Nación
El silencio cómplice del ICBF en el caso del menor que alta funcionaria de la ONU intentó sacar del país con papeles falsos
SEMANA conoció, por fuentes dentro del proceso, una grave denuncia que salpicaría al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar con el caso que involucra a Isabel Albaladejo, representante de la ONU.

La novela alrededor de Isabel Albaladejo, la representante de la ONU para los Derechos Humanos en Honduras, no se detiene. SEMANA conoció, por fuentes cercanas al proceso, una grave denuncia que salpica al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) con la custodia del menor de edad que intentó sacar de manera ilegal la funcionaria de las Naciones Unidas.
A mediados de abril de este año, el ICBF decidió soltar el caso y dejarlo en manos de la Secretaría de Estado de los Despachos de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf), entidad homóloga en Honduras, pero SEMANA conoció que esa situación no ocurrió y hoy el menor podría estar en un inminente riesgo.
Esta revista obtuvo fotografías que dejarían en evidencia que el menor nunca estuvo bajo custodia del Senaf, como lo comunicó el ICBF en su momento, sino que a su llegada a Honduras fue entregado directamente a su mamá, la funcionaria de la ONU, Isabel Albaladejo, quien intentó sacarlo de Colombia usando un fallo de tutela falso.
El mismo Juzgado 12 Administrativo de Bogotá que falló la tutela tuvo que corroborar la irregularidad y reclamar el cumplimiento de la decisión al advertir: “Le agradezco adelantar las gestiones relacionadas con el cumplimiento del auto complementario del día de ayer, mediante el cual se prohíbe la salida del país del niño”.
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Pero a pesar de esta grave denuncia que puso en la picota pública a Albaladejo y la intervención que hizo el ICBF para atender al menor, SEMANA tiene en su poder varias fotografías que dejarían en evidencia que el niño se encuentra con su mamá en Honduras, a pesar de todas las irregularidades detrás de esta historia.
El riesgo en el que estaría el menor se materializa con la denuncia que conoció SEMANA sobre un supuesto abuso en su contra por parte de una persona cercana a la familia, del cual tuvo conocimiento la alta funcionaria de la ONU, y según un audio, no fue visto con preocupación por su madre; por el contrario, le pareció algo normal.
El hecho se relaciona con que supuestamente era sometido a desnudez y tocamientos mientras estaba en la casa de este hombre, que es la pareja de otra funcionaria de la ONU en Honduras y subordinada a Albalejo. Lo delicado es que el menor otra vez estaría con su mamá, a pesar de las alertas.
Los chats que dejarían en evidencia una irregularidad
SEMANA tiene en su poder una conversación de WhatsApp que sostuvo uno de los familiares cercanos del menor con la abuela materna, la mamá de Isabel Albaladejo, en ese chat quedaría en evidencia que el ICBF mintió, porque el mismo día en que el niño salió de Colombia, el pasado 29 de abril, para dejarlo en manos del Senaf en Honduras, el menor llegó directamente a la casa de la funcionaria de la ONU.

En esa conversación, el familiar del pequeño le pregunta a la abuela: “¿Ya llegó?”, a lo que la mujer responde: “Sí cariño, llegó anoche muy tarde y duerme. Cuando pueda te mando una foto y te tengo informada absolutamente de todo y te llamaremos cuando él (el menor) quiera”.
Lo que dejaría en evidencia que el ICBF no dejó al menor en manos del Senaf, como lo había confirmado con antelación, sino que se lo entregaron directamente a la cuestionada funcionaria en medio de las denuncias en su contra por falsear documentos judiciales y, al parecer, hacer caso omiso a las denuncias que tendrían en riesgo a su pequeño hijo.
El silencio del ICBF
SEMANA se contactó desde el pasado 6 mayo con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), para obtener una respuesta ante la gravedad de la denuncia, pero hasta el momento, la entidad que se encarga de proteger a los menores en Colombia ha guardado absoluto silencio frente a los cuestionamientos que hoy tienen en el medio a un niño que tiene nacionalidad colombiana.
De hecho, en esta revista se volvió a insistir a la entidad para obtener una respuesta sobre el proceso de entrega a las autoridades hondureñas, pero por ahora sigue siendo incierto el procedimiento que hoy deja mal parada a Astrid Cáceres, directora de esa entidad, y vuelve a poner en la mira a la funcionaria que se encarga de velar por los derechos humanos en ese país.