Nación
Familia hizo delicada denuncia en SEMANA sobre el hotel en San Andrés donde murieron tres personas: esta es la historia
Otra familia que se hospedó días antes en el mismo hotel de San Andrés, en el que murieron tres personas en una habitación, contó su experiencia: “Horrible”.


Norha Ismaelina Castillo Castro, directora de las maestrías de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Santo Tomás en Bogotá, denunció en SEMANA su alarmante experiencia en el Hotel Toné II de San Andrés, el mismo establecimiento donde recientemente fallecieron tres personas de una misma familia en extrañas circunstancias dentro de una habitación.
La académica relató que su viaje, entre el 28 de junio y el 2 de julio de este año —días antes de que sucediera la tragedia—, fue reservado a través de una reconocida agencia de viajes, bajo la modalidad todo incluido.
Ella viajó desde Bogotá con su esposo, su nuera y su nieta de cinco años. Al llegar al hotel, según denunció, no tenían asignada su habitación, a pesar de haber pagado cerca de cinco millones de pesos por el paquete.
“Cuando llegamos no había habitación disponible. A mi nieta y su mamá les asignaron una en el segundo piso que olía asqueroso, como a soda cáustica, ese químico fuerte con el que limpian los baños. Me tocó armar escándalo para que las cambiaran”, contó en este medio.
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Finalmente, las reubicaron en el quinto piso, pero allí encontró otra anomalía: el techo de la habitación presentaba filtraciones de agua. “Para mí, era un ducto de los baños que estaba goteando. Tengo fotos”, aseguró.
Castillo añadió que en su habitación, en el sexto piso, el aire acondicionado no funcionaba y no había toallas ni papel higiénico. “Fui a pedir una toalla y me dijeron que no había, que si acaso al día siguiente. Era medianoche, estaba bañando a la niña y no tenía con qué secarla. Un vigilante fue quien me ayudó”.
Uno de los puntos más alarmantes de su denuncia tiene que ver con la infraestructura del hotel. “Están haciendo una construcción del quinto piso hacia arriba, pero siguen alojando personas. El edificio se mueve con la brisa del mar, me daba miedo estar allí. Tiene varillas expuestas en las escaleras. Me pregunté cómo no había pasado una tragedia antes como la que ahora ustedes están registrando”, expresó en SEMANA.

Además, señaló que la calidad de la comida era deficiente y que con frecuencia se veían huéspedes protestando por el servicio. Incluso, cuestionó la calidad del agua con la que preparaban los cócteles, describiéndola como “horrible”.
Castillo también cuestionó la falta de respuesta por parte de la agencia que le vendió el paquete turístico. “La señora que me vendió el plan en Bogotá me aseguró que ese hotel era maravilloso. Cuando le escribí para quejarme, me ignoró durante tres días, solo respondió que la próxima vez lo enviara por quejas y reclamos”.
La denuncia toma mayor relevancia luego de que en ese mismo hotel, el pasado 11 de julio, tres miembros de una familia fueron hallados muertos en una habitación. Las autoridades aún investigan las causas del deceso, aunque versiones preliminares apuntan a una posible inhalación de gases tóxicos.
Esta nueva denuncia sobre olores químicos fuertes, filtraciones y condiciones precarias en la estructura, pone en entredicho la vigilancia y regulación del hotel por parte de las autoridades competentes en la isla, donde la denunciante cuestionó directamente: “¿Cuál es el ente que vigila ese hotel? Allí pueden pasar cosas peores”.