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“Está inválido, mi Diosito lo ayudó”. Descarada banda de asaltantes en cajeros automáticos de Bogotá quería llegar a las 100 víctimas. Se robaron más de 300 millones de pesos
Dos mujeres y tres hombres lideraban una red criminal que engaña a adultos mayores en transacciones de cajeros electrónicos mediante la modalidad del “cambiazo”.
Una buena memoria y una fachada de amables ciudadanos eran las descaradas cualidades de una banda de atracadores que convirtieron a adultos mayores en presas incautas y a los cajeros electrónicos de la ciudad, en el lugar de los hechos.
“Hay unos viejitos hermosos”, decían los descarados ladrones que se paseaban por centros comerciales de Bogotá, Cundinamarca, Tolima, Santander, Antioquia y el departamento del Meta. Como aves de rapiña se ubicaban en las filas de cajeros, identificaban a las víctimas y coordinaban la estrategia criminal.
Cinco delincuentes, cercanos incluso familiares, se comunicaban por celular, escogían las víctimas y planeaban la ruta de escape. Esas llamadas fueron interceptadas por la Fiscalía en la seccional de Bogotá para obtener las órdenes de captura y presentarlos ante la justicia, nuevamente, porque en el expediente reposa un prontuario criminal digno de un grupo de hampones de vieja data.
En los audios se escucha a los ahora capturados mientras comparten las claves de acceso de sus víctimas en los cajeros electrónicos. Se burlan y celebran que completaron su estrategia criminal sin dejar registro o alertar al personal de seguridad en los centros comerciales.
Tendencias
- Alias Camilo: 1933 la clave, todos bien.
- Alias Nataly: aló, el señor está tranquilo, está tranquilo.
- Alias Camilo: súbase, 1933 la clave, es un cucho como de plata, súbase al carro y nos vamos.
- Alias Nataly: ya voy llegando.
- Alias Camilo: hágale que el cucho ni se dio cuenta, yo la estoy mirando nadie la viene siguiendo
- Alias Nataly: quedó bien.
Fueron meses de seguimiento del CTI en la seccional de Fiscalías de Bogotá. Audios, videos, declaraciones y reconocimiento en fila de personas, para llegar a los responsables de un millonario hurto que dejó como víctimas a más de 74 personas, la mayoría adultos mayores que fueron engañados en transacciones de cajeros electrónicos.
Los delincuentes tenían varias modalidades para desocupar las cuentas bancarias de sus víctimas, la más común era manipular los cajeros electrónicos con cintas y así dificultar la operación de los mismos, de modo que los adultos mayores requerían ayuda para completar las transacciones, el momento que esperaban los hampones para aparecer y presentarse como ciudadanos amables, atentos a colaborar.
Esa patraña de colaboración la aprovechan los delincuentes para memorizar la clave de la cuenta bancaria y en cuestión de segundos cambiar la tarjeta de la víctima que se iba sin retirar su dinero y con una de las miles de tarjetas clonadas que estaban almacenadas en la casa del cabecilla, la misma que fue objeto de allanamiento en el curso de la investigación del CTI.
En las interceptaciones de la Fiscalía se escucha cómo alias Camilo y alias Nataly se burlan de las víctimas, incluso de qué forma las escogen y hasta cómo se “salvan” del asalto a sus cuentas bancarias.
Alias Camilo: no me la dio, hagamos otro lance… algo lo salvó, cuando me la iba a entregar me la rapó. De pronto porque está inválido, mi Diosito lo ayudó. Esperemos otro.
- Alias Nataly: ¿ya se fueron todos de ahí?
- Alias Camilo: mi Diosito lo salvó porque me la iba a dar y estaba inválido. Más bien otro. Ya le tenía el número 1470. Esperemos otro mejor.
Los delincuentes tenían roles definidos. Mientras unos buscan víctimas por los cajeros electrónicos, otros los acechan, se acercan en las filas. Otro grupo se encarga de marcarlos y, finalmente, el más histriónico hace el “lance” a la víctima, que no es otra cosa que ofrecer la supuesta ayuda para completar la transacción.
Los audios que presentó la Fiscalía durante la imputación de cargos advierten incluso cómo los bandidos discuten por la dinámica criminal y, sobre todo, cuando alguno pierde u olvida la clave que acaba de obtener de la víctima.
- Alias Camilo: venga para acá en el Social… no es como usted dice, Lidia, la próxima vez coja el teléfono y anótela.
- Alias Nataly: es 90…
- Alias Camilo: no es, no es, ya la tengo, ya le están haciendo la transa, véngase para acá.
- Alias Nataly: ¿dónde?
- Alias Camilo: en el social, en el social…
- Alias Nataly: este cucho ya va por la esquina…
- Alias Camilo: no se diga mentiras, yo sé por qué se lo digo… cuando le diga.
Al menos cinco integrantes de esta organización criminal quedaron en los videos de seguridad, en las interceptaciones y el reconocimiento que hicieron las víctimas. Tres fueron capturados en las últimas horas, presentados ante jueces de control de garantías para imputar cargos y pedir una medida de aseguramiento en centro carcelario.
Entre el material de prueba incluso se escucha cómo por teléfono estos delincuentes, culpables de su misma patraña, hablaban sin tapujos sobre las víctimas y cómo se movían por los cajeros de los centros comerciales. Se comunican con sus nombres de pila, lo que permitió hacer más efectiva y directa la imputación de cargos.
- Alias Camilo: Lidia se está quedando atrás, no tiene celadores, está firme, no hay nada… se fue, todo bien. Sálgase normal, coja hacia abajo y nos vamos para otro. Salga tranquilo, coja abajo.
- Desconocido: mk, ¿será que no aguanta otro lance?
- Alias Camilo: no hay que confiarse de los lancetas… sabe que aguanta en el ATH.
- Desconocido: sí, yo le puedo llegar al ATH.
- Alias Camilo: bueno, entonces sí, vengase para acá en el ATH.
- Desconocido: hágale.
- Alias Camilo: véngase para el ATH, acá hay dos viejitos hermosos.
- Desconocido: ¿acabaron de irse?
- Alias Camilo: sí, acabaron de irse… súbase por esa puerta… sea el último en la fila.
Fueron tres los capturados, pero la Fiscalía tiene identificado el resto de la banda. En los próximos días y con la suma de nuevas denuncias, se esperan más capturas y la posibilidad de que un juez entienda el daño que generan estos delincuentes en la calle y que sus antecedentes se convierten en la base de la acusación.