LIBRO

El revelador libro de Francisco Barbosa: SEMANA anticipa dos capítulos donde habla de Gustavo Petro y su hijo Nicolás

SEMANA revela apartes del nuevo libro del exfiscal Francisco Barbosa, a la venta a partir de este fin de semana. Aquí, lo que ocurrió en su última reunión con Gustavo Petro y detalles de la captura del hijo del presidente.

29 de marzo de 2025, 5:55 a. m.
  En el libro, editado por Planeta, Barbosa hace un recuento de su vida personal, académica y de su gestión en la Fiscalía.
En el libro, editado por Planeta, Barbosa hace un recuento de su vida personal, académica y de su gestión en la Fiscalía. | Foto: FiscalÍa General de la NaciÓn

El último encuentro

En octubre de 2023 pude conversar, una vez más, con el presidente Petro en Bogotá. A pesar de la distancia, considerábamos prudente seguir hablando sobre asuntos propios de nuestras competencias. La última conversación fue difícil. Por primera vez, y, de entrada, me dijo que estaba en desacuerdo con la forma como la Fiscalía General lo había tratado. Señaló que había sido tratado como guerrillero y no como presidente. Mi respuesta fue que la Fiscalía lo había tratado bien y que su comportamiento no había sido institucional ni conmigo ni con la entidad. Además, él consideraba que la vicefiscal Mancera los había maltratado a él y a su familia. Nuevamente respondí que eso no era cierto y, por su manera de expresarse, comprendí que no sería posible sacarlo de esa convicción. Él no estaba conforme con la vicefiscal y tampoco estaba de acuerdo —como después se comprobó— con que ella tuviera la posibilidad de reemplazarme cuando se venciera mi período. Le insinué que podíamos hacer una reunión con ella, pero se negó. Meses después, una vez yo salí de la institución, hizo la reunión que a mí me había rechazado. Insistió en que esperaba que la Corte Suprema de Justicia escogiera el próximo fiscal con rapidez. Incluso me dijo que muchas veces en las instituciones existían ruedas sueltas. Quería que saliera la vicefiscal. Tenía en la cabeza un cúmulo de infamias que circulaban en las redes contra ella. Le conté su historia explicándole que llevaba más de 28 años en la entidad y con una trayectoria decente. No quiso oír razones. Se sentía lastimado.

francisco barbosa
El exfiscal general Francisco Barbosa revela detalles inéditos de su paso por el ente acusador. | Foto: JOHAN TORO

Yo no cedí, porque soy un hombre que cree en la gente y no entrega los suyos a los lobos. Creo en la separación de poderes y en las instituciones. Prefiero mil molestias a ser un mercenario o un político acomodado. Martha Mancera fue una funcionaria leal y ejemplar. La conocí por su hoja de vida cuando llegué a la entidad. Vivimos momentos difíciles y siempre cumplió sus funciones. Supe que iban a tratar de acabar con su honra, cosa que se intentó materializar a los pocos días. Al final, me preguntó qué haría yo después de mi período como fiscal, porque entendía que existía un riesgo para mi vida. Me insinuó que el servicio diplomático podía ser una alternativa y que eso no implicaba lealtad ideológica con el nominador. Me recordó que él ocupó un cargo diplomático durante el gobierno de César Gaviria sin que existiera identidad política alguna. Le respondí que no estaba interesado y que sería siempre coherente. Se paró de la silla y me dijo que él era un hombre popular y que cuando él hablaba, el pueblo lo escuchaba. Le dije que el pueblo era volátil y que la gente que en su momento votó por él lo olvidaría después. Sonrió y no me creyó. Nos dimos la mano y fue la última vez que vi personalmente al presidente Gustavo Petro. La impresión que me quedó de Petro es que es un hombre coherente con su propio caos: irrespeta a los adversarios y desconoce a quienes son zalameros con él. Quienes lo menosprecian como persona deberían estar mucho más atentos. Es un hombre sagaz y su rol es desmontar lo que encuentra ordenado. Independientemente de los conflictos que tuvimos —y mantenemos—, es claro que tanto el uno como el otro sabe lo que implicó esta difícil relación en la que se nos fue casi la mitad de nuestro mandato. Al final del día, ni él ni yo somos personas dóciles, y eso cuesta mucho en la vida y en la política. Al llegar a mi apartamento, a las diez de la noche, me acerqué al ventanal que daba a la avenida Circunvalar y pensé en todo lo que había pasado.

