EDUCACIÓN

La generación dreamers: la apuesta del expresidente Iván Duque y su esposa María Juliana Ruiz que ha transformado la vida de 300 colombianos

La Fundación I+D, creada por el expresidente Iván Duque y su esposa, María Juliana Ruiz, ha acompañado a 300 jóvenes a desarrollar proyectos que transforman sus comunidades. A esto le apuestan desde su think and do tank.

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Cristina Castro

Cristina Castro

Editora General

15 de noviembre de 2025, 7:03 a. m.
ED 2262
Los jóvenes han tenido valiosas experiencias internacionales. Han viajado a Estados Unidos, España, Israel y Tailandia. | Foto: Nicolás Galeano

Dreamers and Makers. Así se hace llamar una generación de jóvenes que comparten propósitos comunes y que han recibido una misma formación. Se trata de un nutrido grupo de más de 300 emprendedores sociales de todas las regiones del país: de los 32 departamentos y 120 municipios.

“Gente buena haciendo cosas buenas”, como los describe la Fundación I+D, un proyecto del expresidente Iván Duque y su esposa, María Juliana Ruiz, que ha centrado sus esfuerzos en formarlos y apadrinarlos. Las historias de todos ellos son inspiradoras.

Juan Camilo Rivero, por ejemplo, es un joven de Turbo, Antioquia, que cuenta que fue criado entre las ventas ambulantes de sus padres, quienes lo levantaron con dignidad y esfuerzo, aun en medio de las carencias. Rivero es del Consejo de Juventud de su municipio y director de Jóvenes Más, un proyecto líder en Urabá. “Siento que la Fundación I+D vio en mí un proyecto con impacto probado y un liderazgo auténtico y comprometido”.

Los jóvenes han tenido valiosas experiencias internacionales. Han viajado a Estados Unidos, España, Israel y Tailandia.
Los jóvenes han tenido valiosas experiencias internacionales. Han viajado a Estados Unidos, España, Israel y Tailandia. | Foto: Nicolás Galeano

Luciana Ramírez es de Leticia y también es consejera de juventud. Su proyecto busca repartir libros en esa Colombia profunda, donde viven las comunidades indígenas, especialmente cerca de Puerto Nariño.

“Dreamers es para mí una escuela para jóvenes como yo, principiantes en el liderazgo”, narra. Kimberly Torres, de San Andrés, le apuesta a trabajar por los privados de la libertad: “Ahora tengo la capacidad de impulsar procesos que ayuden a que la población carcelaria sea más resiliente, acceda a oportunidades reales de cambio y deje de ser estigmatizada como un grupo no productivo”, dice.

Yulieth Jaimes
Yulieth Jaimes. | Foto: Nicolás Galeano

Yulieth Jaimes es de Pamplona. Es abogada, economista y profesora universitaria; fue la mejor estudiante del país. “He aprendido a entenderme como parte de una ciudadanía global y a acelerar mi liderazgo con propósito. Hoy no solo conecto con dreamers de distintos territorios, sino que construyo con ellos proyectos que demuestran que, cuando se apuesta en serio por la juventud, invertir en liderazgo se convierte en tendencia y construir país deja de ser un discurso para pasar a ser una práctica cotidiana”, asegura.

Manuel Gruezo es de Cali y de Tumaco (Nariño) y es una joven promesa del ecosistema tecnológico de América Latina. Estudió ingeniería de datos e inteligencia artificial y actualmente es AI Engineer en Rappi. Además de ser dreamer, también es parte del programa Makers Fellowship, una iniciativa del cofundador de Rappi, Andrés Bilbao, que reúne al 1 por ciento del talento tecnológico de la región, conectándolo con mentes de instituciones como Harvard, MIT y Y Combinator. Manuel creó ElderLink, una inteligencia artificial para el cuidado de adultos mayores en colaboración con la Universidad de Salamanca, y posteriormente fundó Wont Sleep, una fábrica de agentes de IA. Su sueño es crear oportunidades para jóvenes del Pacífico colombiano. El joven describe el programa Dreamers como “la fellowship más increíble de Colombia”.

Manuel Alejandro Gruezo
Manuel Alejandro Gruezo. | Foto: Nicolás Galeano

Todos ellos han conformado una comunidad muy sólida y han vivido experiencias únicas. Ya hay dos cohortes de becarios del programa. Carolina Salgado, la directora de la Fundación I+D, asegura que la fundación “fue creada para lograr un objetivo: acelerar, conectar y proyectar el talento de las nuevas generaciones de jóvenes que hoy están impulsando transformaciones muy positivas en las comunidades y territorios”.

Los jóvenes que entran al proyecto tienen varias fases de formación. Hay una primera que “trabaja el desarrollo del ser y la potenciación de todo lo relacionado con la innovación y sus modelos de negocio, donde se les dan herramientas para acelerar sus proyectos”.

