Nación
Entrevista: Charlie Zaa habló con SEMANA y se defendió de la acusación de testaferrato a paramilitares. “Me acusan con chismes”
Con vehemencia, el famoso cantante defendió su patrimonio y negó haberse prestado para acuerdos ilegales. Pide a la Fiscalía que deje de escuchar chismes.

SEMANA: ¿Cuál fue su reacción cuando se enteró de que la Fiscalía ordena el embargo de bienes suyos por 25 mil millones de pesos por presunto testaferrato a paramilitares?
Charlie Zaa (C. Z.): Me sorprendió. Lo primero es dejar en claro que la investigación que se está iniciando por parte de la Fiscalía no es en nombre propio, sino de un predio que hace parte de nuestra propiedad y patrimonio de familia por más de 20 años: el establecimiento comercial llamado Oasis Discoteca.
La Fiscalía toma la iniciativa de poner una medida cautelar sobre este bien porque dos personas dicen que Oasis se construyó con los dineros del Bloque Tolima. El ente toma esta declaración, que está mal en tiempo y en lugar; la toma como prueba y nos tienen en ascuas, sin tener en cuenta todas las pruebas que hemos adjuntado o puesto sobre la mesa dejándoles saber que el predio, desde el día cero, en 2003, lo compramos por no más de 130 millones de pesos.
Después iniciamos, en el mismo año, la construcción de Oasis en Girardot. Recibimos la licencia de construcción que nos da la posibilidad de demostrar que no está ubicado en Ibagué y que no fue construido en el 2007, como ellos dicen.
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SEMANA: Pero las versiones en el expediente no hablan del Oasis en Ibagué, sino en Girardot, y hay otras dos, Solaris y Kapachos, en Ibagué. ¿Estas propiedades valen 25 mil millones de pesos?
C. Z.: No, eso también es una equivocación. El avalúo que nosotros le hicimos al centro comercial Oasis, donde está ubicada la discoteca, no está por más de 10 mil millones de pesos. Nunca he hecho parte ni de Kapachos ni de Solaris, no sé de dónde sacaron esa información.
Lo más sencillo para la Fiscalía es mandar a un investigador, pedir un certificado de libertad y mirar la tradición del bien inmueble. La verdad, me tiene impresionado... Me voy a salir un poquitito del tema con un ejemplo del momento en que Pilatos saca a la plaza pública a Barrabás y los fariseos empiezan —a grito entero— a pedir que le den la libertad a Barrabás.
Siento que es lo mismo que está haciendo la Fiscalía. Le está dando más credibilidad al testimonio de una persona que tiene antecedentes y no les está dando credibilidad a las pruebas que nosotros estamos aportando.
Yo fui y me presenté ante la Fiscalía de buena fe, porque me llevaron como ganado a matadero; la señora me dijo, ‘no, véngase sin abogado, que no es problema, es una es una versión libre’. Como yo soy una persona de bien, pensé que me estaba hablando de manera buena y terminé metido allá por más de seis horas.
Perdí un contrato gigante que tenía pendiente por hacer con Caracol para ser jurado de un programa muy grande en Colombia. Y la señora decidió tenerme por seis horas preguntándome de todo; al final me dijo por qué me tenían ahí.
Cuando me dijo eso, yo le respondí, a mí me tienen que sacar de esa ecuación. ¿Cuándo se ha dicho que yo he cantado para un para o un guerrillero?, ¿cuándo me he prestado para ir a cantar a los paramilitares o he ido a cantarle a un narcotraficante? ¡Jamás! Mis principios jamás han sido negociables. Se lo dije a la fiscal: por favor, les pido de corazón, sáquenme de esta ecuación, porque yo estoy poniendo sobre la mesa todas las pruebas que rompen con esos chismes.

SEMANA: A usted lo acusan de testaferrato para el Bloque Tolima, en síntesis, esa es la acusación. ¿Tuvo relaciones con ellos, los conoció o se le acercaron?