Lloviznaba en la ciudad y la gente seguramente estaba descansando y viviendo su cotidianidad, mientras en el país político vivíamos una tensión grande. Llamé a la vicefiscal Mancera y le dije que viniera a mi apartamento. Quince minutos después estaba allí, escuchándome con atención. Sería muy duro lo que vendría. El silencio no sería la alternativa y le indiqué que, más allá de cualquier cosa, debería defenderse si la atacaban. Estaba preocupada. La abracé y le dije que después del aguacero y el vendaval, siempre llega la calma. Estábamos listos.

Caso Nicolás Petro (…)

El sábado 29 de julio de 2023 me encontraba en Punta Cana (República Dominicana) presidiendo la Asamblea General de la AIAMP cuando, a las seis de la mañana, me informaron que agentes del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) habían capturado a Nicolás Petro —hijo del presidente Gustavo Petro— y a su exesposa, Daysuris Vásquez, por los delitos de lavado de activos y enriquecimiento ilícito. Como en todos los casos, me había mantenido completamente alejado de los detalles de esos procedimientos. Los fiscales del caso consideraron que debía pedirse la captura y hacerla efectiva. A partir de ese momento, le señalé a la vicefiscal que lo más importante era protegerlo, que no tuviera ningún riesgo.

Fue trasladado a Bogotá y recluido en unas oficinas que se le habilitaron mientras se adelantaba la audiencia. Al regresar a Colombia, mientras el señor Nicolás Petro se encontraba en el búnker, tomé la decisión de ni siquiera ir al lugar. Despaché esos días en otra oficina de la entidad, en la carrera 13 con calle 73. Desde allí seguí las audiencias a través de los canales de internet de los medios de comunicación, y de primera mano pude ver, como todos los colombianos, lo que había descubierto la Fiscalía General. Gran parte de esa información la entregó Daysuris Vásquez contra su excónyuge, Nicolás Petro, en el ente acusador.

   El 29 de julio de 2023, Nicolás Petro y Day Vásquez fueron capturados. Días después quedaron en libertad tras comprometerse a colaborar con la Justicia. Vásquez cumplió y tiene un principio de oportunidad. Él echó para atrás la negociación con la Fiscalía.
Barbosa habla del caso de Nicolás Petro en la Fiscalía. | Foto: Captura de Pantalla

Esta “novela” se ventiló en los medios de comunicación. Todo esto fue lamentable y sentí desazón por la difícil situación personal que estaba teniendo el presidente. Ese día, el presidente Petro fijó un mensaje en su cuenta de X:

Han sido capturados por la Fiscalía mi hijo Nicolás y su exesposa Days. Como persona y padre me duele mucho tanta autodestrucción y el que uno de mis hijos pase por la cárcel; como presidente de la República, aseguro que la Fiscalía tenga todas las garantías de mi parte para proceder de acuerdo a la ley. A mi hijo le deseo suerte y fuerza. Que estos sucesos forjen su carácter y pueda reflexionar sobre sus propios errores. Como afirmé ante el fiscal general, no intervendré ni presionaré sus decisiones; que el derecho guíe libremente el proceso.

Debo reconocer que nunca recibí insinuación alguna del presidente Petro de búsqueda de un trato diferencial para su hijo. Tal vez fue uno de los momentos más difíciles no solo para él como presidente, sino también para mí como cabeza del órgano de investigación del país. Nada de lo que estaba pasando era fácil. Sus actuaciones se limitaban a discursos en plaza pública o en las redes sociales.

El 5 de agosto, desde Sincelejo, señaló: “Colombianos y colombianas, pierdan cuidado, el presidente Petro jamás ha solicitado a ninguno de sus hijos o hijas el delito, ni para ganar ni para financiar campañas ni para tener el poder, mis hijos e hijas han sido libres… mi hijo ya verá. Lo único que le puedo recomendar es la verdad. La verdad. No arrodillarse ante el verdugo jamás“.

Siempre entendí esas manifestaciones como expresiones de dolor frente a lo que vivía. En el país existe la idea de que el fiscal general es quien ordena investigar o actúa por su cuenta. En mi administración, los fiscales fueron autónomos e independientes. La parte misional estaba en cabeza de la vicefiscal y la parte administrativa, en cabeza de la directora ejecutiva. Dejé que los casos fluyeran y nunca me interesó involucrarme en proceso alguno. Para algunos eso es criticable; para mí era una cuestión de respeto a la ley y de ética profesional. Lo que siempre hice fue defender los resultados estadísticos de la entidad y la manera como se multiplicaron los éxitos investigativos de esta en los territorios.

En el caso de Nicolás Petro, el país vio en la audiencia la tarea investigativa de la entidad. Nunca hubo persecución del ente acusador contra el hijo del presidente Petro; lo que se persiguió fue el delito. Esa fue la impresión que me dejaron las audiencias públicas que vi, como las vieron los colombianos (…)

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