ENTREVISTA
“En Cartagena no hay esperanza ni confianza”: el exsuperintendente de Salud Fabio Aristizábal quiere ser alcalde de La Heroica y habla de sus propuestas
El exsuperintendente de salud Fabio Aristizábal, candidato a la alcaldía de La Heroica, habla de la grave crisis social que afronta la joya del turismo en Colombia. Estas son sus propuestas.
SEMANA: ¿Por qué decidió saltar a la política electoral?
FABIO ARISTIZÁBAL: Cuando uno tiene capacidades de transformar, de ayudar a la población, no puede permitir que otros lo hagan. Cuando fui superintendente de salud logré ver dificultades en todo el país. Se necesita que alguien tome decisiones y en Cartagena no se han tomado. Por eso hago esta incursión. Se requiere un alcalde que no venga amarrado por nadie, que no haga parte de los clanes políticos ni de la politiquería y que logre transformar a la ciudad.
SEMANA: ¿Qué percibe entre la gente?
F.A.: No hay esperanza ni confianza. Se desconfía de la clase política, que lleva toda la vida prometiendo. Son las mismas familias, los mismos clanes, la misma politiquería. Y ahora hay desesperanza, porque les prometieron el cambio con un discurso muy populista y ocurrió todo lo contrario.
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SEMANA: ¿William Dau no ha sido un buen alcalde?
F.A.: Por supuesto que los ciudadanos no están satisfechos. La ciudad está paralizada, sumida en la basura, la inseguridad, con las vías destruidas, la educación va mal y la salud va mal. Dau hizo promesas, llegó con un discurso contra la corrupción, pero no ejecutó, prácticamente no ha hecho nada. En Cartagena no ha habido un líder que la transforme, que sea capaz de hablar con los gremios y unirlos. La ciudad tiene claro el diagnóstico de lo que se necesita y lo que hay que hacer, pero no se ha hecho.
SEMANA: Se habla de muy poca gestión del alcalde Dau ante el Gobierno nacional.
F.A.: Aquí se mezclan dos cosas: por un lado, un presidente que incumple las citas y no va a Cartagena, poco le importa la ciudad. Y, por el otro, hay un alcalde que se dedicó a pelear y a hacer denuncias que realmente no llegaron a nada y se le olvidó la administración. Por eso, es bueno que llegue alguien que conozca cómo se maneja una entidad del orden nacional, cómo se interactúa con los ministerios y con la Presidencia. Eso es vital, pero también alguien que haya tomado decisiones en lo público.
SEMANA: Cartagena está azotada por la criminalidad. ¿Qué hacer?
F.A.: El alcalde tiene que ser el primer policía y tomar las riendas con autoridad. Que lo vean, que pueda interactuar con la ciudadanía. Tendremos, inclusive, que cambiar los turnos de la Policía, eso lo voy a hacer el primer día de mi gobierno. Que muy temprano en la mañana, cuando las personas están tomando el TransCaribe, se vea a la autoridad. Debe haber persuasión. Hay que trabajar de la mano de la Fiscalía y acudir a las herramientas tecnológicas.
SEMANA: ¿Hoy se ve un trabajo en equipo entre la Alcaldía y la Policía en la ciudad?
F.A.: ¿Qué trabajo va a haber si no hay administración? Está creciendo el microtráfico, las bandas. Se están matando entre las pandillas, entre los jóvenes, por ese control territorial del microtráfico.
SEMANA: ¿Cómo erradicar la prostitución infantil?
F.A.: No podemos tener, como dicen muchos, el prostíbulo a cielo abierto más grande del mundo. O sea, la Torre del Reloj no puede ser el sitio de la trata de la prostitución en Cartagena. Así no podemos recuperar el turismo. Hay que empezar a generar oportunidades. Si no tenemos una ciudad competitiva, va a seguir creciendo la prostitución. Si usted les da oportunidades de trabajo a esas mujeres, probablemente logramos arrancárselas al trabajo sexual y a esos proxenetas.
SEMANA: ¿Y qué propone para generar más empleo?
F.A.: Hay que dar beneficios para que retomemos la inversión. Hay que volver a recuperar y promover a Cartagena como destino turístico, hoy en ese aspecto somos la tercera o cuarta ciudad, ya no somos la primera.
Los gremios, las sociedades científicas, los expertos, la academia y los profesionales tienen un conocimiento impresionante de la ciudad. Con ellos tenemos que reactivar la economía y la infraestructura para generar empleo rápido y de choque.
