Nación
“Hay mucho temor en la gente de Tuluá”, habla el exalcalde capturado por supuestos vínculos con La Inmaculada
John Jairo Gómez, exalcalde de Tuluá, en entrevista con SEMANA denunció un complot en su contra.

Hace más de un año, el exalcalde de Tuluá, John Jairo Gómez, fue capturado por presuntos vínculos con la banda criminal de La Inmaculada. Sin embargo, a las puertas de un juicio, la Fiscalía lo acusa de algo muy distinto: irregularidades en dos contratos, nada relacionado con un concierto para delinquir, que fue el primer anuncio del ente acusador tras su captura.
John Jairo Gómez estuvo ocho meses privado de la libertad y habló con SEMANA. El exalcalde aseguró que del escándalo, donde lo dejaron como protagonista de una trama violenta, de alianzas con peligrosos delincuentes, con amenazas de muerte y con la ropa de alcalde, solo quedó un escuálido escrito de acusación donde la Fiscalía advierte algunas irregularidades en dos contratos.

“Una forma de hacer campaña es crear caos y miedo, una forma de crear política de quien es hoy alcalde, tiene esa modalidad, siempre usa el temor, el miedo de las bandas, que sí existen, pero desafortunadamente eso de crear el pánico y aumentar el problema, pues genera votos. Y a él, le ha resultado en dos oportunidades. La forma es marcar a todo aquel que sea contrario a ellos y utilizar la banda criminal para victimizarse”, explicó el exalcalde.
El exmandatario, que vive entre varias ciudades, permanece amenazado por la misma banda que, según la Fiscalía, apoyó. Su proceso, que motivó una rueda de prensa, una vez fue capturado, está en audiencias preparatorias y asegura que terminará con un fallo a su favor, pues los elementos de prueba lo dejan en el mejor escenario de defensa.
“Logramos encarcelar los líderes de las bandas, logramos trasladarlos, porque tenían muy azotada la ciudad y desde ahí dinamizaban el delito; en una semana logramos trasladar 197 a otras cárceles, toda una intervención desde las instituciones en contra de la banda y logramos la captura de 220 personas ligadas a esta organización criminal”, señaló Gómez.
Aseguró el exalcalde, en diálogo con SEMANA, que su proceso terminó siendo un complot orquestado por su sucesor en la alcaldía, de quien, asegura, un grupo político se encarga de generar temor entre los ciudadanos y los detractores del mandatario. Hay temor entre la población y los funcionarios, dijo el exalcalde.
“Esas grabaciones no son de funcionarios de mi administración, son de personas adscritas a la campaña de un candidato que en el pasado, al igual que otros dos candidatos, fueron miembros de mi gabinete —tres secretarios de despacho de mi gobierno decidieron retirarse un año antes para aspirar a la alcaldía— ese es uno de ellos y funcionarios de su campaña hablaban”, dijo el exalcalde.
Los ocho meses privado de la libertad le sirvieron para reflexionar, pero también para recaudar las pruebas de lo que consideró una estrategia de desprestigio en su contra. Evidencias que espera entregar en el proceso que está a las puertas de un juicio y dónde está convencido de derrumbar la hipótesis de la Fiscalía, que arrancó con graves señalamientos de vínculos criminales y aterrizó en dos presuntos hechos de corrupción.

“Por cualquier cosa que uno haga en Tuluá ese grupo del alcalde genera mucho temor en la gente, un grupo político del alcalde tanto como la propia banda La Inmaculada, porque en Tuluá nadie se atreve a decir nada porque ahí mismo salen las bodegas a macartizar a todo aquel que piense diferente al alcalde”, explicó el exfuncionario.
Insiste el exalcalde que el proceso en su contra fue una puesta en escena de sus opositores, la mejor forma de sacarlo del camino y además llevarlo a la cárcel, con las implicaciones reputacionales que se sumaron, porque lo dejaron sin trabajo y con la única posibilidad de defenderse de los señalamientos.