Justicia
Exclusivo: SEMANA revela la solicitud del Tren de Aragua al presidente Petro para subirse a la paz total. El vocero es Larry Changa, pedido en extradición
SEMANA revela en exclusiva una carta de esta organización criminal en la que pide pista para entrar a la paz total del presidente Gustavo Petro. La solicitud la hace Larry Changa, fundador del Tren de Aragua.
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El Tren de Aragua, la organización criminal de mayor crecimiento en el mundo, se quiere subir al cuestionado proyecto de paz total del Gobierno del presidente Gustavo Petro. En su expansión, se ha tomado a sangre y fuego negocios ilícitos como tráfico de droga, extorsión, trata de personas, minería ilegal, explotación sexual, secuestros, sicariato y lavado de dinero.
SEMANA conoció en exclusiva la carta enviada por uno de los más altos miembros de este grupo delincuencial, nacido en Venezuela y cuyos tentáculos ya se extienden por toda Latinoamérica, Estados Unidos y Europa, en la que toca las puertas del Gobierno Petro para “solicitar la inclusión del Tren de Aragua en los procesos de la política de paz total”.
Se trata de Larry Amaury Álvarez Núñez, conocido con el alias de Larry Changa, uno de los fundadores del Tren de Aragua. Se encuentra detenido en la cárcel La Picota, en el pabellón de extraditables, a la espera de su envío a Chile, donde es requerido. Su extradición ya fue aprobada por la Corte Suprema de Justicia. Solo falta la firma del presidente Petro para mandarlo a ese país. Larry Changa también es solicitado en Venezuela.

El polémico documento, conocido en exclusiva por SEMANA, ya fue radicado para el presidente Petro, el ministro de Justicia, Eduardo Montealegre, y el alto comisionado para la paz, Otty Patiño. Plantea como asunto: “Propuesta de colaboración en iniciativas de prevención, reinserción y desarticulación de dinámicas criminales transnacionales”.
En principio, se puede plantear que es una estrategia desesperada de Larry Changa para frenar su extradición. Sin embargo, en el documento deja claro que no se trata de una negociación personal, pues advierte, por su rango en el Tren de Aragua, que es un vocero autorizado para iniciar esta negociación.
“Como uno de los tres fundadores y vocero autorizado de la denominada banda criminal Tren de Aragua, me dirijo a ustedes con el debido respeto para expresar mi voluntad y la de nuestra organización de colaborar con el Estado colombiano en iniciativas de carácter social, preventivo y de reinserción, que contribuyan a reducir la violencia y la influencia de organizaciones criminales que afectan a comunidades vulnerables y a la población migrante”, se lee en la propuesta firmada por Larry Amaury Álvarez.
En este caso, Larry Changa es quien, avalado por el Tren, hizo el acercamiento con el Gobierno. Pero desde la cárcel La Picota hay otros tres hombres de la organización, calificada como terrorista por la Casa Blanca, que también se sentarían a establecer los primeros acuerdos en caso de que el Gobierno Petro decida sumarlos a la paz total. Hasta el momento, esta política ha dejado pocos resultados, pero sí un masivo levantamiento de órdenes de captura de criminales que ahora no pueden ser capturados, ni siquiera si son encontrados cometiendo delitos en flagrancia.

Los otros tres emisarios del Tren de Aragua son Carlos Francisco Gómez Moreno, alias Bobby, otro delincuente de alto perfil de esta organización, también pedido en extradición. Está involucrado en el secuestro y asesinato del militar venezolano Ronald Ojeda, desertor de las Fuerzas Bolivarianas, que estaba en condición de refugiado en Chile.
Se suman Dayonis Junior Orozco, alias Boti, pedido en extradición por el Gobierno chileno y responsable del asesinato del teniente de carabineros de este país Emanuel Sánchez. El tercero que entraría a la negociación si el Gobierno abre la puerta es Luis Alfredo Carrillo, alias Gocho, quien también participó en el crimen del militar venezolano Ojeda.
La carta de Larry Changa, de dos páginas y dirigida al alto Gobierno, argumenta que esta solicitud se da por “mi preocupación por las condiciones sociales que generan vulnerabilidad (pobreza extrema, falta de oportunidades y exclusión social), así como el deseo de aportar desde un enfoque de prevención social y reinserción personal”.
Esta solicitud puede ser calificada de oportunista, pues estos miembros del Tren de Aragua están detenidos en La Picota, en el pabellón de extraditables, listos para ser enviados a Chile. De ser aceptada su solicitud, el bolígrafo presidencial podría frenar este proceso.

