Entrevista

Habla Carlos García, medio hermano de Mauricio Leal: dice que Jhoiner “mató” al estilista y a su madre y quiere quedarse con los bienes; pidió investigar a otras dos personas

Carlos García, medio hermano del estilista Mauricio Leal, asesinado hace cuatro años junto con su madre, Marleny Hernández, habló desde la cárcel de Jamundí. Demandó a Jhonier Leal por indignidad y confirmó que el hoy condenado por el doble homicidio busca quedarse con los bienes. Pidió a la Justicia que investigue a otras dos personas.

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 Francisco  Argüello

Francisco Argüello

Periodista Semana

25 de octubre de 2025, 7:40 a. m.
En la cárcel de máxima seguridad de Jamundí, Valle del Cauca, Carlos Andrés García recibió a SEMANA.
En la cárcel de máxima seguridad de Jamundí, Valle del Cauca, Carlos Andrés García recibió a SEMANA. | Foto: ESTEBAN VEGA LA-ROTTA-SEMANA

SEMANA: El Gobierno, a través de la SAE, tiene en su poder los bienes de Mauricio Leal: la casa en la vía a La Calera, otro apartamento en Bogotá, la empresa, los elementos de la peluquería y una moto, entre otros. ¿Qué ha pasado?

CARLOS GARCÍA: El Gobierno no ha dicho nada. No sabemos de la casa, del apartamento, los enseres de la peluquería, los dos carros y la moto. Mi abogada, Érika Sanguinetti, metió una petición a la Sociedad de Activos Especiales (SAE), pero no le han respondido. Me informan que de la casa de La Calera se deben más de 100 millones de pesos de administración. La SAE es la que debe pagar esa cifra. La peluquería donde él funcionaba era arrendada. La camioneta Mercedes, en la que Mauricio se movilizaba, la estaba pagando. La casa de La Calera también fue financiada, pero ya la había pagado. A mi hermano lo involucraron después de muerto en algo que nunca hizo. Los bienes que están en propiedad de mi hermano fueron conseguidos con su trabajo, mucho esfuerzo y dedicación. Madrugaba y trasnochaba mucho. Una vez, de tanto trabajar, empezó a comer a deshoras y sufrió gastritis. Eso casi lo mata. Empezó a trabajar a los 17 años, y a su peluquería iba demasiada gente. Trabajé con Mauricio en su primera peluquería, en Bogotá, no daba abasto; allá un corte no valía 5.000 o 10.000 pesos. Vendía productos de belleza costosísimos, facturaba aparte de la peluquería. Yo tenía que movilizarlo a muchos lados, entre ellos a RCN, a Caracol. Él, además, viajaba mucho porque tenía que atender a novias, modelos y reinas.

“Jhonier los mató”, Carlos Andrés García, hermano de Mauricio Leal, habló en SEMANA | Semana

SEMANA: La Fiscalía, en 2024, dijo que los bienes de Mauricio Leal provenían, al parecer, de actividades ilícitas. Hablaron de enriquecimiento ilícito y lavado de activos.

C.G.: Para uno hacer acusaciones de esa magnitud tiene que tener pruebas contundentes, y la Fiscalía no las tiene. Uno no puede ponerse a cuestionar a una persona y dañar su buen nombre. Mi hermano tenía bienes, obvio, pero es bien sabido que atendía a gente famosa, de mucho dinero. Usted pedía una cita a las diez de la mañana y lo atendían al mediodía porque el gentío era muy berraco. Nunca vi un movimiento extraño de mi hermano, quien trabajó casi 30 años en su profesión. Usted en tres décadas tiene para comprarse su casa, su carro; es que él no era de tomar trago o salir constantemente a rumbas.

SEMANA: La Fiscalía dijo que entre 2007 y 2016 habían ingresado a las cuentas de su madre 707 millones de pesos en un depósito y luego habló de más de 1.000 millones.

C.G.: Lo único que le puedo decir es que, para mi concepto, no es así.

| Foto: ESTEBAN VEGA LA-ROTTA-SEMANA

SEMANA: ¿Su mamá no tenía todo ese dinero?

C.G.: No. Trabajé en una peluquería que tenía mi hermano en la 85 en Bogotá, una pequeñita, entraba mucha gente. Y le digo: entre semana las ventas eran de 8 o 9 millones de pesos diarios. Hablo de 2010 o 2011. No daba abasto. Él tenía pocos empleados en la época. Y los jueves, viernes y sábados se incrementaban a 16 o hasta 20 millones de pesos. ¿Cómo la Fiscalía dice eso? Que ellos lo quieran ver así es una cosa muy diferente. Soy realista y claro.

