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Garavito tenía un oscuro plan para morir al momento de ser capturado
Luis Alfredo Garavito fue apresado el 22 de abril de 1999.
Hacia el medio día de este jueves 12 de octubre, el Instituto Nacional Penitenciario (Inpec) notificó la muerte de Luis Alfredo Garavito, más conocido como ‘la bestia’, quien desde 1999 estaba preso por el asesinato y la violación de más de 200 niños.
Vale la pena recordar que el quindiano fue capturado el 22 de abril de 1999 y que este violador y asesino en serie tenía un plan escabroso para morir antes de ser capturado, estrategia que no logró en el momento que las autoridades de Villavicencio, Meta, le detuvieron justo en el momento en que iba a abusar de otro menor.
Es importante destacar que en la confesión durante la audiencia donde confesó sus crímenes, Garavito detalló que “sentía un impulso, nunca planeé un hecho así. Todo sucedía de repente (...) Les preguntaba el nombre, les regalaba dulces, los invitaba a caminar”.
Allí, contó que una vez se ganaba la confianza de los menores, este los ataba y luego los desnudaba. Una vez los tenía sometidos a su disposición pasaba sus manos por sus cuerpos. El ver cómo los niños sufrían y sentían temor lo hacía sentir más fuerte. En ese escenario se refugiaba en el alcohol y una vez borracho, los acuchillaba, los violaba y los degollaba.
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Ahora bien, ‘la bestia’ recientemente había dado una entrevista al equipo de Rafael Poveda Televisión y allí, en la entrevista más larga que este macabro personaje dio, reveló algunas de sus apreciaciones sobre la muerte.
“Yo cargaba una pasta de cianuro para matarme (...) esa pasta se me perdió porque en el momento de mi captura yo dije: me la tomo y ya, yo no pensaba pagar esto”, reveló el violador y asesino en dicho encuentro con el equipo mencionado.
“No le tengo miedo a la muerte, porque esto es un ciclo (...) a mí también me puede llegar en cualquier momento me puede llegar, en cualquier momento me puede dar un infarto o esta enfermedad avanzada que tengo y ya eso es un ciclo y yo tengo que prepararme para eso. (...) Yo a la muerte no le tengo miedo porque es un paso de esta vida hacia otro plano, hacia otro plano espiritual”, declaró en su último relato.
Así fue capturado Luis Alfredo Garavito, uno de los peores asesinos y violadores de niños en el mundo
De acuerdo con las versiones oficiales del caso, el asesino en serie fue denunciado por una persona que era testigo de la previa agresión que el quindiano iba a propinar a un menor. En este mismo sentido, vale recordar que un consumidor de drogas que estaba en la zona donde Garavito pensaba abusar del menor, escuchó los gritos de auxilio del niño y acudió a ellos. Allí, esta persona encontró la víctima desnuda y amarrada de manos y pies.
Al ver esta escena, el testigo intentó agredir a Garavito con piedras, pero este se defendió e intentó apuñalarlo sin tener éxito en el intento. La persona que evidenció los hechos logró escabullirse entre la maleza y como pudo llamó a la estación de Policía La Esperanza de Villavicencio para denunciar lo que estaba sucediendo.
Las autoridades llegaron al lugar de los hechos y lograron capturar a Garavito, quien en ese momento se identificó como Bonifacio Morera Lizcano.
Desde el 17 de septiembre de 1998 se había creado un grupo especial conformado por dos fiscales e integrantes del CTI, el extinto DAS, la Sijín y Medicina Legal, teniendo en cuenta que en junio de ese mismo año fueron encontrados en un lote en Villavicencio un total de 13 cuerpos de menores entres los seis y los siete años.
Este fue el punto de partida para seguir los pasos de Garavito.
Luego de su captura, Garavito admitió sus crímenes de asesinato y abuso sexual contra niños, cumplió su sentencia en un pabellón asilado de la cárcel de máxima y mediana seguridad de Valledupar, más conocida como La Tramacúa.