NACIÓN
Listo el convenio con el hospital Saint Jude que beneficiará a niños con cáncer en Colombia
La institución de carácter internacional llegó a un acuerdo con el Instituto Nacional de Cancerología.
Los pacientes de oncología pediátrica en el país tendrán mayores esperanzas de superar esta enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo. Desde hace varios años se venía adelantando la gestión para que el instituto tuviera una alianza con Colombia y hoy es una realidad.
Según el acuerdo firmado entre el Saint Jude Global Alliance y el Instituto Nacional de Cancerología, la entidad contará con una sede en el norte de Bogotá.
En el convenio se reconoce que los niños hospitalizados con cáncer tienen un alto riesgo: además de las complicaciones por la enfermedad, en muchas ocasiones tienen recursos limitados, por lo que los pacientes y sus familias no pueden pagar estos tratamientos que generalmente tienen un alto costo. Con la alianza, miles de niños podrán acceder gratis a sus terapias.
“Los objetivos serán identificar a los pacientes que requieren intervenciones médicas tempranas, prevenir la admisión a la UCI e identificar a aquellos que requieren antes la admisión a la UCI”, se aclara en el documento.
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Se menciona que el objetivo es disminuir la morbilidad y mortalidad en casos que sean prevenibles por medio de una intervención temprana. “Las herramientas incluyen una evaluación de enfermería (escala de alerta temprana), límites de signos vitales y un algoritmo de comunicación/guía para la acción adecuada con los médicos”, aclara.
En medio de las obligaciones está que el hospital St. Jude trabajará directamente en la prestación del servicio integral. Asimismo, se destaca que habrá tutorías y herramientas que promuevan la investigación científica en relación con oncología pediátrica.
En el caso del Instituto Cancerológico Colombiano, los profesionales trabajarán de la mano de los especialistas del St. Jude, contribuyendo a los casos e investigaciones que se desarrollen en ese hospital.
También será responsabilidad del Instituto identificar los casos que puedan ser priorizados para tratar e investigar. Se espera que también surjan publicaciones científicas a partir de los casos tratados.
Uno de los puntos más importantes de la alianza es que el St. Jude se compromete a proveer los suministros necesarios para el proyecto. Sin embargo, habrá algunos que deberán ser acordados entre ambas partes.
Desde hace varios años el país estaba a la expectativa de que se lograra este convenio. Uno de los casos más sonados en el país fue el de Juan Sebastián García, un menor que en ese entonces tenía 10 años y fue diagnosticado con leucemia, y solo enfrentaba el 30 % de probabilidad de sobrevivir, pero luego de haber sido intervenido por esta institución se salvó.
“Un niño es la persona más inocente y pura que pueda existir y no merece atravesar por tratamientos tan pesados como una quimioterapia. A mí, por cosas de Dios y de la vida, me tocó afrontar esta enfermedad y ganarle en una dura pelea mano a mano. Fue gracias a este magnífico hospital que logré sobrevivir y que hoy puedo ser como un niño normal”, contó Juan Sebastián en 2019.
Su caso fue excepcional porque intervinieron varios famosos para que el St. Jude lograra adelantar su tratamiento. Varios medios del país y artistas de la talla de Sofía Vergara pidieron la intervención.
Entre los requisitos que se registran está que un oncólogo recomiende el caso a la institución, por lo que era necesario firmar el convenio.
El Ministerio de Salud, a través del Instituto de Cancerología, se había comprometido a firmar el convenio que hoy es una realidad, así que miles de niños que padecen esta enfermedad podrán acceder a tratamientos sin necesidad de buscar los recursos para llevarla a cabo, ya que todo es financiado a través de donaciones.
El St. Jude lleva 60 años desarrollando esta labor en diferentes partes del mundo. Fue creada por Danny Thomas, un actor y filántropo que a manera de agradecimiento por su carrera decidió crear la institución con la que ha logrado salvar miles de vidas de menores y darles una esperanza. Su lema era que “ningún niño debería morir en el amanecer de su vida”.