Por eso, la carta advierte: “No busco evadir la justicia ni interferir en procesos judiciales para propiciar impunidad. Mi intención es netamente de colaboración y sometimiento a la justicia. Mi ofrecimiento se basa estrictamente en la verdad y la no repetición, orientado a contribuir en políticas públicas mediante diagnósticos sociales, propuestas de programas de formación y empleo, y mecanismos de prevención comunitaria”.
El efecto Petro
Lo que sí es claro es que la paz total es una propuesta de pocos resultados, pero muy generosa. A ella se han sumado todo tipo de criminales, como guerrillas, disidencias, reductos paramilitares y delincuencia común. Ahora quienes tocan la puerta son los miembros del Tren de Aragua, pero con una particularidad: plantea de entrada vacíos jurídicos para iniciar cualquier exploración, pues se trata de una organización de carácter transnacional.
Justamente, en el pleno de Naciones Unidas, el presidente Gustavo Petro afirmó que no es una organización terrorista; por el contrario, son delincuentes nacidos de la idea de bloquear a Venezuela.

Estas palabras se convirtieron en una suerte de coqueteo para el Tren de Aragua, que, en la misiva en la que piden pista para ingresar a la paz total, retoman las palabras de Petro en la ONU: “Usted, señor Presidente Gustavo Petro, ha sabido entender el origen de los conflictos, que radica en la pobreza y en la falta de oportunidades. Así lo ha manifestado incluso ante las Naciones Unidas, donde expresó: ‘Mentira que el Tren de Aragua es terrorista; solo son delincuentes comunes en forma de banda, agrandados por la estúpida idea de bloquear a Venezuela’”.
La propuesta de negociación del Tren de Aragua, en vocería de Larry Changa, tiene planteamientos claros de entrada: “Participar, bajo la mediación institucional reconocida legalmente para estos procesos, en mesas de diálogo que permitan identificar los factores sociales que favorecen la criminalidad y proponer medidas de prevención”.
Además, propone “colaborar en el diseño de programas de reinserción sociolaboral y de formación técnica para jóvenes en condiciones de vulnerabilidad y apoyar campañas de prevención dirigidas a la población migrante y a comunidades receptoras, en coordinación con autoridades locales y organizaciones no gubernamentales”.
En la otra orilla está la posición del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de quien Petro ha pretendido convertirse en antagonista, al calificar al Tren de Aragua como una organización terrorista aliada al cartel de los Soles, grupo narcotraficante que para la Justicia americana está comandado por el Gobierno venezolano. Sus cabecillas son el presidente Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, y Vladimir Padrino, ministro del Poder Popular para la Defensa.

En el mismo pleno de la ONU, Trump fue claro: “El Tren de Aragua proviene de Venezuela. Estas organizaciones torturan, mutilan y asesinan con total impunidad. Son enemigos de toda la humanidad. Por esta razón, Estados Unidos ha comenzado a usar el poder supremo de su fuerza militar para destruir a los terroristas y redes de narcotráfico venezolanas lideradas por el régimen criminal de Nicolás Maduro”.
¿Quién es Larry Changa?
SEMANA consultó con fuentes de inteligencia por Larry Amaury Álvarez Núñez y su importancia en la organización criminal del Tren de Aragua. Según señalaron, cumple el rol de coordinador estratégico y cabecilla nacional con presencia en el Eje Cafetero, pero con injerencia criminal a nivel nacional debido a su posición dentro de la estructura jerárquica de la organización.
Su captura constituyó, según información de inteligencia de la Policía, “el golpe más importante propinado al Tren de Aragua, al tratarse de uno de sus tres principales fundadores y cabecillas, junto con Niño Guerrero y Johan Petrica. Larry Changa comanda la estructura jerárquica, las finanzas criminales y la capacidad de coordinación transnacional de la organización”.