SEMANA: La Fiscalía también habló de Luis Carlos Posso Urdinola, quien, al parecer, tiene nexos con el narcotráfico y había inyectado recursos al capital de Mauricio Leal.

C.G.: Sé que mi hermano tenía un amigo, se llama Carlos Posso, no sabía que era Urdinola. No tenía idea. Yo hablaba con él. Para qué, el señor muy decente y quería mucho a mi hermano, pero de ahí a que él haya metido plata ilícita a los negocios de mi hermano, no.

SEMANA: ¿Cómo era la relación entre Mauricio Leal y Carlos Posso, según lo que observó?

C.G.: El señor llegaba a la peluquería en Bogotá y decía: “Hola, Marlencita”, “hola, Mauricito”. A mí me decía Andresito. Saludaba a todos normal. Iba la esposa, sus hijas, y él pagaba la cuenta. Siempre lo hacía con efectivo. Nunca pagaba con tarjeta de crédito. Era un cliente normal, no sé por qué quieren decir que era su socio. No. Lo sé porque yo estaba ahí trabajando con mi hermano. La esposa y sus hijas eran clientes. Su señora recomendaba a muchas amigas para que fueran a la peluquería.

SEMANA: ¿Quién defiende ahora los bienes de Mauricio Leal? Usted está preso y su hermano Jhonier Leal, condenado por el homicidio de su madre y su hermano.

C.G.: Quien está al frente es mi abogada, Érika Sanguinetti; es la vocera mía. Mi hermano ya no está, pero estoy yo. Y por nada del mundo voy a permitir que el Gobierno, así de buenas a primeras, se quede con algo que no trabajó y que no le costó.

Carlos García purga una condena de 15 años por el delito de abuso sexual. Actualmente, le faltan dos años para quedar en libertad. En el sitio de reclusión conversó con Francisco Argüello, subeditor de Política de SEMANA.
Carlos García purga una condena de 15 años por el delito de abuso sexual. Actualmente, le faltan dos años para quedar en libertad. En el sitio de reclusión conversó con Francisco Argüello, subeditor de Política de SEMANA. | Foto: ESTEBAN VEGA LA-ROTTA-SEMANA

SEMANA: La Justicia podría argumentar que son bienes producto de lavado de activos y se podría quedar con ellos.

C.G.: Me parecería muy injusto. A mi hermano lo están haciendo parecer, prácticamente, un narcotraficante. ¿Por qué no lo investigaron cuando estaba vivo? Ahora, como no se puede defender, quieren señalarlo. Mi hermano, reitero, no era así. Todo lo tenía al día. Pagaba impuestos, el IVA, todo.

SEMANA: El otro escenario es que la Justicia devuelva los bienes. ¿Pero a quién? ¿A usted y a Jhonier?

C.G.: A Jhonier le puse una demanda por indignidad. Y resulta que me informa mi abogada que la defensora de él va a pelear jurídicamente los bienes de mi hermano, Mauricio Leal. ¿Cómo así?, pregunté. A él no le toca nada. Tras de que mata a mi mamá y a mi hermano, quiere venir a pelear algo que por ley no le toca. ¿Cómo es posible eso? Si por eso le quitó la vida a mi familia y me dejó a mí sin mamá y sin hermano. Yo, en mi ignorancia, pienso que un juez que esté en sus cabales no le va a dar ese aval.

SEMANA: ¿Jhonier Leal está pidiendo los bienes de Mauricio Leal, pese a que está condenado por su asesinato a más de 55 años de cárcel?

C.G.: Sí. Me acuerdo de que Jhonier, en una ocasión, me contó que estaba muy endeudado y azarado. Yo le dije: “Hermano, no le puedo ayudar porque estoy acá en la cárcel, pero dígale a Mauricio”. Y él me respondió: “No, Andrés, ese man –ni siquiera dijo ‘mi hermano’– dice que no tiene plata, pero para irse a gastar dinero con sus amigos y mi mamá, sí”. Él me había dicho que debía como 300 millones de pesos.

SEMANA: ¿Ha pensado en llamarlo?

C.G.: No. No tengo ningún contacto con él. Me gustaría enfrentarlo, confrontarlo y decirle de frente cómo tiene la osadía de venir a pelear algo sabiendo que él lo que hizo fue por eso. Sí me gustaría confrontarlo. Le preguntaría, además, por qué le quitó la vida a su propia mamá, sabiendo que ella nos amaba a los tres. Sentía celos, ya que ella prefería a Mauricio porque, como es bien sabido, él no gustaba de las mujeres.

