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Petro se alinea con China y le saca chispas a Estados Unidos: los siete puntos esenciales para entender por qué tantos le temen a la Ruta de la Seda

La decisión de Gustavo Petro de adherir a la Ruta de la Seda alinea a Colombia con China y podría provocar a los Estados Unidos. Siete puntos esenciales para entender por qué causa tanto temor.

17 de mayo de 2025, 7:28 a. m.
No está claro hoy si Colombia tiene qué venderle a China. Lo que sí está claro es que China puede producir cualquier producto a precios irrisorios. | Foto: PRESIDENCIA

La Ruta de la Seda es una de las estrategias más ambiciosas de China. Tiene un propósito: consolidar al Dragón Rojo como una potencia mundial, que tiene como consecuencia obvia destronar a Estados Unidos en su papel hegemónico. Se trata de un plan con implicaciones económicas profundas, presente en el mundo desde hace años, pero que hoy para Gustavo Petro tiene otro matiz: la felicidad de montarse en una cruzada anti-Trump.

El primer mandatario lo dejó claro cuando le anunció a Colombia que firmaría la adhesión. “Tanto América Latina como Colombia somos libres, soberanos, independientes, y las relaciones que establecemos con cualquier pueblo del mundo deben darse en condiciones de libertad e igualdad”, afirmó. Lo hizo desde Pekín, después de haber estrechado la mano con el presidente Xi Jinping, quien había dado un eufórico discurso en el que había invitado a los países de América Latina a unirse y oponerse a las “crecientes corrientes del unilateralismo y el proteccionismo”.

Como recuerdan en el libro América Latina en el mundo, de Guillermo Fernández de Soto y Andrés Rugeles, el origen de la Ruta de la Seda “se remonta a la propuesta del presidente Xi Jinping, en 2013, de proponer la construcción conjunta de un cinturón económico para el desarrollo de un megaprograma de infraestructuras que conecte a China con el mundo”, recuerdan los autores. Como todo allí, las implicaciones de esta ruta han sido colosales: 150 países, 200 acuerdos de cooperación e inversiones por un billón de dólares. Estos son algunos puntos esenciales en la discusión en Colombia.

Presidente Gustavo Petro en China
Presidente Gustavo Petro en China. | Foto: Presidencia

1. ¿Enfurecer a Trump?

Se trata del mayor temor que existe alrededor de la decisión. Pese a que China y Estados Unidos se han dado un respiro en la guerra arancelaria, hay miedo de que existan retaliaciones con Colombia por adherir a la ruta.

Es una propuesta bastante inoportuna y provocadora. En medio de la nueva política arancelaria de Estados Unidos, este país le pidió, por ejemplo, a Panamá retirarse de la Ruta de la Seda”, recordó el presidente de la Andi, Bruce MacMaster. El presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, también llamó a esa decisión “una provocación innecesaria con nuestro mayor socio estratégico y comercial... Una tensión que puede generar efectos considerables en la economía y en el empleo”.

“Esto da una lectura de una torpeza infinita porque lo que el presidente está buscando es, eventualmente, abrir una grieta mayor en la relación entre Colombia y Estados Unidos, quizá para utilizarla políticamente”, agregó el exministro José Manuel Restrepo.

2. ¿Primer golpe?

Este jueves, la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental confirmó que el Gobierno Trump “se opondrá enérgicamente a proyectos recientes y próximos desembolsos por parte del Banco Interamericano de Desarrollo y otras instituciones financieras internacionales para empresas estatales y controladas por el Gobierno chino en Colombia”.

“Estos proyectos ponen en peligro la seguridad de la región. Los dólares de los contribuyentes norteamericanos no deben utilizarse de ninguna manera por organizaciones internacionales para subsidiar empresas chinas en nuestro hemisferio”, agregó. El metro, contratado en ciento por ciento con un consorcio chino, estaría en la mira.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump. | Foto: AFP

3. Un Dragón desconocido

Abrir la puerta a China plantea a simple vista también riesgos. Las declaraciones de Petro diciendo que Colombia podría tener exportaciones de cebolla de Arauca a ese país, que es a su vez el mayor exportador del mundo de este producto, demuestran lo poco que el Gobierno conoce del Dragón Rojo. Y, en este sentido, plantea serias dudas sobre lo que viene. El exministro Luis Guillermo Plata ha criticado las “cuentas de coctel” que maneja el presidente.

“Las cosas no funcionan así y el mercado chino es uno de los mejores suplidos y más competitivos del mundo. El problema en el desequilibro de nuestra balanza comercial es que no tenemos qué venderle a China”, sostiene. Y por, el otro lado, China sí tiene mucho que venderle a Colombia y a precios tan irrisorios que podrían poner a tambalear muchas industrias nacionales.