SEMANA: ¿El presidente Gustavo Petro tiene abandonada a Cartagena?
F.A.: Pues no sé si la conoce. Creo que no ha hecho nada. Hicieron una cantidad de promesas que no se ven en Cartagena. Vaya y mire cómo está la miseria. En educación, tuvimos las peores pruebas Saber 11.Probablemente, no ha habido match entre la administración municipal y nacional, y, entonces, el barco sigue a la deriva. Si usted me dice que le diga una cosa que vaya bien en Cartagena, no tengo nada que decirle.
SEMANA: Usted es duro en el diagnóstico de los problemas de la ciudad.
F.A.: Es la realidad. Usted va a los barrios marginales y lo único que ve es desesperanza. Pero hay unas oportunidades enormes para ayudar a esa población.
SEMANA: Se enfrenta a candidatos fuertes. En las encuestas aparecen Dumek Turbay, William García y la exalcaldesa Judith Pinedo.
F.A.: Si ellos no han podido corregir el camino, ¿qué les hace pensar a los cartageneros que ahora sí lo van a hacer? Lo primero que debe hacer Cartagena es recuperar la dignidad y eso empieza desde la política. No creo que un candidato que está representando a todas las casas políticas vaya a enderezar a la ciudad. Cuando tuvieron oportunidad de gobernar, no lo hicieron bien. Ahí no van a encontrar nada. Ahí no está la solución. ¿Por qué no escogen algo nuevo, distinto, que está probado, que lo ha hecho bien? Y de una vez le cambiamos el norte a Cartagena, una ciudad que ha vivido cinco tragedias.
SEMANA: ¿Cuáles?
F.A.: La primera fue con Drake por allá en 1500 y pico, saquearon a Cartagena. Luego, vino el barón de Pointis 100 años después. Posteriormente, llegó el ciclo de Murillo y la reconquista. Más tarde, vino el cólera. Y hoy seguimos con el saqueo permanente de la clase política.
SEMANA: ¿Qué plantea para garantizar un mejor acceso a la salud?
F.A.: Oportunidad en la atención y calidad. ¿Cómo es posible que diez años después todavía estén esperando la construcción del hospital del Pozón, de Canapote, de Nelson Mandela? ¿Qué propongo? Hacer lo mismo que hice cuando fui superintendente. Por ejemplo, el Hospital Universitario del Caribe fue un modelo a seguir en la pandemia, fue un hospital de referencia, a donde acudieron todas las personas que tenían covid, pasamos de 10 a 91 camas de cuidados intensivos. Hay que tomar decisiones.
SEMANA: ¿Su programa a qué le apunta?
F.A.: Cartagena pide a gritos recuperar la seguridad. Lo segundo tiene que ver con la gobernanza. Si no dialogamos con la ciudadanía, los gremios y la academia, es imposible tomar decisiones. Nos tenemos que unir. Lo otro tiene que ser la transformación del territorio y para eso hay que reactivar la infraestructura. Se necesita alguien que tenga visión de futuro.
SEMANA: ¿Pero cómo derrotar a las maquinarias y a los clanes en Cartagena?
F.A.: Generando esperanza, hablándoles claro a los ciudadanos, mostrándoles el camino y las realidades. Es importantísimo que entiendan que el diagnóstico está hecho. Esos clanes de la política parecen los dueños de Cartagena, se apoderaron del departamento y de la ciudad. Sí es posible que llegue alguien que les quite el manejo de los recursos públicos para que haya esperanza. Hay que acabar con esa pobreza extrema.
SEMANA: ¿Cómo está haciendo su campaña?
F.A.: Con mucha austeridad. En estos días me iban a regalar una valla. Les dije que me regalaran más bien la plata para adoptar un comedor en Isla de León. ¿Cómo voy a gastarme esa plata cuando hay gente aguantando hambre? Prefiero regalar esa plata. Estoy recorriendo los barrios, uno a uno, contando lo que hice. Que entiendan que sí se puede, que sí hay una opción.
SEMANA: ¿Qué es lo que más lo ha impactado en esos recorridos?
F.A.: Ver esa pobreza y desesperanza. Ver a niños jugando fútbol descalzos, casi que en piedras, y que no saben al otro día si realmente van a tener garantizada su alimentación. Eso es un choque bárbaro y ahí es donde yo digo: ¡carajo!, cómo no ha llegado un gobernante que los ayude. Quiero que todo el mundo tenga este número celular y nos cuente cuáles son sus necesidades y nosotros mismos vamos a responder. El teléfono es 312 626 91 87. Va a ser una línea abierta.