SEMANA: El Tribunal de Bogotá decidirá en semanas la segunda instancia en el caso del asesinato de Mauricio Leal y su hermano. ¿Cree que Jhonier los mató?

C.G.: Sí, lo creo totalmente. Hay muchas cosas que me llevan a pensarlo. Cómo es posible que, unos días antes del doble homicidio, él me había dicho que con Luz Helena, su esposa, habían tomado la decisión de adelantar los trámites de divorcio y por eso se había ido a vivir con mi hermano y mi mamá. Pero, cuando pasaron los hechos, ¿por qué él se fue, nuevamente, a vivir con su esposa si estaban separados? Al otro día del crimen se fue a la casa de ella. En mi pensar, ella también sabía. Me han dicho que ella le decía: “Jhonier, usted tiene que decirle a su hermano que lo ponga de administrador (de la peluquería)”. Ella, según me contaron, lo inducía a eso. Me gustaría mucho que la Justicia también la investigara. Ahora, otra pregunta.

Carlos García, medio hermano de Mauricio Leal.
Carlos García dice que hay muchas cosas que lo llevan a pensar que Jhonier Leal asesinó a su madre Marleny y a Mauricio Leal. | Foto: ESTEBAN VEGA LA-ROTTA

SEMANA: ¿Cuál?

C.G.: Por qué cuando sucedió el crimen llegaron a la casa de La Calera, donde ocurrió la tragedia, Jhonier y Jaír Ruiz, el empleado de Mauricio, y pasó algo extraño. Primero entró Jaír y se devolvió corriendo y le dijo a Jhonier que no había nadie. Y Jhonier se quedó parado en el carro. ¿Por qué no ingresó a la casa? Para mí, Jaír Ruiz también tiene algo que ver. Yo hablaba mucho con mi mamá y, días antes de su asesinato, ella me contó que no le tenía confianza a Jaír por cosas que estaba haciendo él. Él se tomaba muchas atribuciones que no le correspondían, según me comentaba ella. Mi mamá, en una oportunidad, lo pilló en una vaina toda rara; la verdad, no me dijo en qué. Era quien manejaba el carro, pero mi mamá ya no le tenía confianza, pese a que lo conocemos desde peladito.

SEMANA: ¿La desconfianza era tal como para participar en un crimen de estos?

C.G.: Mi mamá y mi hermano vivían en La Calera, y Jaír, cerca, en un apartamento. ¿Por qué se fue a vivir cerca de ellos? Son preguntas que están ahí.

SEMANA: Pero es hilar muy delgado.

C.G.: Es que hay muchos cabos sueltos. Estoy encerrado, pero me doy cuenta de muchas cosas. Por ejemplo, ¿por qué días después del crimen Jaír se fue de Bogotá y estaba viviendo en Villavicencio?

SEMANA: ¿Cree que su hermano cometió el crimen solo?

C.G.: No lo hizo solo. Cuando, supuestamente, Jaír llegó con Jhonier y entró por detrás de la casa, la puerta estaba sin seguro y Mauricio siempre la mantenía asegurada. Al final, cuando vio los cuerpos sin vida de mi mamá y mi hermano, llamó a Jhonier, y él, sin llegar hasta la escena de los hechos, se puso la mano en la cabeza y dijo: “Mao, ¿qué hiciste?”. Y, realmente, en ese momento, no los había visto. ¿Por qué lo hizo? ¿Él ya sabía cómo estaban? Esa versión la entregó Jaír en las audiencias. Además, Jhonier dijo que él se había tomado un agua de valeriana y se había quedado privado durante los hechos. Y un agua de valeriana no priva a nadie. Ellos tuvieron que haber gritado. Mi mamá y mi hermano eran muy frágiles. Cómo no los iba a escuchar. ¿Para qué lo iban a dejar vivo a él? ¿Para que contara? Allí solo vivían los tres. Luego, apareció la carta que, supuestamente, escribió mi hermano. Fue obligado. La misiva dice: “No puedo más, perdóname, mamá, dejo todo a sobrinos y hermano”. Esa letra no era la de mi hermano Mauricio. Yo la conocía.

SEMANA: Conoce a Jhonier. ¿La cabeza sí le da para asesinar a su madre y hermano?

C.G.: Eso es lo más raro que se me hizo. Él es una persona muy alegre, para él todo era la familia y paseos. Cuando mi mamá lo visitaba en Cali, donde él vivió, andaban para arriba y abajo. A él se le dañó la mente cuando llegó a Bogotá y vio la peluquería grandísima que tenía mi hermano. Se llenó de envidia, de celos, porque a Mauricio le estaba yendo muy bien.

