Nación
Campesinos continúan en oposición a minería en Jericó, Antioquia
Este miércoles, la sociedad civil organizada impidió la entrada de equipo técnico de la minera Anglogold Ashanti, que pretendía hacer estudios en quebradas ubicadas en terrenos privados.
En Jericó, el pueblo del suroeste antioqueño donde desde hace varios años se presenta un conflicto por cuenta de la llegada de la empresa minera Anglogold Ashanti (AGA) y su proyecto Quebradona, la situación no mejora. Los campesinos están decididos a no dejar entrar a los funcionarios de la empresa a terrenos privados, pues no conciben que su tierra, que siempre ha sido agrícola, termine arrasada por la fuerza de las excavaciones que buscarán en la montaña cobre y oro.
Justo en la tarde de este miércoles hubo un fuerte enfrentamiento porque hasta la vereda Vallecitos llegaron varias camionetas con personal técnico de Quebradona, el personero municipal y servidores públicos de la Gobernación de Antioquia, todos acompañados por la Policía Nacional, para entrar a predios privados a tomar muestras en nacimientos de agua. Pero la comunidad organizada no los dejó ingresar, pese a la insistencia de los funcionarios de la Alcaldía y de la Gobernación.
William Gaviria, campesino de la zona que se opone al proyecto, le dijo a SEMANA: “Aquí llegó la empresa minera con unos funcionarios de la Gobernación, el personero y la Policía a pretender hacer unos estudios de aguas, los cuales por aquí están prohibidos. Tenemos prohibida la entrada para hacer esos estudios y estamos aquí unos 40 campesinos oponiéndonos. Es que esto no es nuevo, ya ha venido otra gente y contestamos con una carta que tiene 400 firmas diciendo que no lo íbamos a permitir”.
Y es que los campesinos no se oponen sin fundamentos: Jericó es un municipio agrícola y turístico, una de las joyas de la producción de café en Antioquia, y nunca ha sido minero ni tenido este tipo de actividades. Además, en años pasados –denuncian– las excavaciones de AGA terminaron por secar un nacimiento. “No queremos que esto nos vuelva a pasar”, dice William Gaviria.
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Igualmente, sienten que las autoridades quieren entrarles a como dé lugar, pues la semana pasada la autoridad ambiental departamental, Corantioquia, quiso empezar la socialización de la regulación de unas cuencas hídricas de la región, con tan mal tino que se trata de las cuencas en las que tendría influencia Quebradona, un hecho que, visto incluso sin suspicacia, deja mucho que pensar.
En este momento, el proyecto Quebradona se encuentra en trámites de respuesta a unos requerimientos que le hizo la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) para determinar si pueden explotar mineralmente la zona, lo que cambiaría de manera radical todo el paisaje de los majestuosos farallones del suroeste antioqueño.
Mientras tanto, desde AGA aseguraron sobre el último incidente que los estudios que iban a realizar en las cuencas son para responder a los requerimientos de la ANLA: “Esos requerimientos están relacionados con el monitoreo de la calidad del agua superficial, parámetros hidrobiológicos e isotópicos en los afluentes de la parte alta, media y baja de las quebradas La Palma y La Guamo que están en jurisdicciones de las veredas La Hermosa, Palocabildo, Vallecitos y La Soledad. Dando cumplimiento al requerimiento de la Autoridad, la Compañía informó previamente a los acueductos veredales que se iba a realizar el monitoreo y recolección de muestras y procedió hoy a adelantar la actividad. Desafortunadamente un grupo de personas de la comunidad de Vallecitos se encuentra en el lugar tratando de impedir el libre tránsito del personal del laboratorio contratado, que se disponía a realizar la actividad en compañía de personal de Quebradona, de la Personería Municipal y un delegado de la Secretaría de Gobierno de Antioquia”.
Ahora los campesinos de Jericó sienten que la autoridad solo protege los derechos de la empresa privada y no de los ciudadanos, como ha sucedido en otros proyectos de este tipo en el país. Justo sobre esto dijo un campesino: “Estos son territorios privados, pero cuando ellos necesitan entrar los debemos dejar; no sucede lo mismo si nosotros quisiéramos entrar a las instalaciones de la minera”.