Informe
Los explosivos secretos que revelan los computadores de alias Calarcá: vínculos de las disidencias con altos funcionarios y hasta información de la campaña presidencial
Un informe de ‘Noticias Caracol’ evidencia que Mordisco tendría supuestas pruebas sobre la financiación de la campaña Petro Presidente y sale a relucir el nombre de la vicepresidenta Francia Márquez.
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Un nuevo escándalo estalló alrededor del proceso de paz total del Gobierno, tras la publicación de un informe de Noticias Caracol, en el que se evidenció un vínculo entre jefes de las disidencias de las Farc, dirigidas por alias Calarcá, con el general Juan Miguel Huerta, jefe del comando de personal del Ejército; también con Wílber Mejía, alto funcionario de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI), y hasta menciones de una supuesta financiación de la campaña Petro Presidente.

La información surgió de los dispositivos móviles que se incautaron luego de un polémico proceso que se dio en un retén en Anorí, Antioquia, de una caravana de siete jefes de disidencias y custodiada por integrantes de la Unidad de Protección, en julio de 2024.
“Llevaban armas, dinero y un menor de edad, lo que habría constituido la comisión de delitos en flagrancia. Sin embargo, la Fiscal General Luz Adriana Camargo emitió un oficio en el que ordenó la libertad de la mayoría de los capturados bajo el argumento de que eran gestores de paz y que aun en situaciones de flagrancia no podían ser capturados”, dice el informe.
Cuatro de los detenidos quedaron en libertad, entre ellos el jefe del autodenominado Estado Mayor de Bloques y Frentes de las FARC, alias Calarcá, su compañera Erika y dos jefes de frentes.
Los secretos guardados en un centenar de dispositivos electrónicos como computadores, memorias USB y celulares fueron incautados y quedaron en poder de la Fiscalía, que hasta ahora no ha hecho nada con esta información a pesar de la gravedad de su contenido.
El primer mencionado en la información de los computadores es el general Juan Miguel Huertas, actual jefe del Comando de Personal del Ejército. Está consagrado en un reporte que le envió a Calarcá uno de sus hombres de confianza, que asistió a reuniones en Bogotá con el general Huertas.

El delegado de Calarcá le señaló que Huertas le había propuesto la creación de una empresa. En ese momento, febrero de 2024, Huertas era un poderoso asesor en la sombra de funcionarios del Ministerio de Defensa, la Inteligencia del Ejército y la Dirección Nacional de Inteligencia.
Gracias a sus contactos, el general retirado les habría propuesto una fórmula para crear una fachada que les permitiera moverse en vehículos blindados y portar armamento legalmente, en una estrategia parecida a la que en los años 90 montaron los paramilitares con los departamentos de seguridad o convivir.
La carta deja en evidencia que la propuesta fue bien recibida por las disidencias, pues daban por sentado que los procesos de negociación con el gobierno van a fallar. El general también les ofreció protección para sus desplazamientos. “También nos dijo que el vínculo con el presidente lo daban para movilizarlos a ustedes con orden de no pararlos en ningún lado”, dice la comunicación del hombre de confianza de Calarcá.
En la carta los disidentes mencionan la relación entre el general y el presidente, un vínculo que no es desconocido. En el 2022 el general Huertas fue sacado del ejército por orden del entonces comandante de esa fuerza, el general Eduardo Zapateiro. Meses después, Huertas junto a otros dos generales retirados entraron a formar parte de la campaña petrista. De los tres generales mencionados por Petro, Parra fue nombrado por el gobierno como enlace de la DNI en Washington. Pinto fue nombrado como director de la Aerocivil y renunció el viernes pasado. Y Huertas era el único que había ocupado ningún cargo oficialmente hasta el pasado 6 de agosto, cuando el presidente Petro lo reintegró al servicio activo y quedó al frente del comando de personal.
El general Huertas es un general retirado que demandó al Estado porque lo sacaron del ejército por no cumplir la orden de acompañar a los paramilitares en una arremetida contra la guerrilla.
El segundo alto funcionario del estado que aparece mencionado en las comunicaciones es Wilmar Mejía, un licenciado en educación física que durante el gobierno Petro se convirtió en uno de los hombres más importantes de la inteligencia del estado. En marzo de 2024 fue designado por el presidente de la república como miembro del consejo superior de la universidad de Antioquia, pero se advierte que es el verdadero poder en la dirección nacional de inteligencia.
El informe periodístico señala que, en sus redes sociales, Mejía se presenta como un tejedor de puentes y libre pensador. Pero no advierte su cercanía con el presidente Gustavo Petro que le ha permitido ganar poder en el mundo de la inteligencia, al punto de ser uno de los responsables detrás de la purga de oficiales en el Ejército y la Policía, especialmente en el área de inteligencia que no eran afines al gobierno, dice el informe.
Miembros de los grupos al margen de la ley corroboraron que gracias a estas relaciones las disidencias de Antioquia, Catatumbo y Sur de Bolívar habrían obtenido información clasificada de las fuerzas militares para esquivar operativos y facilitar la movilización de guerrilleros con orden de captura.
Según el guerrillero, como parte de esa propuesta, Huertas habría viajado a Venezuela a reunirse con uno de los jefes más poderosos de las disidencias, Richard Catatumbo: “Ocho días después a esta reunión, como lo advierte el informe, hubo un encuentro entre los jefes de las disidencias en Venezuela para concretar cómo sería la creación de la empresa de seguridad”.
Tras los acuerdos en Venezuela, se dieron unas reuniones en Bogotá, en una de ellas a la que habrían asistido representantes de las disidencias, también lo hicieron el general Huertas, Wilmer Mejía y el director de Indumil, el coronel retirado Juan Carlos Maso.
En reuniones posteriores, según el informante, se coordinó una especie de pacto de no agresión entre la Fuerza Pública y las disidencias en tres territorios: Catatumbo, Antioquia y sur de Bolívar.
Para desarrollar ese pacto de no agresión y no chocar con el ejército, los oficiales habrían entregado a las disidencias los códigos de las frecuencias radiales del ejército, los cuales son secretos.

Otro aparte de los archivos secretos de alias Calarcá está relacionado con conversaciones que sostuvo con alias Mordisco, líder de las disidencias de las Farc, y cuyos campamentos han sido bombardeados recientemente.
En esas conversaciones, Mordisco habla de supuestas pruebas que tiene su poder sobre la financiación de la campaña Petro presidente y sale a relucir el nombre de la vicepresidenta Francia Márquez.
“Yo tengo ganas de tumbar a Petro, dice una de las comunicaciones. Con otra declaración y las pruebas de los acuerdos que tenían en campaña al finado Mayimbú, lo tumbamos. (2:34) Esas pruebas están. Ese HP arremetió con toda y ahora dio la orden de capturarme. Y ese pícaro no se imagina que sí tenemos las pruebas. Todo se hizo a través de Francia Márquez”.
También se revela la presencia de un misterioso empresario chino Los computadores de alias Calarcá también revelan la presencia de un misterioso empresario chino que visita los campamentos de las disidencias en Catatumbo, Caquetá y sur de Bolívar.
Detrás de esta relación habría negocios de compra de armas, tráfico de oro ilegal e inversiones en empresas fachadas de las disidencias.
