INVESTIGACIÓN
Exclusivo: los equipos militares con los que el Ejército defiende la soberanía nacional, por lo viejos, parecen piezas de museo
Un informe secreto del Ejército, conocido por SEMANA, pone al descubierto que los equipos para defender la soberanía nacional son prácticamente de museo y requieren modernización urgente.

Mientras el país vuelca sus ojos sobre el negocio que está por cerrar Colombia con Suecia para comprar los aviones de guerra Gripen y reemplazar la vieja y ya casi obsoleta flota de Kfir, en el Ejército hay preocupación: la salida de funcionamiento de varios equipos militares clave para defender la seguridad nacional y otros que se encuentran operando a media marcha, como lo ha venido revelando SEMANA.
En un documento en poder de este medio, el Ejército se mostró preocupado por los sistemas antiaéreos Eagle Eye, que tienen como misión persuadir o derribar vuelos ilegales del narcotráfico, proteger activos estratégicos y dar respuesta disuasiva ante amenazas externas.

El país cuenta con 12 de estas plataformas de fabricación israelí, país con el que Colombia no tiene relaciones diplomáticas por orden del presidente Gustavo Petro.
Fuentes del Ejército confirmaron que los cañones que se encuentran ubicados en zonas estratégicas del país no están funcionando completamente y, lo más preocupante, no han sido reemplazados por tecnologías más modernas, aunque su cambio es fundamental.
Lo más leído

En el documento secreto, en poder de SEMANA, el Ejército le recomienda al mando militar que se debe dar, sí o sí, el cambio de estas plataformas por elementos más recientes, dado que estos ya están viejos y no se consiguen repuestos.
“Con el propósito de mejorar las capacidades de defensa antiaérea, se hace necesario reemplazarlos, teniendo en cuenta las siguientes consideraciones: aviones de la amenaza con capacidades que superan nuestros sistemas de defensa antiaérea. Estos sistemas deben avanzar paralelamente con los avances tecnológicos de los aviones y misiles de posibles amenazas”, señala el documento militar.

Otro de los equipos que genera preocupación en el Ejército por su alto grado de desgaste, y que implica una operación limitada, es el de los misiles Nimrod. Este es un sistema de misiles aire-superficie antitanques, desarrollado por Israel Aerospace Industries. De acuerdo con expertos en seguridad y defensa, aunque esté diseñado principalmente para uso antitanque, en un enfrentamiento en tierra tiene la capacidad de ser dirigido contra diferentes objetivos, como vehículos blindados, barcos, tanques, concentraciones de personal y organizaciones criminales.
Los misiles que suelen ser lanzados desde vehículos militares tienen la capacidad de destruir radares, sistemas de mando y control, plataformas estratégicas del enemigo, y cuentan con un alcance de hasta 26 kilómetros.

SEMANA consultó con fuentes del Ejército sobre la situación actual de los sistemas Eagle Eye y de los misiles Nimrod y confirmaron que no están en un ciento por ciento de su operatividad. Incluso señalaron que están por debajo del 50 por ciento.
La situación de deterioro de estos equipos es tan grave que el Ejército ya inició el proceso de desmilitarización de varios de ellos, lo que representa que se debe definir si son destruidos o son guardados como piezas de museo.

El reemplazo de los equipos ya está visto, pero el problema es de recursos. El Ejército no ha recibido las partidas presupuestales necesarias para cambiarlos, señalaron las fuentes del Ejército.
Por ejemplo, para reemplazar el sistema Eagle Eye, fuentes de la institución castrense señalaron que se ha evaluado un sistema Mamba de cañones de corto alcance. Mientras que para el caso de los Nimrod, la opción sería misiles tierra-tierra. Sin embargo, no se cuenta con el presupuesto para hacer efectiva la compra.

Para garantizar los recursos que permitan la adquisición de nuevos cañones para defender la soberanía nacional, se debe esperar hasta el próximo año a que se convoque un nuevo Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes). Allí, el Ministerio de Defensa debe presentar las necesidades del Ejército al Gobierno para que se defina si se asignan o no los recursos.
Pero la capacidad en tierra del Ejército no solamente está disminuida, como lo ha venido revelando SEMANA. La flota de aviones Antonov-32 y Casa 212 se encuentra en grado de obsolescencia.

A los problemas presupuestales hay que sumarles los diplomáticos. En su más reciente consejo de ministros, el presidente Gustavo Petro lanzó un fuerte regaño al ministro de Defensa, Pedro Sánchez, por permitir que sigan llegando componentes militares de Israel, país con el que el jefe de Estado ordenó suspender toda clase de cooperación.
“Tiene que responder”, dijo Petro, luego del jalón de orejas contra el ministro de Defensa. En repetidas ocasiones, expertos en temas de seguridad y defensa advirtieron las graves consecuencias que traería para el país romper relaciones con Israel, debido a que un alto porcentaje de los equipos que tiene Colombia para combatir el crimen de alto impacto, como las disidencias de las Farc, el ELN y el Clan del Golfo, proviene de ese país, que suministra repuestos y asesoría técnica, entre otros factores.

SEMANA reveló cómo los equipos de inteligencia militar que fueron claves en históricas acciones, como la operación Jaque, en la que fue rescatada Ingrid Betancourt y otros secuestrados, o las operaciones donde murieron Alfonso Cano y el Mono Jojoy, se encuentran funcionando con grandes limitaciones por falta de presupuesto, repuestos y el distanciamiento con Israel.
Uno de los aparatos que fue esencial para escuchar las conversaciones de la entonces guerrilla de las Farc funciona con limitaciones, reduciendo la ventaja de las tropas sobre el enemigo. Se trata del equipo de radiogoniometría, que forma parte del Batallón de Inteligencia de Guerra Electrónica, que se encuentra desactualizado, por lo que las fuerzas están perdiendo terreno con el adversario por las nuevas tecnologías de información y comunicaciones que vienen implementando los criminales y las amenazas extranjeras.

La falta de actualización de todo el sistema está impidiendo “recolectar, almacenar, fusionar, analizar y difundir la información de manera oportuna, eficiente y eficaz”, dice el documento de carácter reservado del Ejército.
La lista de equipos de museo o que se encuentran funcionando con serias limitaciones es larga. Tras el reciente regaño del presidente Petro al ministro Sánchez por seguir permitiendo la llegada de armamento de Israel, desde el Ejército, confirmaron las fuentes, hay preocupación con los misiles Spike.

Para poder alargar su vida útil se necesitan tres niveles de mantenimiento, y uno de estos niveles se debe practicar con la casa fabricante, que es de origen israelí.
SEMANA reveló cómo algunos de los misiles estarían entrando en etapa de obsolescencia por la falta de mantenimiento completo. Un informe reservado del Ejército advierte que 87 de estos artefactos no se podrían usar más.

Colombia tiene en su inventario unos 300 equipos de este tipo, pero gran parte de ese arsenal podría quedar en desuso. Sobre su mantenimiento, SEMANA estableció en un documento reservado que los misiles Spike tienen una vida útil de 20 años.
A partir de los primeros 10 años, cada 12 meses se les debe practicar mantenimiento tipo nivel II, conocido como sealed bag (sellado de bolsas), además de un escaneo completo, seguro y armado de espoletas; el mantenimiento nivel III lo debe realizar el fabricante israelí.

La compleja situación de los equipos de guerra se conoce en medio de la celebración del 20 de julio, cuando el Ejército muestra al país las capacidades en el tradicional desfile militar de independencia