Nación
Estas son las pruebas del cónclave en la Casa de Nariño donde se habría fraguado el millonario saqueo a la UNGRD
Las imágenes son reveladoras. Tal como lo había confesado Olmedo López, el 27 de noviembre de 2023 se habrían dado las órdenes para comprar a los congresistas.

El gigantesco escándalo de corrupción en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) ha girado en torno a un episodio en el cual se habrían dado las órdenes para comprar la conciencia de los congresistas a cambio de millonarios contratos en la entidad. Esto, con el fin de que apoyaran al Gobierno Petro en el trámite de las reformas y la aprobación de créditos ante la banca internacional.

Este oscuro episodio, que habría ocurrido en el corazón del Estado, en la Casa de Nariño, fue bautizado como el “cónclave” por parte de Olmedo López, exdirector de la UNGRD, hoy en prisión. Hasta ahora, solo se conocía su testimonio.

SEMANA tiene en su poder las pruebas irrefutables de esa cita donde se habría concretado ese acuerdo corrupto, y a la que habrían asistido nueve personas, entre ministros y altos funcionarios del Estado. La cita, tal como señaló Olmedo López, fue el 27 de noviembre en el despacho de Carlos Ramón González, entonces director del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), hoy prófugo de la justicia y refugiado por el régimen de Daniel Ortega.

Se trata de un informe explosivo y reservado de 62 páginas, de la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia, en el que están los fotogramas de los momentos previos a la reunión, un encuentro que duró más de tres horas, y la salida de cada uno de los altos funcionarios.
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Todos aparecen registrados por las cámaras de la Casa de Nariño, que, aunque estaban supuestamente inactivas, como reveló SEMANA, la Corte, en su investigación, logró reconstruir el que podría ser el episodio más escandaloso del gobierno Petro, en cuanto a corrupción se trata.

En las imágenes, hay un dato revelador, pues aparece un nuevo personaje que no había sido nombrado por ninguno de los testigos y que se sentó en la misma mesa, en la que se habría acordado el saqueo a la UNGRD. Se trata del entonces ministro TIC y hoy candidato presidencial, Mauricio Lizcano, quien tendrá que explicar su presencia en la oscura cita y por qué no informó a las autoridades que durante esa reunión en el despacho de Carlos Ramón González se establecieron acuerdos corruptos, como confesó Olmedo López.

Sobre esa fotografía, Lizcano dijo que él no está investigado por ese escándalo de corrupción y que no ha sido mencionado por los protagonistas. “No me senté con Olmedo López a hablar de nada de eso y la prueba es que el propio Olmedo no me ha mencionado. No estoy investigado, ni mencionado en este escándalo”, afrimó.
Agregó: “Sobre la imagen mía en la Casa de Nariño debo aclarar que se hicieron dos reuniones distintas porque no estuve en reunión alguna donde se hablara de ese tema. Ese día fui porque estaba citado el comité de estrategia que siembre se hacía a las 8:00 de la mañana”.
Fue enfático en decir que solo estuvo una hora en el palacio presidencial y que si ese cónclave existió, no tuvo conocimiento del mismo.
Si existía alguna duda del cónclave que fue revelado en SEMANA, hace más de un año, en la primera entrevista que dio Olmedo López, las pruebas recaudadas por la Corte Suprema de Justicia no dan espacio a cuestionamientos.
El asunto no es de poca monta. Según el testimonio de Olmedo López, que ya tiene a varios de los implicados tras las rejas y a otros en investigación, ese día se habló de la compra de los congresistas. De acuerdo con López, el entonces ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, afirmó que le estaban pidiendo 80.000 millones de pesos en contratos y que iba a bajar la cifra a 30.000 millones. Asimismo, de acuerdo con López, el entonces ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla se habría comprometido con el presupuesto. Y así ocurrió, pues se emitieron los Certificados de Disponibilidad Presupuestal (CDP) por 700.000 millones de pesos para la UNGRD.

Es día se habría puesto en marcha la compra masiva de congresistas, tanto de la Comisión de Crédito Público como de la Comisión Primera de Senado, para que aprobaran, a pedir de boca del Gobierno, las iniciativas que hacían curso en el Legislativo.
El informe reservado, dirigido al magistrado Misael Rodríguez, fue obtenido hace apenas dos meses, el 19 de mayo, cuando un investigador de este despacho llegó a la Casa de Nariño. A través de “la plataforma Azure de Microsoft (…) accedió al contenedor de la información en el que se encuentran almacenados los archivos de video agrupados en subcarpetas por horas”. En ellos, el funcionario hizo un rastreo de las fechas en las que Olmedo López advirtió que se había realizado el “cónclave”, hasta que encontró las irrefutables pruebas.
En la investigación también se obtuvo “un plano topográfico de referencia de entradas, corredores, salas de espera, salas de reuniones, disposición de las cámaras del circuito de videovigilancia, oficinas y además espacios relevantes para la presente investigación de la Casa de Nariño”.

