Tiburón atacó a una mantarraya  en playa de San Andrés
Tiburón atacó a una mantarraya en playa de San Andrés. | Foto: A.P.I

Nación

El tremendo susto que se llevaron turistas en San Andrés cuando tiburón apareció en la orilla de una playa; este es el video

El caso se registró en la tarde de este viernes, 5 de enero. Autoridades hicieron un llamado a mantener calma y prudencia

Redacción Semana
6 de enero de 2024

Varios turistas que se encontraban en la isla de San Andrés vivieron momentos de pánico cuando apareció un tiburón martillo cerca a la orilla de la playa. SEMANA conoció que el caso se presentó en la tarde de este viernes, 5 de enero, en el balneario conocido como Spratt Bigth.

Según las primeras versiones, propios y extraños disfrutaban de la playa cuando fueron sorprendidos por el animal que apareció a escasos metros. El tiburón, al parecer, atacó a una mantarraya para devorarla. La escena quedó registrada en videos.

Desde la corporación ambiental Coralina invitaron a mantener prudencia y calma cuando se presente este tipo de situaciones.

“Recordamos que los tiburones viven en el mar, al igual que las especies marinas. Cuando hay un animal potencialmente peligroso yo decido si entro al mar o no. El llamado es para que las personas respeten la vida de los animales”, afirmaron.

En las imágenes se observa que un operador turístico se acerca al animal, en una moto acuática, para intentar espantarlo. Ese tipo de acciones fueron rechazadas por Coralina, toda vez que el tiburón está en su hábitat y solo busca satisfacer su necesidad alimenticia.

Son tiburones martillo cazando rayas, es parte de su dieta. Sin embargo, el hombre no es parte la dieta de los tiburones y menos de esta especie, entonces lo que hay que tener es cuidado. Los tiburones son fundamentales en las redes tróficas”, recordaron desde la entidad.

Tiburón atacó a una mantarraya en playa de San Andrés
Tiburón atacó a una mantarraya en playa de San Andrés | Foto: A.P.I

Importancia de los tiburones en la red trófica

Los tiburones martillo, pertenecientes a la familia Sphyrnidae, juegan un papel fundamental en la red trófica marina, representando un eslabón clave en los ecosistemas oceánicos. Su anatomía única, con una cabeza aplanada en forma de martillo, les otorga una serie de ventajas evolutivas que impactan significativamente en la dinámica de los ecosistemas marinos.

Como depredadores tope, los tiburones martillo ocupan la cima de la cadena alimenticia. Su posición jerárquica les confiere la responsabilidad de regular las poblaciones de especies inferiores, manteniendo así el equilibrio de la red trófica. Al controlar las poblaciones de peces más pequeños y mantener su diversidad, estos tiburones contribuyen directamente a la salud y la estabilidad de los océanos.

En Colombia se encuentran registradas 37 especies de tiburón, de las cuales cinco están en el apéndice II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna (Cites). Foto: Fundación MarViva | Foto: FUNDACIÓN MARVIVA

Una de las funciones principales de los depredadores tope, como los tiburones martillo, es la regulación de las poblaciones de sus presas. Al cazar y consumir una variedad de especies, estos tiburones ayudan a controlar el número de individuos de cada especie, evitando que algunas se vuelvan dominantes y desequilibren el ecosistema. Esto asegura que los recursos marinos se distribuyan de manera equitativa entre las diferentes especies, manteniendo así la biodiversidad y la salud general del océano.

Además de regular las poblaciones de sus presas, los tiburones martillo desempeñan un papel importante en la salud genética de las especies que consumen. Al depredar, seleccionan naturalmente a individuos más débiles, enfermos o menos aptos, lo que fortalece genéticamente a las poblaciones de presas al eliminar aquellos individuos menos aptos para sobrevivir y reproducirse. Esta dinámica contribuye a la salud y la adaptabilidad de las especies que forman parte de la dieta de los tiburones martillo.

La preservación de estos depredadores tope es crucial debido a las consecuencias negativas que su desaparición podría tener en los ecosistemas marinos. Si los tiburones martillo se extinguieran o disminuyeran drásticamente, se desencadenaría un efecto dominó en la cadena alimenticia.

La falta de control en las poblaciones de presas podría conducir a un aumento explosivo de ciertas especies, agotando rápidamente los recursos alimenticios y desestabilizando todo el ecosistema.

Un tiburón martillo puede vivir entre 20 y 30 años en su hábitat natural. Foto: Pixabay | Foto: PIXABAY