C. Z.: Mis principios no son negociables. Ni cuando fui una persona muy pobre, ni ahorita que Dios me bendice por medio de mi carrera. Yo nunca he conocido ni tratado, ni con paramilitares, ni con guerrilleros ni con narcotraficantes. Como bien se sabe, muchos artistas nacionales e internacionales han hecho eventos, han dado conciertos para este tipo de personas, pero de mí no pueden decirlo. Jamás en mi vida, en 30 años de carrera. Si eso no fuera mío y no fuera adquirido con base de esfuerzo y trabajo, pues no lo defiendo y que se lo roben. Pero aquí estoy poniendo la cara, y con mis abogados, tratando de mostrarle a la Fiscalía que lo que están diciendo no es cierto.
SEMANA: ¿Qué interés puede haber detrás de este señalamiento, Charlie?
C. Z.: Mis abogados me han comentado que cuando estas personas se desmovilizaban, le daban dedo a quien quisieran, diciendo que habían pertenecido, o habían hecho parte de ese grupo o se habían prestado para lavar dinero, y con eso recibían rebajas de penas.
SEMANA: ¿Por qué no denunció esas acusaciones? Hoy todo el mundo está sorprendido con la posibilidad de que usted fuera, como señala la Fiscalía, testaferro de los paramilitares.
C. Z.: Porque jamás me imaginé que la Fiscalía fuera a actuar de esa manera tan arbitraria, injusta. Yo me senté pensando que con el simple hecho de dar una versión clara y única entenderían.
Dice la palabra del Señor que el que anda en verdad no necesita defensa, mas el que anda en los secretos se vuelve esclavo de ellos. Todo el mundo sabe lo que yo facturé desde el año 1996 por medio de Sonolux, una empresa con credibilidad. La Fiscalía recibe —por parte de Mauricio Ramírez, que era el financiero en aquella época de Sonolux— un testimonio en el que le dice a la misma fiscal lo que facturé, que fue mucho más que el dinero que logró Carlos Vives; muchas veces se salvó la nómina de RCN con las ventas que tuvimos nosotros, y la Fiscalía hace caso omiso.
SEMANA: ¿Qué podría haber detrás de todo esto? ¿Por qué después de tantos años? ¿Alguna vez trataron de extorsionarlo, de pedirle algo, de mandarle mensajes?
C. Z.: La verdad, no entiendo qué es lo que la Fiscalía pretende por medio de estos testimonios, porque son chismes, no hay ningún tipo de prueba. Siento que quieren buscar algún tipo de beneficio con base en las penas que tenían que pagar. Es que yo nunca en mi vida he estado metido en un proceso así, estoy aterrado. Mi familia ha sufrido lo que ustedes no se imaginan. La gente sabe que mi identidad ha sido una sola, que mis principios jamás han sido negociables, ni cuando fui un hombre grande a nivel mundial, ni cuando empecé nuevamente a trabajar después de que pasé la crisis de depresión. Volví a trabajar sobre eso.

SEMANA: En ese boom de Charlie Zaa, ¿hizo tanto billete para comprar todas las propiedades que tiene?
C. Z.: En Colombia jamás había existido un fenómeno como el de Charlie Zaa. Ustedes lo saben. Hay mucha gente en el mundo entero que su vida fue impactada por medio de mi música. Abuelos, adultos, jóvenes y adolescentes. Han pasado 30 años y la semilla que Dios me entregó fue tan buena, que esta tierra todavía está dando fruto. En el año 96, fue el disco más vendido en Colombia después de los 14 cañonazos. Aparece un muchachito de Girardot, Cundinamarca, haciendo un disco en homenaje a Julio Jaramillo y es un fenómeno nacional, y a los dos meses se convierte en un fenómeno mundial.
Entre el 96 y el 2003, se facturaron más de 3.500 millones de pesos de esa época.
Cuando yo salí de Colombia y empecé a montar todos estos negocios de renta, lo hice pensando que en algún momento mi carrera no iba a trascender como hasta hoy en día ha trascendido; compré e invertí pensando en un futuro. Nunca he sido una persona viciosa, ni marihuanera ni periquera. Lo único que me dominó a mí en algún momento fueron las mujeres y el alcohol. Para la honra y gloria de Dios, logré vencer eso hace 18 años.
