AIRE
Nube del Sahara llega este miércoles a Bogotá. ¿Qué efectos tendrá en el medio ambiente?
La llegada del polvo del Sahara podría presentar un incremento en las concentraciones diarias de material particulado entre jueves y viernes.
La capa de aire del Sahara o Saharan Air Layer (SAL por sus siglas en inglés) es una masa de aire muy seca y cargada de polvo procedente del desierto del Sahara en África, que, por lo general, ocurre a finales de la primavera, es decir entre febrero marzo y abril, durante el verano, entre junio y julio, así como en la etapa temprana del otoño, en octubre, en el hemisferio norte.
Esta gran cantidad de aire usualmente se desplaza hacia el oeste, con una periodicidad que oscila entre 3 y 5 días. La capa puede extenderse verticalmente entre los 1500 a 6000 m de altura en la tropósfera y está relacionada con grandes cantidades de aire muy seco y cargada de polvo con vientos fuertes entre 36 y 90 km/h. Estos vientos fuertes o corrientes de chorros se localizan entre 2000 y 4500 m de altura, especialmente, en la zona central y occidental del océano Atlántico Norte.
Por estos días se ha notado el avance transatlántico de material particulado proveniente del Sahara, por el Caribe y norte de Sudamérica, conforme a la información recibida en los diferentes radares ubicados en esta zona del continente.
Aunque se espera que el impacto para el país tienda a ser mínimo, es necesario tener presente algunos efectos como la reducción de la visibilidad, situación que podría afectar el tránsito aéreo, al igual que podría favorecer un aumento de la temperatura en la superficie y la inhibición del desarrollo de sistemas nubosos, en otras palabras, la reducción de la precipitación.
Tendencias
Por su parte, los pronósticos indican que este fenómeno sería corto y no superaría los niveles que ameriten la necesidad de declarar alguna clase de alerta, según explicó la Secretaría de Ambiente de Bogotá.
“El polvo del Sahara es un fenómeno que se presenta en África y trae consigo micropartículas de polvo que están atravesando Europa y pueden llegar, a través del océano Atlántico, al norte de Sudamérica. Cuando tenemos estos fenómenos se afecta la calidad del aire en Bogotá y, de acuerdo con nuestros modelos, este fenómeno duraría muy poco tiempo y no sería necesario declarar alguna alerta”, dijo la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia.
Según los modelos y pronósticos, se espera que esta nube de polvo llegue a la ciudad este miércoles en la noche e incida en los niveles de concentración de material particulado entre jueves y viernes de esta semana.
Esta situación es un factor externo que, sumado a las condiciones normales de una ciudad como Bogotá, puede llegar a incidir en la calidad del aire. La Secretaría de Ambiente mantiene un estricto seguimiento de este fenómeno y analiza los diferentes escenarios que se puedan presentar para tomar las medidas o acciones necesarias para proteger la salud de los bogotanos.
El centro y la región Caribe podrían experimentar el impacto de este fenómeno, que ya se ha presentado en años anteriores con incrementos atípicos en la concentración de material particulado. Los niveles de este polvo pueden variar según los datos que vayan arrojando los pronósticos y análisis diarios.
La Secretaría de Ambiente se encuentra vigilando el comportamiento de la situación a través de las 19 estaciones que conforman la Red de Monitoreo de Calidad del Aire de la Ciudad.
Por último, la autoridad ambiental hace un llamado a la ciudadanía para reducir las actividades físicas al aire libre durante los días que se presente este fenómeno, usar el transporte público y, si es necesario utilizar el vehículo particular.
Otras recomendaciones hechas por el Ideam:
· Resguardarse durante la probable ocurrencia de esta clase de fenómenos.
· Cerrar las puertas y ventanas de casas o apartamentos, en caso de observar aumento considerable de material particulado.
· A las personas con enfermedades respiratorias crónicas como Epoc y asma, adultos mayores, mujeres embarazadas y niños, se les recomienda usar protectores respiratorios como mascarillas.
· Al sentir la presencia de cuerpos extraños en los ojos, lavarse con abundante agua.
· Cubrir las fuentes de agua como pozos, recipientes o estanques de almacenamiento para evitar su contaminación.
· Utilizar continuamente los medios de protección personal como gafas, tapabocas, o pañuelo de tela húmedo para cubrir nariz y boca.
· Antes de barrer, humedecer el suelo para evitar la suspensión del polvo que pudiera acumularse.
· Estar atentos al desarrollo de la navegación aérea en el país y tomar las medidas necesarias.