NACIÓN
“Nadie quiere jugar conmigo”, las palabras de un niño migrante en una actividad del Centro Memoria
Colombia es uno de los países que mayor población migrante venezolana ha recibido en los últimos cinco años en América Latina.
El más reciente informe de la plataforma de Coordinación Interagencial de Naciones Unidas (R4V), detalló que por lo menos 2.099.357 migrantes venezolanos se han radicado en Colombia hasta el 5 de septiembre de 2021.
Las historias abundan mientras todos ellos recorren las calles de las principales ciudades del país en busca de oportunidades laborales, un lugar de vivienda digna y, en el peor de los casos, aunque repetitivo, queriendo encontrar algo para comer cada día, aún cuando en el fondo sus ganas de salir adelante no se apagan.
La acogida de los niños, niñas y adolescentes migrantes en los sistema educativos no es solo la voluntad de los gobierno territoriales, sino que es una orden de la Corte Constitucional. Aún con este beneficio, la adaptación de ellos a los nuevos entornos no es sencilla y la xenofobia se ha apoderado de algunos espacios académicos.
Así lo dejó ver el director del Centro de Memoria, Paz y Reconciliación (CMPR) en Bogotá, José Antequera Guzmán, quien a través de Twitter compartió una triste imagen como resultado de una actividad de la entidad con estudiantes de un colegio de la localidad Ciudad Bolívar.
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“A veces, nadie quiere jugar conmigo porque soy venezolano”, se lee en parte de la carta que se acompaña con un dibujo hecho por el menor.
“Hoy hicimos un taller en un colegio de Ciudad Bolívar y una de las dinámicas era preguntarnos sobre lo injusto. Un niño dibujó este monumento a la injusticia y a la tristeza”, señaló Antequera en el texto, asombrado por el profundo significado del dibujo.
Y agregó: “Dibujó y habló porque resiste en una ciudad que le debe sus colores a los éxodos que la atraviesan”.
Con corte a julio de 2021, Bogotá acogió en su sistema educativo oficial a 52.775 estudiantes migrantes provenientes de Venezuela, con quienes desarrolla estrategias pedagógicas desde el enfoque diferencial para garantizar su pleno derecho a la educación de calidad.
“Estas estrategias de atención a población estudiantil migrante y sus familias permiten reconocer los impactos y los desafíos colectivos en la construcción de comunidades educativas inclusivas, abiertas, reflexivas e interculturales”, según la Alcaldía de Bogotá.
Según la Organización Internacional de las Migraciones, el número de migrantes venezolanos en Latinoamérica pasó de 89.000 a 900.000 personas entre el 2015 y el 2017, lo que representó un incremento de más del 900 por ciento. Este episodio significó un gran choque para Colombia pues históricamente no había sido un país receptor de migraciones.
Posteriormente, tras las elecciones presidenciales del 2018, cuando el Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) anunció la victoria y reelección de Nicolás Maduro, se intensificó el número de ciudadanos que emigraron de su país pues un cambio se veía cada vez más lejano. Ya para finales de 2019, según las cifras de Migración Colombia, en el país había 1,8 millones de venezolanos.
Sin embargo, con la llegada de la pandemia, muchos de ellos retornaron a su país. Según un informe del ente migratorio, durante los primeros meses de la pandemia, con el país y la economía cerrada por las cuarentenas, casi 100 mil venezolanos retornaron a su patria huyendo del hambre y la desprotección en que quedaron en Colombia.
En las últimas horas el presidente Iván Duque anunció un nuevo desembolso que hará Estados Unidos para atender a los migrantes que siguen llegando a Colombia.
“Un gesto ya que Estados Unidos está comprometiendo 300 millones de dólares más para la atención de la población migrante venezolana para los países que hemos sido receptores, Colombia tendrá una participación muy relevante pero el mensaje es que se están acelerando los apoyos económicos y las ayudas para quienes deben salir corriendo de Venezuela”, dijo el mandatario.