Ministerio de la Igualdad pide investigación para esclarecer la muerte de uno de los jóvenes intoxicados en Asamblea Nacional de Juventudes

SEMANA anunció que el pasado 2 de enero murió en Bogotá el joven Rubén Darío Fernández Monroy, uno de los asistentes a la polémica Asamblea Nacional de Juventudes donde unas 300 personas resultaron intoxicadas en el el evento que se adelantó en Ibagué durante los días 22, 23 y 24 de noviembre.

Dicha intoxicación se dio de manera masiva por el alto grado de descomposición de la comida que fue ofrecida durante el evento al que no asistió Gustavo Petro y estuvo únicamente la vicepresidenta Francia Márquez.

Elvia Monroy, madre del joven fallecido en una clínica de Bogotá, dijo que la salud de su hijo se deterioró desde que se comió un pollo en ese evento. A raíz de esto, el Gobierno Petro está pidiendo que se revise a fondo el tema y determinar qué pasó.

El Ministerio de la Igualdad se pronunció a través de un comunicado y allí se pide una exhaustiva investigación para aclarar todo lo sucedido. “Solicitamos a las entidades competentes que se investiguen los hechos que permitan esclarecer la causa de la muerte de Rubén Darío”, afirman.

En el documento se solidarizan con la familia de Rubén Darío y aseguran que los acompañarán en todo lo que sea necesario en este momento tan complejo.

“Rubén Darío se destacó por su incansable labor en pro de las juventudes, trabajó con determinación por sus derechos, el fortalecimiento de la participación juvenil y la construcción de una sociedad más equitativa. Sus aportes durante la reciente Asamblea Nacional de Juventud fueron invaluables, dejando un legado que seguirá inspirando a quienes compartimos sus ideales y creemos en la construcción de país desde las diferencias”, destacan en el comunicado.

Desde el Ministerio de la Igualdad aseguran que Rubén Darío se destacó por el trabajo que adelantó por los jóvenes en Cundinamarca y que su compromiso es un ejemplo para todo el país.

La investigación se está pidiendo porque la madre del joven le dijo a SEMANA que después de la intoxicación su hijo tuvo que pasar por varias clínicas de Bogotá y no se le brindó la atención necesaria.

“Yo solo pido que el caso de mi hijo lo puedan investigar y que esto no se quede así, porque si él no hubiera ido a ese congreso nada de esto le hubiera pasado, pero mire ya se me fue mi hijo. Yo tengo conocimiento de que mi hijo no era el único que estaba mal, porque hay más jóvenes que están muy malos, pero viven en zonas muy alejadas donde no hay buenas clínicas”, finalizó.

Aunque ya ha pasado más de mes y medio desde aquel evento, aún hay jóvenes con secuelas de la intoxicación masiva que se presentó.