Investigación
Este fenómeno tiene en jaque la salud y la seguridad: informes del Gobierno Petro revelan un escandaloso incremento en el consumo de drogas en Colombia
Informes oficiales del Gobierno dejan en evidencia que los cultivos ilícitos no paran de crecer y las incautaciones se estancaron, lo que estaría provocando un estrepitoso incremento en el consumo interno.


La diversidad de grupos multicrimen dedicados al negocio del narcotráfico y microtráfico, aunados al aumento de cultivos ilícitos y los penosos resultados de la lucha contra las drogas, han dejado un resultado preocupante que tiene en jaque la salud pública y la seguridad en las principales ciudades del país: el consumo interno de drogas se disparó.
SEMANA conoció los recientes informes oficiales que expidió el Ministerio de Justicia, liderado por Eduardo Montealegre. Reflejan el riesgo que estaría atravesando la política de drogas para convertirse en una “prodrogas”, en medio del aumento de este negocio criminal y los escasos resultados en la judicialización de los responsables detrás del menudeo en las calles. A esto se suma la decisión de no combatir ni extraditar a los capos que lideran organizaciones armadas.
Los documentos reflejan que, durante la transición del Gobierno de Iván Duque a la llegada del presidente Gustavo Petro (2022), las incautaciones de base de coca tocaron su techo, con más de 106.000 kilos, pero desde ese momento la caída fue estrepitosa: el año pasado el decomiso solo llegó a 75.000 kilos de esa pasta.

El asunto es más grave, señala el informe con corte a 30 de junio de 2025: el bajón en las incautaciones de marihuana. En 2021, un año antes de que finalizara el anterior Gobierno, se incautaron cerca de 500.000 kilos, mientras que el año pasado esa cifra llegó a los 452.000.
Lo más leído
SEMANA contactó al coronel retirado Miguel Tunjano, experto en antinarcóticos, quien se desempeña como analista de políticas públicas. Él advirtió que “la población criminal que mueve el negocio ha aumentado, mientras que las judicializaciones y las extradiciones han disminuido. Esto básicamente se traduce en pasar de una política contra las drogas a una política prodrogas o proorganizaciones criminales”.
Los informes del Ministerio de Justicia, la cartera que presentó el proyecto de paz total para ofrecerles beneficios a los responsables detrás de este negocio criminal, también registran que se han frenado extradiciones producto del narcotráfico por orden presidencial, las judicializaciones y hasta las extinciones de dominio. En el caso de las extinciones de dominio a bienes vinculados con el narcotráfico, la comparación es enorme, pues durante la presidencia de Duque la cifra superó los 17 billones de pesos, mientras que en el actual Gobierno ese número no alcanzó los 5 billones de pesos.

Además del notable debilitamiento en la lucha contra el narcotráfico, el reporte también deja ver una enorme caída en la erradicación manual realizada por la fuerza pública, pues en 2021 la cifra quedó en 103.000 hectáreas, mientras que este año esa cifra apenas llega a las 2.600 hectáreas.
El Gobierno Petro les apostó a la sustitución voluntaria y a los acuerdos con grupos armados en desmovilización, una estrategia que no ha arrancado cuando solo queda un año de mandato.
De hecho, el más reciente informe de Monitoreo de territorios con presencia de cultivos de coca, de las Naciones Unidas (ONU), detalló que en Colombia aumentó un 10 por ciento el área sembrada, con 253.000 hectáreas en total, y la producción potencial de cocaína tuvo el escandaloso incremento de 53 por ciento.

El coronel (r) Tunjano subrayó que esto se traduce en un panorama que pone en jaque la seguridad: “El impacto es que se aumenta el consumo interno y, cuando este crece, se están alimentando los grupos armados de control territorial y los grupos que toman el mercado del tráfico en pequeñas cantidades”.
El último reporte del Estudio nacional de consumo de sustancias psicoactivas, del Ministerio de Justicia en 2023, detalló que en los últimos 14 años se incrementó de 13 a 28 por ciento el consumo de sustancias ilícitas en estudiantes universitarios.
Coletazo en las ciudades
El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, manifestó que el aumento exponencial de los cultivos de droga, además de la falta de control sobre el tráfico, estaría disparando el consumo. Esto alimenta las redes criminales, organizaciones dedicadas al microtráfico y la inseguridad.
“El país está inundado de droga, la producción ha crecido, las hectáreas han crecido y la productividad de esas hectáreas, también. Eso es lo que dinamiza las operaciones criminales que afectan a las ciudades, porque esa droga termina en ciudades como Bogotá”, dijo el alcalde Galán. Sentenció que Colombia dejó de ser un país productor y se convirtió en consumidor de droga.

El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, también cuestionó esta situación. Aseguró que no entiende cómo “hay quienes romantizan el uso de las drogas”. Al inicio de su periodo le declaró la guerra a ese fenómeno, prohibiendo el consumo en zonas públicas. Pero “¿dónde están las medidas para brindar atención a quienes ya tienen una situación problemática?”, cuestionó Gutiérrez.
El alcalde de Cali, Alejandro Eder, lanzó una estrategia para prohibir el consumo de sustancias psicoactivas en el espacio público, pero la realidad es que esta ciudad es una de las más golpeadas por las organizaciones criminales. Ya se volvieron habituales las vendettas originadas justamente por el narcotráfico, que tiene uno de sus epicentros apenas a unos kilómetros en Cauca.
Gustavo Petro llegó a la presidencia con anuncios de diálogos en busca de la paz total como política para erradicar el cultivo, tráfico y consumo de drogas, pero hasta ahora los resultados oficiales le resultan contrarios.