Nación
Mano derecha de alias Iván Mordisco está colaborando con la Fiscalía, confirmó el ministro Pedro Sánchez
Una caja de pandora estaría abriendo alias Kevin, cabecilla de las disidencias de las FARC, quien se entregó al Ejército recientemente.
La entrega de los dos principales cabecillas de la estructura Carlos Patiño, de las disidencias de Iván Mordisco al Ejército en el Cauca, no ha frenado la crisis de orden público en este departamento.

Uno de los sanguinarios cabecillas que decidió poner fin a su participación en la guerra, en el suroccidente del país, fue Anderson Andrey Vargas, alias Kevin, cabecilla de la estructura Carlos Patiño.
El ministro de la Defensa, Pedro Sánchez, le confirmó a SEMANA que este cabecilla de las disidencias de las FARC se encuentra colaborando con las autoridades judiciales.
Aunque el ministro no detalló la clase de información que está entregando Kevin, fuentes judiciales indicaron que se trataría de hechos que posiblemente terminen salpicando a civiles e integrantes del Ejército.

Por Kevin se ofrecía una recompensa de hasta 1.600 millones de pesos. “La presión sostenida de la operación Perseo en el Cañón del Micay produjo uno de los resultados más estratégicos: la entrega de Anderson Vargas, alias Kevin, cabecilla del grupo criminal Carlos Patiño”, dijo el presidente Gustavo Petro, cuando reveló su entrega.
“Alias Kevin, con 16 años en esta estructura, era un objetivo de alto valor con una recompensa de hasta 1.614 millones de pesos”, añadió el jefe de Estado.
Sobre su desmovilización, se informó por fuentes militares, que alias Kevin se entregó al Ejército en una licorera del Bordo, Cauca, luego de que un integrante de las mismas disidencias de las FARC lo convenciera de que se entregará ante las autoridades.
Kevin se entregó a unidades del Gaula militar con su fusil.
SEMANA reveló dos episodios en donde integrantes del Ejército en el departamento del Cauca habrían tenido presuntas relaciones con grupos criminales.
En un primer caso, se revelaron chats y videos de presuntos patrullajes de uniformados con posibles grupos paramilitares en la región de Ortega, Cauca.

En las imágenes se veía a sujetos civiles y armados del lado de las tropas. Por estos hechos la Fiscalía Delegada ante la Corte Suprema de Justicia abrió indagación por concierto para delinquir contra el general Federico Mejía, quien era el comandante de los uniformados para la época de los hechos.
En un segundo caso, SEMANA reveló la historia secreta del apoyo que habría recibido el Ejército de las disidencias de las FARC en el inicio de la operación Perseo, con la cual el Ejército ingresó al cañón del Micay.