Nación
Por el “cartel de los expedientes”, denuncia de SEMANA, los puertos USB en varias direcciones de la Fiscalía fueron bloqueados
Se advirtió un tráfico de expedientes en la Dirección de Lavado de Activos. Narcos que se anticipaban a las decisiones.


Una grave denuncia destapó un escándalo de corrupción en la Fiscalía: se estarían “vendiendo” expedientes en la Dirección de Lavado de Activos. Aunque lo negaron en el ente acusador, los denunciantes hablaron con SEMANA y confirmaron que, efectivamente, los funcionarios estarían comercializando los expedientes.
La Fiscalía investiga las denuncias que, advirtieron, eran mentira. Los expedientes contra narcos fueron puestos a la venta y se aprovechó la implementación del Modelo Único de Investigación Financiera (MUIF), que llegó con la administración de Luz Adriana Camargo.

“Ese modelo lo trajo la fiscal y lo copió de Guatemala. Indica que los fiscales deben incluir la información del proceso en una carpeta a la que tienen acceso desde la delegada para la criminalidad organizada, hacia abajo, hasta los investigadores. De esta forma, vigilan y se meten en todo el proceso, se pueden anticipar y conocer lo que se supone está en la autonomía de los funcionarios”, dijo el fiscal que habló con SEMANA.
Las denuncias son delicadas y, en lugar de avanzar en las diligencias, las directivas tomaron curiosas decisiones, como bloquear los puertos USB de los computadores de fiscales y asistentes en las direcciones de Lavado de Activos y Anticorrupción. Una medida, al parecer, destinada a evitar las filtraciones que se denunciaron en SEMANA.
Llama la atención que, justamente, las denuncias advierten cómo los expedientes se entregaban en USB cargados con toda la información requerida por quienes pagaban por esos documentos y, así, anticiparse a las decisiones de la Fiscalía en la Dirección Contra el Lavado de Activos.
“Un abogado se acerca y me dice: ‘Doctor, yo sé que usted va a solicitar la captura de mi cliente, aquí se lo presento para que lo escuche en interrogatorio. Yo sé que usted pidió una búsqueda en bases de datos, que tiene pensado hacer inspecciones’. Es cuando empezamos a preocuparnos porque se está filtrando la información”, dijo un fiscal que contó cómo el negocio criminal se empezó a conocer.
Serían al menos cinco los expedientes que terminaron en un tráfico con pocos antecedentes en el ente acusador y que motivaron las investigaciones correspondientes, con denuncias radicadas en la Unidad de Reacción Inmediata de Usaquén y en el propio búnker de la Fiscalía, aunque ante los cuestionamientos de este medio, se negó en una etapa preliminar la información.

La decisión de bloquear los puertos USB en los computadores de las direcciones, que terminaron vinculadas a este escándalo de corrupción al interior de la Fiscalía genera serios problemas para los fiscales que tienen que compartir información y cargarla para las audiencias que se adelantan.