Nación
El pliego de peticiones de sindicatos de la SAE, creados en la gestión del ahora ministro de Educación, Daniel Rojas, que mandaría a la entidad a liquidación
Uno de los sindicatos, Siptrasae, creado y apoyado durante la gestión de Rojas, plantea peticiones que superan los 130 mil millones de pesos. El presupuesto anual de la Sociedad de Activos Especiales (SAE) es de 120 mil millones.

La Sociedad de Activos Especiales (SAE) es la entidad encargada de administrar los multimillonarios bienes que son obtenidos o incautados en especial a peligrosos narcotraficantes del país. Aunque el inventario de bienes es billonario, el presupuesto de la entidad no lo es y una serie de solicitudes y pliegos de sindicatos creados recientemente podrían llevar a la liquidación de la entidad.
Tal como le señalaron a SEMANA, varios de estos sindicatos son prácticamente nuevos y fueron creados e impulsados directamente por el polémico exdirector de la entidad, el hoy ministro de Educación, Daniel Rojas.
Inexplicablemente, durante su paso por la SAE, de septiembre de 2022 a julio de 2024, fueron creados seis sindicatos, que hoy tiene a la entidad contra las cuerdas.

Uno de ellos es el Sindicato Popular de Trabajadores de la SAE (Siptrasae), del cual se ha calculado que el reciente pliego de peticiones supera el valor del presupuesto anual de funcionamiento de la entidad.
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La proyección económica de las pretensiones del sindicato suma más de 130.000 millones de pesos, lo que supera ampliamente el presupuesto de funcionamiento de la entidad, que es de 120.000 millones, más otras prebendas un tanto exóticas. Por ejemplo, están pidiendo que la licencia de maternidad sea de un año remunerada y que debe ser extensiva al padre en las mismas condiciones.

Otra pretensión que ha llamado la atención es la exigencia de que al sindicato se le pague la suma de 60 millones de pesos, únicamente por sentarse a negociar. A ello se suma la petición de que se les reconozcan viáticos, gastos y hasta hospedajes para los negociadores. Estos gastos serían permanentes, mientras dure la negociación, que no tiene límite en el tiempo.

Adicional a ello, se niegan al cumplimiento de las metas comerciales anuales, bajo el argumento de que los pone en riesgo. Según el pliego presentado, dichas metas implican “una carga laboral desmedida, poniendo en riesgo no solo la estabilidad emocional y profesional de los trabajadores”.
Las metas comerciales forman parte de la función básica de la entidad, pues en la administración de esos multimillonarios bienes algunos, al cumplir con su trámite de extinción de dominio, pueden salir a la venta, otros son entregados en arriendo o en administración a depositarios, pero todo esto debe ser tramitado a través de los funcionarios.

Con esta exigencia señalan que quedaría en vilo la meta de recaudo, lo que impactaría directamente en la lucha antidrogas a la que se ha comprometido el Estado colombiano, pues los recursos que provienen de dicho recaudo, por imposición legal, deben ser destinados para fortalecer la lucha contra los carteles y sus cabecillas.
Sumado a estas preocupaciones, señalan a SEMANA, desde los diferentes sindicatos se impulsa una especie de “Operación Tortuga”, que está impactando directamente el desarrollo de las actividades de la entidad, que se traduce en lentitud para ejecutar las tareas pendientes como la entrega de bienes, desalojos, ocupaciones y transacciones comerciales.
El asunto puede ser más complejo, pues según se ha señalado, los nuevos sindicatos, al presentar este pliego prácticamente imposible de cumplir, es dilatar de negociación hasta el punto que llegue a conocimiento de un Tribunal de Arbitramento, donde podría tardar un tiempo considerable en ser resuelto, lo que les concedería a los sindicalizados la posibilidad de continuar cobijados bajo la figura del “Fuero Circunstancial”, que les significaría una especie de aval para seguir en el plan tortuga, sin que se les pueda exigir el cumplimiento de las metas de recaudo, necesarias para que la entidad siga operando con normalidad.

Todo apunta, según le explican a SEMANA, al hoy ministro de Educación, Daniel Rojas Medellín. Durante su administración se crearon los sindicatos, y que parte de sus directivos recibieron ascensos, mejoras laborales, indemnizaciones y transacciones por Rojas antes de dejar el cargo.
El 18 de marzo, día en el que el presidente Gustavo Petro convocó una marcha nacional para apoyar la fracasada reforma laboral, el ministro Rojas marchaba con una chaqueta oficial de la SAE, lo que causó extrañeza, en la medida en que dejó de ser presidente de la entidad desde el año pasado. (ver foto)

La junta directiva de la SAE ya negó la adición de recursos exigidos desde los sindicatos, pero el coletazo ya se está sintiendo en la entidad con lo que se denomina el plan tortuga.