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El drama de los colombianos que vuelven de Venezuela tras la pandemia de la covid-19
Según un reciente estudio, el 59,2 % de los retornados viven con 400.000 pesos al mes, en departamentos como el Atlántico.
Con el objetivo de analizar el retorno de los colombianos procedentes de Venezuela en la región Caribe y específicamente en el departamento del Atlántico, la Universidad del Atlántico y el Grupo de Investigación Inter facultades: Territorio, Medio Ambiente y Desarrollo (TMAD) avanzan en los resultados de dos proyectos de investigación, dirigidos por el experto en migraciones Adriano Díez Jiménez.
El primero es denominado “La migración de retorno en Colombia. Nuevas tendencias y configuraciones de los migrantes colombianos retornados en la región Caribe”, con apoyo de Minciencias (Convocatoria 808-2018) y en asocio interinstitucional con la Universidad del Norte.
Dicha investigación muestra que la mejora de la situación de orden público en Colombia, las difíciles relaciones entre Colombia y Venezuela y el mayor impacto de la crisis humanitaria venezolana, son las razones principales para que los colombianos retornados desde Venezuela presenten el mayor flujo migratorio en torno a su magnitud, volumen y distribución.
La investigación abarcó 10 territorios en el Atlántico: Sabanalarga, Candelaria, Suan, Barranquilla, Manatí, Campo de la Cruz, Ponedera, Repelón, Luruaco y Soledad, identificando la distribución, patrón espacial, caracterización socio demográfica, características socioeconómicas y socio políticas de los retornados colombianos en este departamento.
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Principales Hallazgos:
El lugar a donde retornan los migrantes colombianos es generalmente al lugar donde nació. Los datos revelaron que, los retornados viven con sus familias y la vivienda es propia a diferencia de Barranquilla y Soledad en el que este patrón cambia por el alquiler.
El 59,2 % de los retornados cuentan con ingresos familiares que oscilan entre los 400.000 y 450.000 pesos, principalmente en municipios como Sabanalarga, Campo de la cruz, Ponedera y Repelón. En la cobertura al sistema de salud, se evidenció que prevalece el régimen subsidiado y el número de afiliados en el nivel contributivo en esta población es menor.
El panorama socio demográfico reveló que la mayoría tiene estudios secundarios, y en cuanto a su estado civil se superpone la unión libre con parejas colombianas y extranjeras. Las condiciones económicas de los retornados son precarias, bajo la informalidad con largas horas de trabajo y grandes brechas económicas entre hombres y mujeres.
En temas socio políticos, en Soledad las percepciones que los retornados tienen de las instituciones son generalmente negativas y en algunos casos neutrales. En cambio, en Sabanalarga y Ponedera las instituciones son percibidas entre neutrales y positivas, en Suán, se perciben ligeramente negativas o positivas sin términos medios. En Manatí y Barranquilla, la percepción de las instituciones es positiva.
El segundo proyecto, “Globalización y migraciones internacionales. Claves analíticas de los migrantes colombianos retornados a la región Caribe”, subvencionado en la Sexta Convocatoria Interna de Investigación de la Universidad del Atlántico Equidad Investigativa 2015, tiene como objetivo realizar un diagnóstico del impacto de los emigrantes colombianos retornados en las dimensiones demográficas, sociales, económicas y políticas en los municipios de Barranquilla, Puerto Colombia, Sabanalarga y Soledad.
En Colombia se destacan cuatro grandes oleadas de emigración de colombianos: principalmente a Venezuela, Estados Unidos, España y Ecuador. Los retornados colombianos en su mayoría se ubican en un rango de edad de 25 a 39 años, son solteros y en menor proporción casados. En el caso de los casados el 92,6 % declaró vivir con su pareja, en su mayoría colombianos.
En cuanto al nivel de estudios, los retornados tienen un nivel de formación de básica secundaria (27,0 %), seguido por aquellos que afirmaron haber cursado el bachillerato (19,0%) y a una distancia considerable los retornados que declararon haber cursado estudios de postgrado (16,0%). El país de procedencia de los retornados en su orden es: Venezuela, Estados Unidos, España, Ecuador e Italia. En el departamento de Atlántico, en torno a los cuatro ámbitos territoriales de estudios analizados están dispersos en: Barranquilla, Soledad, Puerto Colombia y Sabanalarga.
En las condiciones habitacionales, los datos revelaron que 89,5 % de este grupo humano vive con su familia en un tipo de vivienda familiar, en el que sus servicios públicos son buenos, a excepción de Sabanalarga calificados como deficientes. Respecto al nivel de remuneración, el 42,3 % tiene ingresos familiares menores del salario mínimo, siendo los retornados venezolanos los que menores ingresos tienen a diferencia de los que regresan de Estados Unidos, España e Italia, cuyos ingresos son superiores al mínimo.
Otro hallazgo importante ha sido encontrar que los planes de desarrollo apenas mencionan en sus apartes a la población retornada del departamento, pero no se avanza en estrategias ni medidas específicas importantes enfocadas a este grupo humano vulnerable y ejemplo de esto es el alto porcentaje de desconocimiento de los retornados acerca de las entidades a nivel municipal que prestan servicios a esta población: Puntos de Atención y Orientación (PAO), ACNUR, Centro de Referenciación y Oportunidad para el Retorno, Secretariado de Pastoral Social (SEPAS), Cruz Roja Colombiana, Consultorios Jurídicos, Centros Regionales de Atención y Reparación a Víctimas y Defensoría del Pueblo.