Carlos García, medio hermano de Mauricio Leal.
Carlos García dice que no sabe si Jhonier leal está bien de la cabeza. | Foto: ESTEBAN VEGA LA-ROTTA

SEMANA: Pero, insisto, ¿tanto como para asesinar a la mamá y al hermano?

C.G.: De pronto se vio tan apretado económicamente, vio que mi hermano no le colaboraba, y eso, pienso, lo llevó a hacer lo que hizo. No sé si él está bien de la cabeza. Cuando pasaron los hechos, yo no sospeché de él, qué iba a sospechar de mi propio hermano. Yo estaba muy agobiado y de paso encerrado en la cárcel. No me los trajeron aquí ni siquiera en los féretros para despedirme de ellos. Nadie sabe lo que he sufrido acá adentro. Mi abogada, inicialmente, me decía: “Carlos, tenemos que apoyar a Jhonier porque todos están contra él”. Nadie sospechaba.

SEMANA: ¿Y qué pasó?

C.G.: A Jhonier le profirieron orden de captura el 14 de enero de 2022 y yo había hablado con él media hora antes. Le había preguntado qué había pasado con la investigación y me respondió: “No, papi, la Fiscalía todavía no ha dicho nada, estamos averiguando a ver qué ha pasado. En este momento quiero irme a acostar porque estoy muy estresado y cansado”. Cuarenta minutos después, la noticia. Recordemos que él había sacado una plata de la cuenta bancaria de mi mamá, fueron como 50 millones de pesos, y lo hizo con el acta de defunción. A él lo vieron en Davivienda a los 11 días después de sepultar a mi mamá y mi hermano retirando plata. Qué más prueba.

SEMANA: A usted lo trataron de incriminar en ese doble homicidio.

C.G.: Me querían involucrar. Dijeron que Mauricio había venido a la cárcel tres días antes de los hechos, es decir, entre semana. Y en ninguna cárcel del país hay visita para hombres entre semana y él no era abogado. Nunca se registró en esta cárcel. Nunca vino a verme, solo hablábamos por llamada. Jhonier quiso incriminarme sin yo saber nada.

SEMANA: Francisca Teresa Muñoz, amiga de su mamá, le dijo a la Justicia que su madre le había contado que usted estaba enfurecido y la había amenazado con secuestrar a Mauricio si no lo ayudaba económicamente.

C.G.: Ella lo dijo en la audiencia y quedé aterrado, por Dios. A esa señora mi mamá y mi hermano la conocieron en Cali hace muchos años porque vendía obleas. Nunca terminé molesto con mi mamá. Teníamos planes con ella, con Mauricio; 20 días antes de los hechos hablé con él dos horas por teléfono. Me preguntó si era rentable manejar carro porque yo he sido conductor. Me propuso: “Voy a empezar a hacer trámites para sacarlo rápido de la cárcel y cuando esté libre compramos un carro para que lo maneje”. Eran los planes que teníamos él y yo.

SEMANA: ¿Qué sintió cuando Jhonier trató de inculparlo?

C.G.: Desilusión. En toda familia hay una oveja negra y el de la mía fui yo. Pero no quiere decir que porque era la oveja negra iba a atentar contra mi mamá y mi hermano. Nunca. Fui desobediente, no le hacía caso a mi mamá, era muy contestón. Pero de ahí a atentar contra ella, nunca. Y se lo dije en la audiencia a Jhonier: “No lo hice yo, que era la oveja negra, para hacerlo usted, que aparentaba otra cosa”.

SEMANA: Si Jhonier Leal leyera esta entrevista, ¿qué le diría?

C.G.: Jhonier, me gustaría saber por qué tuvo la osadía y la cobardía de quitarles la vida a su propia mamá y al hermano que le colaboraba y le ayudaba tanto. ¿Cómo tuvo la osadía de quitarles la vida? Quiero que me lo diga de frente. Así como fue capaz de matar a mi mamá y a mi hermano, que tenga los pantalones bien puestos y me responda de frente por qué lo hizo.

Carlos García, medio hermano de Mauricio Leal.
Carlos García dice que él no perdona a Jhonier Leal. | Foto: ESTEBAN VEGA LA-ROTTA

SEMANA: ¿Lo perdona?

C.G.: El único que lo puede perdonar es Dios.

SEMANA: ¿Pero usted?