#Nación | Exclusivo: a Charlie Zaa le harán extinción de dominio de bienes por 25.000 millones de pesos, por presunto testaferrato a paramilitares. Aparece su discoteca El Oasishttps://t.co/X8KqTDvnPT
— Revista Semana (@RevistaSemana) July 5, 2025
SEMANA: La acusación contra usted es que tenía una relación cercana con Diego José Martínez Goyeneche, alias Daniel Goyeneche, excomandante del Bloque Tolima. ¿Conoce usted a Daniel Goyeneche?
C. Z.: Nunca he tenido vínculo con grupos al margen de la ley. Jamás me he prestado para eso. Si la Fiscalía tuviera pruebas en que me muestran a mí cantándole a un paramilitar o cantándole a un guerrillero, cantándole a un narcotraficante, yo acepto que me tengan ahorita frente a ustedes tratando de defenderme.
Hay un solo nombre que identifiqué, el señor Harry Whitman Malo, el administrador. Nosotros le rentamos el bar en 2003; el primer año pagó bien, a partir de ese momento empezamos a ver a muchas personas que ingresaban al lugar y andaban con el señor para arriba y para abajo, andaban escoltándolo. Inicié un proceso de restitución de bien inmueble contra este señor, Harry Whitman Malo, para que nos devolviera el bar, pero durante esos dos años que duró el proceso de demanda, él se fue a Melgar y montó una discoteca llamada Oasis también.

Yo fui el que le dio esa información a la Fiscalía pensando en que les estaba colaborando. Durante los dos años que duró el proceso, el señor no pagó un centavo de renta, pero sí tuvo plata para ir a construir una discoteca, para contratar al mismo arquitecto que yo contraté para construir el centro comercial. Blanco es, frito se come, gallina lo pone.
En Girardot, cuando estaba disparado en ventas, que se escuchaba mi música en cada esquina, montaban un negocio de empanadas y decían que era de Charlie, montaban un negocio de venta de telas, decían que era de Charlie, montaban un vagabundeadero y decían que era de Charlie. No, perdón, ¡por favor! La Fiscalía tiene que entender y no tratar de meterme dentro de una ecuación a la que yo no pertenezco.
SEMANA: Usted ha criticado la investigación, que no han escuchado sus argumentos, ¿qué le dice a la Fiscalía?
C. Z.: Que tienen que enfocarse muy bien al momento de hacer una investigación, porque dice la palabra de Dios que en la lengua está el poder de la vida y la muerte. Usted abre la boca y con la lengua le puede destruir la vida de una persona. Yo creo que lo que está haciendo la Fiscalía es eso, porque la investigación está errada. Pensé que realmente la Fiscalía estaba a favor de la gente buena, no de la gente mala. Pero por lo que estoy viendo, la intención de ellos es quedarse con algo a costillas de lo que sea.
SEMANA: Vuelvo al tema de Daniel José Martínez Goyeneche, alias Daniel Goyeneche, excomandante del Bloque Tolima. ¿Usted conoció a esa persona?
C. Z.: Todo lo que han dicho han sido mentiras. Lo dijo Juan, lo dijo Pedro, lo dijo Luis, pero no hay ningún tipo de prueba. Yo no conozco a ese señor. Nunca en mi vida he tenido la oportunidad de juntarme con nadie de ese talante. Hoy me tengo que defender de las mentiras que están diciendo de mí y que lo toman como prueba para poner una medida cautelar. “Vamos a poner una medida cautelar sobre el centro comercial y sobre la discoteca, porque esto se está poniendo bueno”. Perdón. ¿Qué investigador está llevando a cabo esto?
SEMANA: ¿Ha hablado con la Fiscalía, con el Tribunal de Bogotá?, ¿le preocupa que pueda seguir avanzando el tema?
C. Z.: A mí no me preocupa que siga avanzando, siempre y cuando esté basado en la verdad. Me preocupa que siga avanzando sobre arena, donde solamente tienen como prueba el testimonio de una persona que dice que oyó al comandante decir... Eso me preocupa.