“Perdí al hombre de mi vida y Colombia, un gran estadista”: esposa de Carlos Holmes Trujillo lo recuerda en el tercer aniversario de su muerte

Este 26 de enero se cumple el tercer aniversario de la muerte del exministro de Defensa Carlos Holmes Trujillo, quien falleció por una neumonía provocada por el covid-19.

El cartagueño, nacido el 23 de septiembre de 1951, se destacó por su amplia trayectoria en la vida pública, pues durante su destacada carrera política ocupó diferentes cargos a nivel regional, nacional e internacional, así como fue diplomático.

De igual forma, Holmes Trujillo estuvo al frente de diferentes agremiaciones y alternó sus actividades con la educación y la escritura, siendo docente en la Universidad del Rosario y columnista de varios medios de comunicación.

Holmes Trujillo fue alcalde de Cali, tras ganar la contienda en 1988, la primera que se hacía en el país bajo la figura del voto popular. También fue ministro del Interior, Educación, Relaciones Exteriores y Defensa; jefe de la misión de Colombia ante la Unión Europea; precandidato presidencial por el Centro Democrático, y miembro de la Asamblea Nacional Constituyente en 1991.

Este destacado político del norte del Valle del Cauca comenzó su trasegar en la vida pública cuando fue cónsul y encargado de negocios en la embajada colombiana en Japón durante los gobiernos de Alfonso López Michelsen y Julio César Turbay, ente 1976 y 1982.

Fue miembro del Partido Liberal, colectividad con la que logró llegar a la Alcaldía de Cali en las elecciones de 1988, lo que le sirvió para impulsar su nombre y ser tenido en cuenta por los gobiernos de turno; hizo parte del gabinete de ministros de César Gaviria, Ernesto Samper, Andrés Pastrana, Álvaro Uribe e Iván Duque.

Su muerte se produjo en el Hospital Militar de Bogotá, a donde llegó procedente de Barranquilla, ciudad en la que le fue diagnosticado covid-19, el 12 de enero de 2021. Su condición se complicó y tuvo que ser internado en la Unidad de Cuidados Intensivos. El 26 de enero, sobre la 1:53 a. m., fue confirmada su muerte.

Un hombre de familia que se adelantó en el camino

Gracias a su amplia trayectoria en la vida pública, Trujillo logró gran reconocimiento, el mismo que se hizo sentir en el momento de su muerte y, que hoy, a tres años de su partida, volvió a florecer en la memoria de sus seres más cercanos.

Alba, su esposa, y sus hijos Carlos, Camilo, Iván y Rodrigo, no se guardaron palabras para recordarlo como un gran esposo y como un padre que siempre se preocupó por inculcar en ellos los valores que le permitieron gozar de una excelente reputación a lo largo de su carrera como servidor público.

“Yo quiero resaltar, en la vida de Carlos, dos aspectos importantes: la parte humana y la parte laboral; en la parte humana, Carlos era una persona amorosa, caballerosa, amplio y responsable. Todos los días me vivía llamado, preocupado por cómo estaba yo y preocupado por lo que a mí me hacía falta. (...) Yo perdí al hombre de mi vida, era el hombre de mi vida, era el amor de mi vida, y Colombia perdió a un gran estadista”, dijo su esposa.

Huella en el corazón de sus hijos

A juzgar por las palabras que sus hijos emplearon para recordarlo después de tres años de haber fallecido, Carlos Holmes Trujillo hizo lo correcto en su rol como padre; todos coincidieron en destacar la forma en que se relacionó con su familia, el amor por Colombia, lo importante que era la amistad para él y el compromiso con su país.

Camilo Trujillo, por ejemplo, aseguró que su papá le hace mucha falta al país en un momento tan difícil como el que atraviesa Colombia y dejó claro que, pese al tiempo transcurrido, lo sigue echando de menos.

“Ya son tres años de tu partida, papá. Vives eternamente en mi corazón, honro tu vida todos los días, con el inmenso orgullo que supone ser tu hijo; en momentos de tanta turbulencia, el país echa de menos tu serenidad, tu decencia, tu ecuanimidad, tu caballerosidad, tu talante democrático y tu amor por Colombia y sus instituciones. En casa te echamos de menos y oramos todos los días por tu alma”, dijo.

De igual forma, Carlos Mauricio, otro de sus hijos, se refirió a él como un “caballero de la política” que, pese a las diferencias con sus contradictores políticos, siempre fue respetuoso y buscó el consenso. Así mismo, indicó que Colombia sería otra si él hubiese tenido la oportunidad de seguir defendiendo sus ideas.

“Hoy, más que nunca, relevante recordarlo; muchos nos preguntamos qué sería de no haberse despedido antes de tiempo; todos coincidimos, Colombia seguiría recorriendo el camino del bien con orden y libertad, para vivir tranquilos”, agregó.

Por su parte, Iván no solo recordó a ese hombre de trayectoria política y de ministerios, sino que trajo a la memoria los momentos desparpajados en los que, además de hablar del país, tocaban otros temas banales, pero no menos importantes que le sirvieron en su formación.

“A mí, personalmente, me hace mucha falta mi padre, mi amigo, pero también esa persona con la que teníamos conversaciones muy profundas sobre los acontecimientos nacionales y del país; también las conversaciones más sencillas y banales que permanentemente me nutrieron y me hicieron crecer como persona. Mi padre nos deja un legado importantísimo que atesoramos y cuidamos con el cariño más importante, y que intento transmitir diariamente a mi hijo Benjamín. Una persona de una estatura moral elevada y una transparencia superior que, para nosotros, representa un orgullo y hoy atesoramos esos recuerdos. Yo personalmente lo extraño todos los días de mi vida y lo recuerdo con infinito amor”, dijo Iván.

Tuvo que haber sido presidente de Colombia

Otro de los que lo recordó fue el expresidente Álvaro Uribe, con quien tuvo una gran relación y una amistad de muchos años, que no solo se nutrió de la visión de país que tenían en común, sino por lo naturales que fueron mientras compartieron.

Para Uribe, Carlos Holmes Trujillo tuvo que haber sido presidente de Colombia y lo hubiera hecho bastante bien; el expresidente también resaltó su calidad humana, su compromiso con su familia y la humildad que lo caracterizó a lo largo de su vida política.

“Tendría que estar en el libro, no escrito todavía, de quienes debieron llegar y no alcanzaron. Gran demócrata, se entendía a lo mismo con el más sencillo de los vallecaucanos que con el más elevado de los funcionarios internacionales; culto, informado, conocía los problemas del universo y los detalles de todos los lugares de Colombia”, dijo Uribe.

“Amigo sin dobleces, gran miembro de familia; Alba lo acompañaba en todos los auditorios y él no tenía inconveniente en levantarse para traerle la Coca-Cola. Qué falta nos hace. Él y Andrés Uriel encabezan la lista de aquellos por cuya partida me quejo todos los días. Habría sido un gran presidente”, concluyó el exmandatario.