Judicial
La revelación que le daría un vuelco a la investigación por la muerte de las dos niñas envenenadas con talio
La Fiscalía General cuenta con pruebas documentales y técnicas para vincular a más personas en este caso.
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Los investigadores de la Fiscalía General continúan recolectando elementos probatorios para armar el rompecabezas en el que se ha convertido la investigación por la muerte de dos niñas después de que consumieran frambuesas con chocolate que contenían talio, un elemento tóxico.
Mientras la evidencia ubica a la empresaria bogotana Zulma Guzmán Castro como la persona que habría enviado el paquete a la vivienda del economista Juan de Bedout, en el nororiente de Bogotá, los investigadores buscan identificar a todas las personas que, de manera directa o indirecta, tuvieron contacto con el domicilio que contenía las frambuesas envenenadas.
En días pasados, se logró la plena ubicación del domiciliario que recibió el encargo de llevar el paquete hasta la vivienda ubicada en el barrio Rosales. Sin embargo, los investigadores consideran que existen otras personas que habrían coordinado la adquisición de las frutas y del químico, para después combinarlas y provocar la tragedia.

Una de las hipótesis más fuertes es que el paquete iba dirigido al hijo del economista, identificado como Martín de Bedout. En ese momento —como han coincidido varios testigos— el joven no se encontraba en el apartamento y tampoco había manifestado nada sobre la espera de algún paquete.
A esto se le suma la extensa declaración que ya rindió ante la Fiscalía General el empresario Juan de Bedout, quien no ha dudado un minuto en asegurar que la persona que envió el paquete tenía acceso a información privilegiada de su domicilio.
En este caso, la declaración del domiciliario, quien ya está plenamente identificado y ha entregado información clave para el desarrollo de la investigación, hace parte de la columna vertebral de la imputación de cargos que se prepara contra la empresaria Zulma Guzmán Castro.
Igualmente, según revelaron varias fuentes cercanas, se vincularía a una persona cercana a la empresaria, quien habría realizado las labores de logística para la entrega del paquete, presionando incluso al domiciliario para que lograra que el envío llegara al apartamento del economista.
La fiscal de la Unidad de Vida evalúa si cita en los próximos días a imputación de cargos a la mujer, quien está desde hace varios meses fuera del país. La diligencia judicial se podría realizar mediante la figura de contumacia, es decir, que Zulma Guzmán Castro sea declarada como “persona ausente”.
“Ese culpable no soy yo”
En entrevista con el canal Focus Noticias, Zulma Guzmán —cuyo paradero es un misterio a la fecha— señaló que nunca participó en los hechos materia de investigación.
“Ese culpable no soy yo y eso es lo que estoy buscando probar ante la justicia y con las pruebas que tengo”, aseveró la empresaria. “La estrategia se nota, prácticamente, que era destruirme completamente, antes de cualquier proceso judicial, destruir la imagen y dar una versión que acabe conmigo sin ningún proceso ni la garantía de un juicio justo”.

Guzmán Castro indicó que ya cuenta con un abogado para representarla en este caso, sin embargo, prefirió omitir el nombre. En la mencionada entrevista detalló que intentará demostrar que se le han vulnerado sus derechos al debido proceso.
“Soy el vínculo más fácil para encontrar el culpable. Pues fui la amante de esta persona durante muchos años, y por eso me quieren inculpar”, dijo la mujer, quien se encuentra fuera del país desde abril pasado.