4. China es colosal

El exministro Fernando Cepeda lo explica así: “Aparte de la tradición histórica e imperial de China, y lo que ha logrado en cuatro décadas, que no es cualquier cosa, lo que define lo que está pasando es la expresión over capacity. Es la sobrecapacidad, exagerada y excesiva de China en todos los campos, particularmente en el tema de productividad. Es decir, China tiene hoy producciones que desbordan cualquier producto frente a toda la producción mundial. Así funciona en todos los campos: los celulares, los automóviles, las telas. Entonces, puede ponerlos a precios realmente ridículos en el mundo entero porque tienen sobrecapacidad de producción de todo eso”.

Cepeda explica cómo China está presente, de manera que para muchos sería sorprendente, en casi la totalidad de países y sectores de América Latina: infraestructura, salud, tecnología, telecomunicaciones, defensa. Según él, este nivel de presencia nunca lo ha tenido Estados Unidos.

Vehículos transportan contenedores en la terminal de contenedores de comercio exterior del puerto de Qingdao en la provincia de Shandong en Qingdao, China, el 29 de enero de 2025. (Foto de Costfoto/NurPhoto vía Getty Images)
La ruta de la seda tiene la intención de impulsar el mercado global de China. | Foto: NurPhoto via Getty Images

5. China siempre tiene la sartén por el mango

Por la magnitud de producción, China siempre busca ser superavitario. Lo explicó la presidenta de AmCham, María Claudia Lacouture: “En 2024, Colombia exportó apenas 2.377 millones de dólares frente a importaciones por 15.936 millones de dólares, generando un déficit superior a los 13.500 millones de dólares. Además, esas exportaciones están altamente concentradas en tres productos (petróleo crudo, hullas térmicas y ferroníquel), que representan el 71 % del total. Del sector no minero-energético, apenas 30 productos superan el millón de dólares en ventas, lo que evidencia una relación comercial poco diversificada y sin acceso relevante para bienes de mayor valor agregado”.

6. No es un tratado

El Gobierno Petro asegura que se trata de un plan de cooperación. “No es un tratado, ni un memorando de entendimiento, ni un documento con obligaciones legales. Tampoco se trata de una adhesión a un acuerdo internacional. Su carácter es no vinculante: cada proyecto será evaluado caso por caso, por ambas partes”, señala. Por ahora, solo se indica que habrá proyectos en transición energética justa, agroindustria para seguridad alimentaria, reindustrialización del sector salud, inteligencia artificial e infraestructura tecnológica y movilidad.

La exvicepresidenta Marta Lucía Ramírez asegura que hay mensajes contradictorios. “La canciller dice que es un acuerdo sin ningún poder vinculante, pero lo cierto es que todos los que han adherido a esa ruta realmente han tenido obligaciones que posteriormente la China ha exigido cobrando indemnizaciones económicas bastante altas por parte de esos países, cuando señala que han incumplido algunos de los términos de esos acuerdos”.

El presidente de China, Xi Jinping, habla durante la ceremonia inaugural de la Cuarta Reunión Ministerial del Foro de China y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), en Pekín, el 13 de mayo de 2025. (Foto: Pedro Pardo / AFP)
El presidente de China, Xi Jinping. | Foto: AFP

7. Las preguntas

Las dudas que quedan sobre esta decisión las dejó demostradas la presidenta de AmCham, María Claudia Lacouture, quien le formuló públicamente al presidente una serie de inquietudes. ¿Cuáles son los beneficios que percibirá Colombia con esta decisión? ¿Cuáles son las obligaciones que nuestro país adquieres a través de la firma de este instrumento y cuáles las que la China asume para con Colombia? ¿Incluye esta decisión la adopción de medidas comerciales que equilibren la muy desbalanceada balanza comercial entre los dos países? ¿Qué garantías ofrecerá China para evitar distorsiones de mercado o prácticas de competencia desleal que afecten a la industria y el empleo colombiano? ¿Se tuvo en cuenta que China no es reconocida internacionalmente como una economía de mercado, lo que implica que el país no cumple con sus principios básicos?

El exministro Restrepo asegura que no se sabe si Colombia está preparada. “No se ha hecho ni siquiera un diálogo con el sector empresarial, ni se ha preparado un plan de acción, no tenemos idea sobre ese punto. Esto pareciera un diálogo de jefe de Estado a jefe de Estado sin tener una estructuración de un plan de acción para aprovechar las oportunidades que se derivan de allí”, dijo.

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