Salud
Heridas y cicatrices sí se pueden curar con panela, según la ciencia
El producto colombiano que usaban las abuelas de manera empírica, ahora funcionaría farmacológicamente.
Científicos de la Universidad Nacional confirman que uno de sus estudios abre las puertas a la utilización de la panela, producto autóctono de los colombianos, en la medicina. “Gracias a una investigación pionera en el país, se ha obtenido y probado en laboratorio una crema elaborada a base de este tradicional alimento colombiano, que promueve la curación de heridas, incluso más rápido que otros productos o que las plantas medicinales como la caléndula”, dicen los investigadores que trabajaron durante años en el tema, según lo cita la Agencia de Noticias de la institución educativa.
En primer lugar, mantener la herida limpia es de suma importancia. Lavarse suavemente con agua tibia y jabón neutro ayuda a eliminar cualquier suciedad o bacterias que puedan retrasar la cicatrización. Es vital evitar el uso de productos irritantes o fuertes que puedan dañar la piel sensible.
Pues la cicatrización es un proceso que se da a medida que se recupera la piel. Son los glóbulos los protagonistas de este camino, debido a que son quienes defienden al cuerpo de bacterias e infecciones, así se forman nuevos vasos sanguíneos que oxigenan y llevan nutrientes a la herida; cuando se utilizan algunos productos farmacológicos como cremas, ayudan a que se agilice el proceso.
Desde hace décadas, en las familias colombiana se ha visto una práctica que había sido criticada por algunos sectores de la medicina. Pues tendían a relacionar con antihigiénico el hecho de que algunas abuelas rallaran panela en las heridas, pero Laura Martínez Contreras, magíster en Ciencias Farmacéuticas de la Universidad Nacional de Colombia (Unal), decidió estudiar con dedicación las propiedades del alimento rico en dulce y tras varios trasnochos hizo hallazgos sorprendentes, que le facilitó la creación de una crema a base de panela comercial granulada, para probar su efecto en la cicatrización de las heridas.
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Utilizó ratas en su estudio. Los roedores que tenían heridas eran tratados con la panela y solo en seis días ya estaban recuperados en un 80 %, el resultado es superior a los que utilizaron caléndula, pues en el mismo periodo solo se alcanzaron a recuperar en un 56 % y la mezcla de aceites, preservantes y otras sustancias, arrojaron un resultado del 58 %.
“Una de las posibles razones de su efectividad se podría atribuir a la concentración de azúcares (sacarosa, fructosa y glucosa) que tiene la panela, los cuales participan en la limpieza de la herida y combaten potenciales infecciones”, dice el artículo académico.
Por su parte, la investigadora explica que “en el estudio se puso a prueba la crema de panela en 18 ratas de laboratorio, a las que se les realizaban dos heridas en el dorso. Se realizaron tres experimentos: en el primero, a la herida no se le aplicó nada; en el segundo, a un grupo se les aplicó la crema de panela y crema de caléndula, y a un tercer grupo se le aplicaron los demás componentes de la crema de panela (aceites y demás), para evaluar que estos no tuvieran más efecto en la cicatrización que la panela”.
Los animales fueron monitoreados durante 12 días de tratamiento, con controles fotográficos cada tercer día para evaluar cómo iba la herida, y con ello determinar si en efecto se estaba reduciendo el área de la lesión, que al inicio era de 1 cm, muy grande para el cuerpo de las ratas.
La científica explica cómo funciona la recuperación de la piel: “La herida traspasaba las tres capas de piel, por lo que era una afectación importante, lo cual demostraría que la acción de la panela va más allá de lo netamente superficial, y tendría un buen potencial para cualquier tipo de heridas en humanos. Sin embargo, aún hace falta más investigación, ya que no hay mucho al respecto, y, de hecho, este proyecto es el punto de partida en el país para futuros estudios”.
El proceso de encontrar la justa dosificación para aplicar en las heridas requirió noches de estudio. Según la magíster, cuando se llegó a un 70 % de panela en la solución de partida, esta se encontraba en el límite de solubilidad, lo que significa que utilizar un poco más, hacía que no se disolviera y dificultara su evaluación en los ensayos microbiológicos realizados, en los que la concentración se reducía a la mitad.
Lo anterior se comprobó testeando diferentes concentraciones de panela en algunas cepas bacterianas: Pseudomona, Staphylococus y E. coli; allí, con un 35 % de concentración de panela, se tuvo una disminución en el crecimiento de los cultivos, lo cual es determinante en las heridas, porque en el inicio de cualquier curación existe el riesgo de infección por algunos de estos microorganismos.
También durante los estudios se realizaron diseños estadísticos para establecer la formulación final de la crema, a la cual se le evaluó el pH, la viscosidad y la consistencia, que permite que el producto funcione en la piel. “La crema elaborada se mantuvo estable a 30 °C y con porcentajes de humedad relativa del 65 % durante tres meses”, según describen.
La investigadora concluyó que el próximo paso será obtener la patente de la crema, lo cual lleva cierto tiempo para que todo el proceso sea avalado, y en el futuro tener la posibilidad de que algún laboratorio puedo comercializarla.
La autorización de la crema sería beneficiosa, no solo para la medicina sino para el bolsillo de los usuarios, “porque producir el tópico es sencillo y económico”, puntualizó Laura Martínez.