En imágenes: así se encuentra el sistema Chingaza tras alcanzar el 70% de su capacidad

Dos meses después del levantamiento del racionamiento de agua en Bogotá, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) informó que los embalses del sistema Chingaza recuperaron sus niveles históricos de llenado, marcando un hito positivo tras enfrentar uno de los periodos de sequía más severos de los últimos cincuenta años.

Durante un recorrido por el sistema Chingaza, encabezado por la gerente de la EAAB, Natasha Avendaño, se confirmó que, al 12 de junio, el sistema alcanzó un 70 % de llenado.

Esto se refleja en un dato alentador, debido a que a lo largo del primer trimestre de 2024 los niveles estuvieron críticamente bajos debido a la escasez de lluvias y al alto consumo.

“Llegamos hasta aquí también gracias al esfuerzo de todos los ciudadanos que se pusieron la camiseta del ahorro, que tuvieron paciencia durante el racionamiento”, destacó Avendaño.

Y agregó: “Haber tomado la medida de restricción nos permitió frenar esa velocidad con la que estaba disminuyendo el porcentaje de llenado del sistema Chingaza. Y gracias a esa recuperación, a la mejora de los hábitos de consumo, es que hoy el sistema se está estabilizando y llenando de forma muy positiva, incluso superando los promedios de varios años anteriores”.

La gerente también explicó que el panorama actual contrasta de manera significativa con el observado hace aproximadamente un año, cuando la ciudad enfrentaba un nivel alarmante de desabastecimiento.

El cambio, dijo, responde tanto a la normalización del ciclo hidrológico en la región como a las lluvias registradas en las cuencas altas de los ríos que alimentan el embalse de Chuza, el cual actualmente presenta un nivel superior al 71 %.

“Según nuestros registros, no se veía un llenado como este en Chuza desde el 1 de octubre de 2022, ni en el sistema Chingaza desde el 14 de diciembre de ese mismo año”, puntualizó Avendaño.

Ante esto, la EAAB reiteró su llamado a mantener hábitos responsables en el uso del agua, pues aunque el panorama ha mejorado, el cambio climático continúa representando un desafío permanente para la seguridad hídrica de la capital.