JUSTICIA
Excontralor Felipe Córdoba denuncia ante la Corte Suprema al senador Ariel Ávila por calumnia e injuria, por video publicado en X
El congresista habla de una supuesta aspiración a procurador, y hace afirmaciones sobre los títulos universitarios que, según Córdoba, son falsas.
A la Sala Especial de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia llegó una querella contra el congresista Ariel Avila. La interpuso el ex contralor Carlos Felipe Córdoba y en esta señala al parlamentario de haber cometido presuntamente los delitos de injuria y calumnia agravadas.
Córdoba asegura que desde su cuenta en la red social X, en el usuario @ArielAnaliza, el congresista “publicó un video mediante el cual realizó aseveraciones que no solo faltan a la verdad, sino que además atentan contra mi buen nombre e incluso me endilga la calidad de sujeto activo de diferentes delitos”.
“En ellos se han presentado ataques de manera dolosa por parte del señor Ariel Ávila, a través de las redes sociales difundiendo “falsas acusaciones e imputaciones deshonrosas”, referidas a conductas que configurarían delitos tan graves como lo son: concierto para delinquir, peculado, abuso de función pública, falsedad, entre otros, sin soporte probatorio fáctico ni jurídico alguno”, agrega.
En su video, Ávila describe a Córdoba como uno de “los operadores políticos del gobierno Duque que ahora quiere ser procurador”.
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Córdoba responde una a una las aseveraciones de Ávila en su video. Por ejemplo, dice que “el señor Ávila manifiesta que siendo Contralor General de la República obtuve mi grado de Abogado en dos años y medio, y sin tener prueba de ello, afirma que no asistía a clases, es decir, pretende dejar en el imaginario de sus seguidores y en general de todo aquel que ve el señalado video, que no cumplí con los requisitos y obligaciones que tenía como estudiante, sino que al parecer obtuve algún tipo de favorecimiento ilegítimo por parte de la Universidad para la consecución de mi título profesional”.
El excontralor cuenta que recibió el grado de Gobierno y Relaciones Internacionales en el año 2004 en la Universidad Externado de Colombia. Y que logró el grado de derecho porque el Politécnico Grancolombiano le homologó varias de las materias de ese pregrado. Agrega que pudo estudiar ese programa de manera virtual durante la pandemia por COVID-19, en que se suspendieron las clases presenciales no para él, sino para todos los estudiantes del país.
También explica por qué ese pregrado lo hizo en el marco de un convenio que existió entre la universidad y la contraloría. “De nuevo, de manera ligera, irresponsable y sin tener prueba de ello, señala que solo se inscribieron 22 personas (cuando en realidad fueron 52), y que sólo se benefició una (cuando en realidad fueron 19, según información consultada por el suscrito)”.
El excontralor habla de la maestría que según Ávila él homologó de manera irregular. “Con todo se aprecia que el señor Ávila en su afán de proferir ataques injuriosos y calumniosos en mi contra, incluso llega a cuestionar decisiones judiciales ejecutoriadas proferidas por el órgano de cierre de lo contencioso administrativo”, sostiene.
Y, también incluye como una calumnia las afirmaciones del congresista de que cometió plagio en sus estudios. “Las anteriores afirmaciones además de ser ligeras e irresponsables, son completamente falsas”, asegura Córdoba.
Sobre su aspiración a la Procuraduría, Córdoba desmiente que él haya elevado una consulta al Consejo de Estado y asegura que esta fue hecha por el ministro Luis Fernando Velasco, por petición de la Corte Suprema de Justicia.
“Por lo tanto, es importante señalar que a diferencia de lo mencionado por el Senador Ávila, dicha consulta no se realizó en beneficio particular del suscrito, sino que fue formulada de manera general y abstracta. Con todo, se concluye que las acusaciones formuladas por el señor Ávila son de gran calado y de suma gravedad, pues como se observa endilga responsabilidad en al menos, las conductas jurídico-penalmente relevantes de concierto para delinquir, peculado, abuso de función pública y falsedad, entre otra”, concluye.