C.G.: No, la verdad, no. Él acabó con mi vida, me dejó sin mi mamá, sin mi hermano, sin un apoyo, porque ellos me daban la mano mientras yo estaba acá. Recuerdo cuando una tía me llamó a la cárcel a darme la noticia. Llamé a Jhonier y le pregunté, y él, tranquilamente, me respondió que sí. Desesperado, le dije: “Jhonier, ¿cómo así que le quitaron la vida a mi mamá y a mi hermano?”. Y él me respondió: “Sí”. Lo dijo sin llorar, como si le hubieran quitado la vida a un animal. No tuvo remordimiento.

SEMANA: El Tribunal decidirá la suerte de Jhonier Leal en semanas. ¿Lo condenará?

C.G.: Creo que sí. Los magistrados tienen que ser justos y hacer justicia. Eso no me devolverá la vida a mi familia, pero que pague por lo que hizo. Y me gustaría que se investigara a las otras personas.

SEMANA: Si el Gobierno le entrega los bienes de Mauricio, ¿qué hará?

C.G.: Si eso ocurre, lo primero que haré es pagar las deudas que dejó mi hermano, especialmente a los empleados, porque no se le pudo pagar a nadie. Tras los hechos, la casa se cerró y allá quedaron los tokens y no se les pudo pagar a los empleados y proveedores. E ir a visitar a mi mamá y a mi hermano, iniciar una nueva vida.

SEMANA: Mientras usted está en la cárcel, los cuerpos de Mauricio y Marleny están a punto de ser exhumados, pues se necesitan más de 20 millones para pagar el terreno en el cementerio Jardines de Paz de Bogotá, donde están sepultados.

C.G.: Venimos manejando ese tema con mi abogada; ella ha sido un apoyo moral y profesional. Nosotros nos dimos cuenta de que la señora que pagó el funeral de mi madre y mi hermano, aprovecho para agradecerle, nos colaboró con el arriendo del terreno. De un momento a otro, la funeraria contactó a mi abogada y le explicó que se tenía que pagar la propiedad del predio porque el arriendo vencía en noviembre de este año. La deuda inicialmente era de 39.900.000 pesos. Yo dije: “De dónde los vamos a conseguir”. No sabía cómo, porque yo no tengo plata.

SEMANA: Y menos usted que está encerrado en una cárcel de máxima seguridad en Jamundí.

C.G.: Exacto. Como es bien sabido, los bienes de mi hermano Mauricio los tiene incautados la Fiscalía y no tenemos recursos de nada. Por eso, nos vimos en la penosa obligación de hacer lo que estamos haciendo ahora: una vaki para recoger el dinero, que son ahora 23 millones de pesos porque la funeraria hizo una rebaja. Si los conseguimos, podemos comprar el lote para que no me vayan a sacar a mi madre y a mi hermano. Han dicho que mi abogada y yo, supuestamente, vamos a sacar una tajada, que yo estoy detrás de los bienes. Nada de eso. A mí lo que más me interesa es conseguir el dinero para que mi familia descanse en paz ahí donde están actualmente. No tengo ayuda de nadie. A las personas malintencionadas les digo: yo no pedí que mataran a mi familia. ¿Quién va a pedir que le quiten a la propia mamá? Nadie.

Carlos García, medio hermano de Mauricio Leal.
Carlos García dice que en 2027 cumple su pena en la cárcel. | Foto: ESTEBAN VEGA LA-ROTTA

SEMANA: ¿Le preocupa que los cuerpos de Mauricio Leal y Marleny Hernández terminen en una fosa común?

C.G.: Claro. No puedo permitir que a mi mamá y a mi hermano me los saquen y que terminen en una fosa común. Lo primero que haré cuando salga de la cárcel es darle las gracias a Dios por mi libertad e ir a visitarlos. Quiero decirles muchas cosas. Sé que no me van a escuchar, pero quiero verlos.

SEMANA: Está purgando una pena de 15 años de cárcel por el delito de abuso sexual. ¿Cuánto tiempo le falta en la cárcel?

C.G.: Me faltan dos años. En 2027 ya cumpliré la pena si Dios quiere.

SEMANA: Y soportando, además de la cárcel, la muerte de su madre y hermano cometida por su otro hermano.

C.G.: Esto ha sido un golpe muy tenaz en mi vida. Nadie espera que su propio hermano mate a su mamá y a su hermano. Desafortunadamente, esa tragedia me pasó a mí.

SEMANA: Su mamá venía a visitarlo a esta cárcel. ¿Hoy quién lo hace?

C.G.: (Silencio y llora) Nadie.