Pasaporte de impunidad
En el caso de este acercamiento con el Gobierno Petro, queda la duda de si se busca un pasaporte de impunidad para los miembros del Tren de Aragua. Esta posibilidad fue rechazada por el abogado penalista Gustavo Moreno, quien representa a Larry Changa de la mano del también abogado Kalev Giraldo.
En palabras simples, Moreno afirmó que, en el caso de Larry Changa, la suerte está echada y, aunque se dé el ingreso a la paz total, esto no frenaría su extradición. Por tanto, aseguró que su cliente no está buscando ese tipo de beneficios.
“La carta recientemente conocida de Larry Álvarez al presidente Gustavo Petro no debe entenderse como una exigencia de impunidad, sino como una manifestación de voluntad de diálogo y reintegración que corresponde al Estado procesar institucionalmente. Colombia no puede perder la oportunidad de transformar la violencia organizada en un proceso de desmantelamiento y aprendizaje institucional. Este no es un asunto de defensa individual, sino un desafío de país”, afirmó el penalista Moreno.
Y agregó: “Mi acompañamiento jurídico no busca justificar delitos ni minimizar responsabilidades, y mucho menos buscar impunidad, sino encauzar un proceso serio y real de verdad, reparación y no repetición, en el marco de los principios de justicia restaurativa y sometimiento efectivo a la ley”.
Tiene futuro la negociación
Más allá de los beneficios que puede representar sumarse a las filas de la paz total, como ha ocurrido con otras organizaciones criminales, la duda está en si es posible sentarse a la mesa con una organización de carácter transnacional considerada como terrorista por el Gobierno de Estados Unidos.
Al respecto, el senador Ariel Ávila, quien ha sido protagonista en el trámite de leyes de sometimiento en el Congreso y de la arquitectura de iniciativas de paz, consideró que la posibilidad de negociar está abierta; así se lo permite la ley de orden público, que ha facultado a diferentes Gobiernos para establecer estas negociaciones.

“Esta ley está vigente desde 1997 y la han usado Pastrana, Santos y el mismo Petro con la paz total. Es el marco jurídico para una salida negociada al conflicto, pero en la práctica hay solo dos caminos: la negociación tradicional con una agenda política y social, y el sometimiento, que supone entrega de bienes y verdad a cambio de reducción de penas, algo similar al modelo gringo”, explicó Ávila.
Para el senador, el primer camino ya fue avalado por la Corte Constitucional, pero no aplicaría para el caso del Tren de Aragua. En la segunda ruta, se requeriría un marco jurídico imposible de tramitar en la actualidad por la cercanía de las elecciones y las críticas a los pobres resultados de la paz total del presidente Petro.
“Hoy no hay marco para el sometimiento, pero eso no significa que no haya intención. En todo caso, el Gobierno tiene una opción y es el mismo modelo que se usó con el Ejército Revolucionario Popular Antisubversivo de Colombia (Erpac), que es un sometimiento semicoletivo utilizando el principio de oportunidad”, afirmó Ávila.
Así las cosas, la ley faculta al Gobierno Petro para que abra una mesa con el Tren de Aragua. Las condiciones y beneficios inmediatos dependen del bolígrafo presidencial, pero concretar un acuerdo sí requiere un marco jurídico.
La propuesta no tiene precedentes y abre una polémica internacional, pues el Tren de Aragua se ha extendido por el mundo. Por ahora, según el abogado Gustavo Moreno, representante legal de Larry Changa, este no busca frenar la extradición, que ya cuenta con concepto positivo de la Corte Suprema de Justicia. Sin embargo, la última palabra depende, nuevamente, de la firma del presidente Gustavo Petro.