Juan Camilo Rivero
Juan Camilo Rivero. | Foto: Nicolás Galeano

También hay una fase de aceleración internacional que ha permitido que los jóvenes viajen por el mundo. Juan Camilo Rivero, por ejemplo, cuenta que gracias al proyecto salió del Urabá al extranjero por primera vez. “Fue un hito profundamente simbólico porque descubrí que un liderazgo construido desde un barrio estigmatizado como en el que crecí también puede ocupar escenarios globales. Hoy tengo una certeza inquebrantable: cuando un joven de Urabá cruza una frontera por primera vez, no viaja él, sino que avanza un territorio entero que por fin se siente representado”.

Con visión internacional Manuel Gruezo también destaca su experiencia en el extranjero. “Ser dreamer me ha dado oportunidades únicas, como un viaje de embajador tecnológico por Israel, Grecia y España, además de permitirme conocer a fondo mi país y rodearme de amigos y mentores para toda la vida”. A él, esa ampliación de fronteras le permitió dilucidar con precisión su próximo sueño: “emprender en Silicon Valley en 2026”.

El programa de Dreamers and Makers es la insignia de la fundación. También se desarrollan grandes foros y thinklabs como espacios para pensar el país.
El programa de Dreamers and Makers es la insignia de la fundación. También se desarrollan grandes foros y thinklabs como espacios para pensar el país. | Foto: Nicolás Galeano

Por su parte, Carolina Salgado asegura que esa apuesta es fundamental. “Buscamos conectarlos con diferentes actores en escenarios internacionales. Hemos estado en Concordia, en Estados Unidos, con recorridos en Washington y otras ciudades. También en España, en Israel y estuvimos en Bangkok. Estos escenarios internacionales lo que buscan es darles la oportunidad de conectar con la academia, con empresas, con organizaciones multilaterales y de conocer cómo funciona el mundo en lo global, para que ellos puedan actuar y visionar algo más grande desde sus territorios”.

En esa apuesta internacional, la fundación lideró este año la operación de Enactus Colombia, la red de emprendimiento social universitario más grande del mundo, con presencia en 33 países.

Luciana Ramírez
Luciana Ramírez. | Foto: Nicolás Galeano

Jess Harris, Head of Education en Platzi y creador de Platzi English Academy, quien también es fellow de Dreamers & Makers, asegura que “este programa es la prueba viva de por qué hago lo que hago: demostrar que cuando le das acceso a educación de alto nivel a los jóvenes, su talento deja de ser una promesa y se convierte en impacto real. Ver a estos chicos y chicas usar las herramientas de Platzi para aprender inglés, ampliar sus oportunidades y darles más fuerza a los proyectos que ya lideran en sus comunidades me inspira profundamente, me llena de orgullo por todo lo que están logrando y me da esperanza por el impacto positivo que tendrán en el futuro”, agrega.

El programa Dreamers and Makers es la insignia de la fundación del expresidente y su esposa, pero no es el único. Como think tank, la organización abre espacios recurrentes para la discusión con expertos sobre los grandes temas del país. Cada año realizan foros de talla mundial, en temas como “Inteligencia Artificial: ¿Ángel o Demonio?”, con expertos de más de siete países: Estados Unidos, Reino Unido, México, Brasil, España, Australia y Suiza. O el Smart Energy Forum 2025.

Los jóvenes conversan sobre diferentes temáticas como el manejo del sistema de salud, la descertificación o las relaciones internacionales. | Foto: Nicolás Galeano

También hay conversaciones sobre temas nacionales, como el manejo del sistema de salud, la descertificación o las relaciones internacionales, que se han convertido en puntos de encuentro para analizar asuntos relevantes del acontecer noticioso colombiano. “En esos ThinkLabs es donde planteamos análisis e intercambios en las diferentes líneas que maneja la fundación: emprendimiento social, valor público, movilidad humana, sostenibilidad y cambio climático”, agrega Salgado. Paralelo a eso, la fundación desarrolla un pódcast, Historias en buena onda, en el que comparten experiencias que generan impacto positivo.

En Estados Unidos, una vez dejan el poder, los expresidentes suelen apostarle a una causa con la que puedan aportar a un objetivo trascendental. El presidente Jimmy Carter, por ejemplo, creó el Centro Carter, que ha sido vital para las conversaciones de paz en el planeta, mientras su esposa, Rosalynn, se enfocó en los temas de salud mental, un tabú en ese tiempo. Bill Clinton tiene la Clinton Foundation, enfocada en la salud, el cambio climático, el desarrollo económico y la respuesta a desastres. El George W. Bush Presidential Center se concentra en liderazgo, empoderamiento económico y apoyo a veteranos de guerra. Y la Obama Foundation tiene un programa especial para la formación de nuevos líderes globales.

El expresidente Duque asegura que “en un mundo cada vez más capturado por la tecnología, queremos desde la Fundación I+D formar una red de innovadores sociales que se distinga por el humanismo, el ejercicio pleno de los valores estoicos y por un liderazgo constructivo. Por eso nuestra apuesta de tener la red de innovadores de América Latina está en marcha”.