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Esta es la aterradora historia de Lucía Tamayo, víctima de un ataque con ácido. Hoy vive otro infierno por amenazas de muerte; “temo lo peor”
La joven de 24 años no ocultó su angustia por las intimidaciones que ha recibido. Ya denunció los hechos en la Fiscalía.
Parece que la pesadilla por la que está atravesando Lucía Tamayo, una joven de 24 años de edad víctima de ataque con ácido en Bogotá, no tiene final. Ahora denuncia que ha recibido amenazas de muerte por parte de personas conectadas con la agresión que sufrió en su rostro, dijo con la voz entrecortada que teme por su vida.
En diálogo con SEMANA, Lucía Tamayo, visiblemente angustiada por lo que está atravesando, reveló que las amenazas en contra de su integridad ya las denunció ante la Fiscalía General de la Nación. Ahora, espera de que el ente acusador actúe rápidamente.
La historia de Tamayo tiene elementos bastante fuertes. El ataque del que fue víctima con ácido fue de su expareja en 2020, quien luego de algunos días se quitó la vida. Varias personas vinculadas con esos hechos están en la cárcel, pero ahora le quieren hacer daño.
“Yo fui atacada por mi expareja sentimental en compañía de su hermana y la pareja de ella. Él se suicidó a los tres días posteriores a este ataque y ellas se encuentran en la cárcel recluidas, en El Buen Pastor, pero en el momento en que las procesaron, les dieron la condena fue por lesiones personales y no por tentativa de homicidio”, indicó.
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Y relató: “Esto quiere decir que la condena de ellas está básicamente casi en 11 años, pero podrían tener el beneficio de casa por cárcel, porque ahorita ya este año cumplirían la tercera parte de estar ahí”.
“Pero ahorita nuevamente empezó este infierno, ya que mis agresoras nuevamente me están empezando a amenazar a través de correos electrónicos, redes sociales, donde me dicen que nuevamente me van a atacar con ácido, pero que esta vez sí me van a matar”, añadió la joven.
Y alertó: “Entonces yo denuncié hace poco que había sido despedida injustamente de mi trabajo. Luego de hacer esta denuncia, en horas de la madrugada del primero de febrero, recibo estas amenazas donde me dicen que debo cerrar todas mis redes sociales y dejar de dar entrevistas porque nuevamente me van a atacar con ácido y que ya en las noticias no va a salir ‘mujer fue víctima de ataque con ácido’, sino que ‘mujer muere’ y que detrás de mi despido del trabajo había manos negras”.
“Mi expareja, su nombre era Camilo Andrés Moreno Flores y su hermana, que fue la cómplice, es Paola Andrea Moreno Flores. La persona que me arrojó el ácido es Íngrid Parra, la pareja de ella. Nunca la había visto en mi vida. Fue hasta ese viernes 13 (de 2020) cuando ella me arroja el ácido”, insistió Tamayo.
Lucía señaló que se dirigió el pasado el 2 de febrero a la Fiscalía para radicar la denuncia sobre las amenazas, pero teme que no vaya a pasar nada, al recordar que cuando fue víctima del ataque con ácido, según ella, no se obtuvieron los resultados esperados.
“En su momento, antes de que me sucediera el ataque, ya lo había hecho, pero nunca fui escuchada. Simplemente, fue un caso más. Este caso no fue condenado por intento de homicidio, sino por lesiones personales con agente químico. Por tal razón, esta condena fue solamente casi de 11 años. Adicionalmente, que como ellas aceptaron cargos, les dieron beneficios”, aseguró a SEMANA.
Y reveló detalles de las amenazas de muerte que ha recibido: “Tienen gente desde afuera que les está ayudando para hacerme nuevamente este daño. Yo por eso, pues quiero aprovechar para pedir de toda la ayuda, que en este caso, pues la Fiscalía, el Gobierno pueda hacer algo referente, porque la verdad yo me siento desamparada. Temo por mi integridad y la de mi familia; si es posible, poder tener asilo en otro país. Ya realmente la justicia una vez me dejó sola y temo que esta vez nuevamente lo hagan”, anotó.
Finalmente, sostuvo: “Desafortunadamente, yo tuve secuelas muy graves a raíz de ese ataque con ácido. Y a raíz de una entrevista que di hace poco en un podcast fue que sucedió este incidente de las amenazas, y también al denunciar que había sido despedida injustamente de mi trabajo. En estos momentos, te juro que temo por mi vida, porque sé los alcances de estas personas, sé el odio y el resentimiento que sienten hacia mí, porque en cada audiencia que hemos tenido durante este proceso de tres años lo han manifestado y no estamos hablando con cualquier persona, son personas de verdad muy malas”.