“Los exministros de Estado Ricardo Bonilla y Luis Fernando Velasco no tuvieron un juez de control de garantías”, dijo el presidente Gustavo Petro al referirse a la reciente decisión del Tribunal Superior de Bogotá de enviar a la cárcel a los dos exfuncionarios vinculados al escándalo de corrupción de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD).
El mandatario fue más allá y aseguró que en el caso de los exministros Bonilla y Velasco, los jueces no actuaron como un poder judicial independiente, sino como un enemigo de lo que él considera el progresismo colombiano.
“Para ellos el poder judicial no era juez, sino enemigo”, manifestó Petro en su cuenta de X.
Entonces los exministros de estado Ricardo Bonilla y Luis Fernando Velasco no tuvieron juez de control de garantías.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) December 20, 2025
Para ellos el poder judicial no era juez sino enemigo.
Este es el estado que llaman destripador del progresismo, ya sueñan conformarlo.
Y ya sabe la clase media…
“Este es el Estado que llaman destripador del progresismo, ya sueñan conformarlo. Y ya sabe la clase media en qué tipo de realidad se moverá si vota al pasado, porque lo que le pasa a uno, como en el 1933 alemán, les terminará pasando a todos. Ahora le sucede a uno de los mejores economistas del país y uno de sus mejores senadores”, advirtió.
El presidente Petro incluso advirtió que la magistrada encargada de tomar la determinación de llevar a la cárcel a los exministros Bonilla y Velasco participó también de la decisión en la que se absolvió al expresidente Álvaro Uribe y que lo dejó en libertad, luego de un fuerte cuestionamiento a la juez que condenó al exmandatario.
“No es coincidencia que la magistrada que liberó a Uribe de la cárcel es la que envía, por fuera de normas, a los progresistas a la cárcel. Así también se llevaron los 3.000 jóvenes de la protesta y los llamaron terroristas”, explicó el presidente Petro.

La magistrada fue quien negó en una oportunidad la tutela que presentó el expresidente Álvaro Uribe y su defensa para incluir algunas pruebas dentro del expediente, incluso antes de resultar condenado por fraude procesal y soborno en actuación penal.
La magistrada del Tribunal Superior de Bogotá advirtió que Ricardo Bonilla y Luis Fernando Velasco conformaron una organización criminal, como lo logró establecer, a través de una inferencia razonable de autoría o participación, la misma Fiscalía con elementos de prueba, evidencias y declaraciones que advierten su vinculación a este entramado de corrupción.

La captura de los exministros fue legalizada por otra magistrada que advirtió que se cumplió bajo los parámetros que exige la ley, se respetaron los derechos fundamentales de los procesados y así terminaron recluidos Velasco, en la cárcel de Vistahermosa en la ciudad de Cali, y Bonilla, en el Centro de Estudios Superiores de la Policía en Bogotá.










