Dagoberto Ramos. Los educadores trabajaban en la zona rural y, al parecer, se habrían opuesto al proselitismo del grupo armado con los niños de la región.
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El docente asesinado era profesor de matemáticas de la institución educativa Monte Cruz, del resguardo de Vitoncó, en Páez, y vivía en La Plata. El arte era su pasión, pues pintaba rostros, cuadros familiares y paisajes.
El Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric) indicó que este hecho se suma a los numerosos actos violentos cometidos por grupos armados contra la población civil. “Invitamos a todo el pueblo de Tierradentro a levantarse contra los grupos armados. Es inaudito que estos criminales sigan actuando y ejecutando acciones criminales”, dijeron en su momento.
Y agregaron: “El irrespeto a la vida y al principio de distinción de la población civil es una flagrante violación del derecho internacional humanitario, clara muestra de la falta de voluntad y compromiso con la paz en Colombia”.

Una de las situaciones más difíciles se vive en Argelia, en el sur del Cauca, y su corregimiento El Plateado, donde la estructura terrorista Carlos Patiño ha asesinado a varios profesores y amenazado a otros tantos por no seguir las instrucciones de entregar las listas de menores en edad de ser reclutados. “Lo que exigen es como el visto bueno de a quién se pueden llevar”, le contó un poblador de esa zona a SEMANA.
El último docente asesinado en Argelia fue Hernán Enrique Mora, quien era oriundo de Sucre y llegó trasladado a ese municipio. Al profesor lo mataron en un retén ilegal justo cuando salía del corregimiento El Sinaí.
Juan Carlos Valencia, directivo del Sindicato Único de Trabajadores de la Educación (Sutev) seccional Cauca, reconoce que los docentes de áreas rurales están en mayor riesgo. “Muchos han quedado en medio del fuego cruzado. En algunas regiones, tanto fuerzas regulares como irregulares se resguardan dentro de las instituciones educativas y, lógicamente, esto pone en riesgo a los docentes”. Este es el calvario de los profesores: asesinados por las disidencias y olvidados por el Gobierno nacional.