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Exclusivo | “Es un parásito”, informe de inteligencia revela los planes de traición y muerte a alias Iván Mordisco por parte de dos de sus alfiles
Alias Marlon, cabecilla de la estructura Isaías Pardo, y alias Cholinga, cabecilla de la estructura Dagoberto Ramos, estarían buscando apartarse de Mordisco y pensando en traicionarlo.
Canibalismo puro, eso es lo que se estaría viviendo al interior de las disidencias de las Farc del Estado Mayor Central en cabeza de Iván Mordisco. SEMANA obtuvo un informe de inteligencia militar en donde dos hombres fuertes de Iván Mordisco y que agrupan a más de 400 hombres en sus estructuras están pensando seriamente en traicionarlo.
Se trata de Wilmar Pazú Rivera, alias Cholinga, e Iván Jacob Idrobo Arredondo, alias Marlon, quienes están cansados de la manera como Mordisco está manejando la disidencias de las Farc, al punto que los calificaron como un parásito.
Según el documento, Cholinga y Marlon están en contra de que Mordisco les suba sin razón alguna las tarifas que le deben entregar por cuenta de los negocios criminales que manejan en sus zonas por narcotráfico, minería ilegal, secuestros, extorsiones, entre otros.
Señala el informe que todo se desencadenó luego de la división que se creó en las disidencias de las Farc, entre Mordisco y su antiguo socio alias Calarcá, quien optó por mantenerse en negociaciones de paz con el Gobierno nacional pese a seguir en sus actividades criminales.
“Debido a la guerra por el control de territorio en el que se enfrascaron Alexander Díaz Mendoza, alias Calarcá, en contra de Iván Mordisco, en el Meta y Guaviare, Mordisco comenzó a presionar por el reclutamiento de menores de edad, por armamento, porque se le entreguen mayores recursos económicos y se le designen más hombres”, señala el informe que contiene la fuerte fractura que hay en el Estado Mayor Central.
Añade el documento que “el punto de quiebre llega con el aumento de las operaciones militares que el Ejército comenzó a desplegar en el Valle del Cauca y Cauca, y ahora ellos necesitan de personal para hacer frente a las tropas”.
Pero la obstinación de Mordisco en sus nuevas condiciones volvió vulnerables a los otros frentes, situación que le incomodó a Cholinga y Marlon. Las pruebas con las que cuenta la fuerza pública, entre ellas testimonios de desmovilizados y capturados de las disidencias de las Farc, señalan “que ellos (Cholinga y Marlon) le argumentaron que la desmovilización, fugas de personal, capturas y muertes en combates los tenían muy apretados con la gente en Páez, Morales, Suárez, Buenos Aires y Benalcázar, Cauca. También en departamentos como Valle del Cauca, Tolima y Huila, donde buscan expandirse.
Las rentas criminales le habían permitido a Cholinga y Marlon tener unas estructuras fuertes, con reservas de armamento automático y semiautomático, robustas en número de hombres, municiones de diferentes calibres, explosivos, material de comunicaciones e intendencia, pero dada la nueva posición de Mordisco, los cabecillas han tenido que atrasarse en los pagos a sus hombres, generando molestia al interior de las disidencias.
Para tratar de buscar una solución –dice el informe–, Marlon y Cholinga le expresaron el inconformiso a Mordisco, quien les respondió con malos tratos, y acusando a sus dos cabecillas de desviar dineros para asuntos diferentes a la guerra. “La guerra en el Cauca puede esperar y ustedes allá se pueden sostener, la mía en el Meta no da espera y es cuestión de honor revolucionario”, le dijo Mordisco a los dos cabecillas.
La conversación no terminó bien, según el documento de inteligencia, y Cholinga y Marlon salieron renegando de las órdenes de Mordisco, a quien calificaron como parásito, porque los quería dejar sin recursos, sin hombres y sin cómo enfrentarse a la fuerza pública, mientras él buscaba su beneficio personal en el Meta para expandirse y para ello designó a alias Dumar, como lo reveló SEMANA.
Por estas razones –señala el documento de carácter restringido– Cholinga y Marlon estarían buscando traicionar a Mordisco para ellos crear una disidencia dentro de las disidencias de Mordisco como ocurrió con Calarcá.
“Estarían buscando la posibilidad de declararse en desobediencia o retirarse de la estructura, llevándolos a conformar nuevas disidencias que podría adoptar un nuevo nombre”, señala el documento.
El expediente de las disidencias indica que Cholinga y Marlon estarían de acuerdo en asesinar a Mordisco, aprovechando que tiene varios enemigos que lo buscan como la fuerza pública, el frente de guerra occidental del ELN, los hombres de Calarcá, el Clan del Golfo y la Segunda Marquetalia.
A Cholinga y Marlon también les molestó –según el documento– el haber perdido la ventaja que tenían con el cese al fuego, y que les había permitido fortalecerse. Los testimonios de disidentes capturados o desmovilizados señalan que aunque no estaban de acuerdo con el proceso de paz, sabían que estar en las conversaciones les generaba tranquilidad como les ha sucedido a Calarcá y sus hombres.