María Claudia Tarazona da por primera vez una entrevista sobre Miguel Uribe Turbay; reveló cómo le alcanzó a decir que se “fuera tranquilo”

Desde el pasado 7 de junio, cuando un joven sicario atentó contra Miguel Uribe Turbay, su esposa, María Claudia Tarazona, había evitado hablar en medios sobre lo que ha vivido su familia.

La mujer ha mantenido viva la esperanza de la recuperación del precandidato del Centro Democrático. En múltiples mensajes en redes sociales ha narrado su sufrimiento y el de sus hijos, pero también la fe infinita que los acompaña.

En entrevista con María Elvira Arango, en el programa Los Informantes, María Claudia abre las puertas de su casa y de su corazón a las cámaras. “Es un dolor aquí, metido en el alma. El alma existe. Me duele el alma... Se me partió el alma”, cuenta.

La mujer cuenta cómo vive llena de esperanza, gracias a su fe y habla del enorme agradecimiento que tiene por los colombianos. “Dios es mi papá, él sabe lo que hay en mi corazón. Y como buen padre, él sabe lo que es mejor para mí. Yo se lo entrego a él”, dice sobre la salud de su esposo.

“Es más que conmovedor escucharla. Me hizo llorar en la entrevista”, contó la periodista María Elvira Arango.

La esposa de Miguel Uribe Turbay narró cómo fueron las primeras horas. Aseguró que durante el recorrido en la ambulancia estuvo todo el tiempo sosteniendo la cabeza de su esposo y que al comienzo los médicos le dijeron que había poca esperanza.

Incluso uno de los médicos le alcanzó a hablar de que el precandidato tenía muerte cerebral y le quedaban horas de vida. Pero todo cambió muy pronto. Y al llegar a la clínica Santa Fe, el doctor Hakim le aseguró que ya se trataba de otro paciente, uno que podría salir adelante. La esperanza volvió a su corazón.

“He aprendido a confiar...veo su cuerpo caliente, su respiración, le digo gracias amor. Y con eso me quedo”, dijo.

“Nada te humaniza más y te acerca más a Dios que el dolor. Solo aceptando radicalmente el dolor y lo que me está pasando puedo ver cosas maravillosas y pequeños milagros”.

La esposa de Miguel Uribe habló del niño sicario que disparó contra su esposo. “El problema no está en él, está en qué tipo de sociedad somos y cómo normalizamos que los niños sean instrumentos para la guerra. No siento ninguna rabia. Siento dolor. Es un niño”.

La mujer cuenta la historia de amor con el senador y la diferencia de edad que existe entre ambos, pues ella es mayor que él seis años y cuando lo conoció ya tenía tres hijas.

“Yo creo que él se enamoró de una figura y esa parte maternal tan visible para él, que él tanto había añorado”, cuenta.

Un día él le dijo: “Tomé una decisión de vida, quiero pasar el resto de la vida contigo. Quiero tener un hijo contigo, quiero tenerte el resto de mi vida”. Agrega que le compuso canciones, le mandaba flores, hasta que al final se casaron.

Después de buscarlo, llegó Alejandro a la vida de ambos. “Ver a Miguel siendo papá es de las cosas más dolorosas de ese proceso. Él me dijo un día: No me voy a perder ni un día de la vida de Alejandro”.

María Claudia leyó la carta que le escribió el día del padre:

“En la intimidad de la almohada es donde con mayor profundidad e intensidad se conoce el dolor. Amor mío, en este día busco la fortaleza necesaria para mantener en pie a nuestras niñas y nuestro hijo y poderlos sostener como lo necesitan.

Cada uno de ellos, María, Emilia, Isa y Alejandro, están siendo unos guerreros como tú y debo estar a su altura. Hoy más que nunca me duele levantarme sin ti a nuestro lado, pero aferraros al amor De Dios, de toda la familia y de un país entero que ora por ti y te ama, es así que estamos encontrando y construyendo el camino para tener paciencia y esperarte el tiempo que sea necesario.

Eres un papá amoroso, entregado, tierno, una guía y un gran ejemplo para ellos. Tu mayor virtud, la que conocemos los que hemos tenido la bendición de conocerte en las profundidades de tu alma es la generosidad, que se ve reflejada en cada acto de amor tuyo. Generoso para amar, para dar, para regalar sonrisas y abrazos, generoso para dar tu tiempo, generoso para ser paciente y sobretodo generoso para perdonar. Esa es una gran virtud, que te prometo honraré el resto de nuestras vidas. Hoy me siento intensamente feliz y orgullosa de ver la huella que has sembrado en nuestras niñas y Alejandro, el ser humano más noble y con los valores y principios que cualquier padre quisiera sembrar en sus hijos. Feliz día del padre amor mío, con la ayuda De Dios espero estés pronto de nuevo entre mis brazos”

“Ha sido muy doloroso para mi ver a Alejandro sin su papá y ver que Miguel se está perdiendo cosas de Alejandro que no van a volver. Miguel está batallando y volverá”.

Sobre los resultados de las encuestas, que ubican al senador en la carrera presidencial de primero, María Claudia dice que no es un tema de relevancia en este momento para la familia que está concentrada únicamente en su recuperación.