Se trata de un minucioso trabajo de filigrana en el que los investigadores reconstruyeron lo ocurrido ese 27 de noviembre con base en los registros de 27 cámaras de seguridad del palacio presidencial, entre las 7 a. m. y las 12 del mediodía, cuando se habría dado el torcido cónclave.
Las imágenes
Bajo el rótulo “identificación de sujetos de interés”, la Corte Suprema reseña a cada uno de los nueve participantes desde el mismo momento en que fueron captados a la entrada de la Casa de Nariño. “Con el objetivo de identificar a los sujetos de interés en los archivos de video objeto de análisis, se hizo un ejercicio de cotejo entre las imágenes visualizadas durante la actividad y fotografías disponibles tanto en fuentes abiertas como en el expediente. Resultado de lo anterior, se identificaron sujetos de interés que coincidirían en sus características morfológicas de rostro y cuerpo con las siguientes personas”, señala el informe.
Enseguida, cita a cada uno de los involucrados en el cónclave: Luis Fernando Velasco, Ricardo Bonilla, Gloria Inés Ramírez, exministra de Trabajo; Guillermo Alfonso Jaramillo, ministro de Salud; Mauricio Lizcano, exministro de Tecnologías para la Información y las Comunicaciones; Carlos Ramón González, exdirector del Dapre; Olmedo López, exdirector de la UNGRD; Jaime Ramírez Cobo, exasesor del Dapre; y Kevin Fernando Henao, entonces asesor del Ministerio del Interior.

Con base en las declaraciones de Olmedo López, quien había descrito ante la Corte en detalle cómo se llevó a cabo el conclave, el investigador del despacho del magistrado Misael Rodríguez determinó tres “áreas de interés durante el evento del 27 de noviembre”.
Estos son denominados en el informe así: zona pasillo despacho presidencial, que comprende oficina director Dapre y salón Obregón, y zona salón Paloma. Y tiene, según los planos topográficos, tres posibles vías de acceso, una conduce directamente al despacho del presiente Gustavo Petro. La segunda y tercera, el ingreso por carrera octava y por la carrera séptima.

Para llegar a este nivel de detalle y reconstruir todo lo que pasó en ese cónclave, los investigadores levantaron seis vistas planimétricas de la Casa de Nariño.
Los resultados
En el informe hay uno de los puntos más coyunturales, llamado “resultados de la actividad”, que detalla la llegada de cada uno de los invitados y el minuto a minuto de su ingreso, camino a la reunión de casi tres horas, y la posterior salida de la Casa de Nariño.

“El evento en mención habría tenido lugar durante una ventana temporal que inició a las 8:14 a. m., con el ingreso de los primeros participantes al lugar del encuentro y que se extendió hasta las 11:12 a. m. con la salida de la última persona de interés. Durante algunos minutos previos al evento, alguno de los participantes que llegaron temprano a la edificación se habrían reunido en una habitación cercana denominada en el plano topográfico como salón Obregón”, se lee en el informe.
Además, se explica cómo fue reconstruida en detalle la reunión corrupta: “La metodología de análisis de información aplicada consistió en hacer seguimiento a través de la visualización de los registros de video de las cámaras de seguridad de la Casa de Nariño a cada una de las personas que habrían participado de la referida reunión”.

Dicho seguimiento abarcó los caminos que transitaron los sujetos de interés desde su ingreso a la edificación hasta su llegada al sitio en que tuvo lugar el encuentro, su permanencia en dicho lugar y las rutas que tomaron al término del evento.
El documento ratifica una información que ya había publicado SEMANA y que es la inexplicable falla de los equipos y cámaras de grabación en la Casa de Nariño, y que fueron documentados en su momento por el encargado de sistemas, René Guarín, y el emproblemado y expulsado de los Estados Unidos exjefe de seguridad del presidente Gustavo Petro, el coronel Carlos Feria.

“Hacia la salida del inmueble, como se relacionará más adelante, debido a que los archivos de video analizados presentan saltos en el registro, algunos con duración de pocos segundos, y otros de varios minutos complejidad advertida durante la diligencia de inspección respectiva. Los rastreos realizados en cumplimiento de la orden no permitieron documentar la totalidad de los pasos seguidos por cada uno de los participantes del evento”, advierte el investigador de la Corte Suprema en el documento.
Lo que muestran las cámaras
De forma específica, el informe detalla la llegada de cada uno de los nueve participantes. El primero en llegar fue Jaime Ramírez Cobo, recordado además por ser el padrino de matrimonio de Laura Sarabia, quien llegó a la Casa de Nariño a las 7:48 a. m. Le siguió Luis Fernando Velasco, a las 7:55 a. m., al lado de su asesor Kevin Fernando Henao. El seguimiento de las cámaras muestra cómo se dirigen hacia el Salón Obregón.

El testigo estrella y exdirector de la UNGRD, Olmedo López, llegó a las 7:58 a. m. A las 8:04 a. m., llega el entonces MinTIC, Mauricio Lizcano, quien toma la misma ruta. Tres minutos después arriba a la Casa de Nariño el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo. El anfitrión de este miniconsejo de ministros corrupto, Carlos Ramón González, llega a las 8:09 a. m.
El dueño de la chequera ―quien luego de esta reunión dispuso los Certificados de Disponibilidad Presupuestal (CDP)― el entonces ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, arribó a las 8:21 a. m. La ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, llegó a las 8:32 a. m. Ninguno de los participantes salió de la reunión hasta pasadas las 11 de la mañana.

Todos los invitados debieron dejar sus celulares en una caja de seguridad conjunta a la oficina del director del Dapre, y no era para menos, presuntamente se iba a fraguar el que hoy es el hecho de corrupción más grande del actual Gobierno. Era tal el cuórum de altos funcionarios del Estado que incluso algunos tuvieron que entrar con sillas en mano.
De ser cierta la versión de Olmedo López ―incluso los que aseguran que no tuvieron nada que ver con la trama corrupta― todos tuvieron conocimiento de la forma cómo estaban “cuadrando” a los congresistas, el monto de los contratos y el saqueo a la UNGRD para pagar el respaldo. Ninguno denunció estos hechos.