Nación
Primicia: “Malparidos izquierdistas, mataron a Uribe”, el interrogatorio del motociclista en el caso Miguel Uribe Turbay
La declaración del conductor se convierte en una prueba más en la investigación por el atentado.

Cristian Camilo González se convirtió en el sexto capturado por el atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay. Fue el encargado de manejar la motocicleta en la que el menor de edad, quien disparó, planeaba huir.
En su declaración ante la Fiscalía, González entregó detalles sobre cómo terminó involucrado en el plan criminal, lo que le prometieron y la misión que tenía antes del ataque sicarial con el senador como objetivo.
“Yo era el que iba a sacar supuestamente al man que iba a matar a la persona en el parque El Golfito, pero llegué tarde, por eso llegué cuando el chino le disparaba al senador. Chipi y el Viejo eran los que cuadraban esa vuelta, ellos lo cuadraron todo, me refiero al homicidio del señor senador”, dijo el capturado.
El plan incluía una vía de escape y una estrategia para huir del lugar después del ataque. Sin embargo, el menor fue retenido por ciudadanos y capturado por la Policía.

González se entregó a la Fiscalía mientras un grupo de investigadores realizaba un allanamiento en el sur de Bogotá. También fue testigo de lo que ocurrió tras los disparos.
“Yo arranco para el parque El Golfito porque estaba como a tres cuadras. Como yo llego a la esquina del parque, el semáforo estaba en rojo y escucho el tiroteo. Escucho que estaban dando plomo de lo lindo. Yo escuché como unos seis disparos, más o menos. Cuando veo que todo el mundo se asusta y sale corriendo y no le dan paso a la calle”, señaló González Ardila.

El motociclista, ahora judicializado, explicó que supo que la víctima era el senador Miguel Uribe Turbay cuando la misma gente, luego de los disparos, comenzó a gritar su nombre.
“Toda esa gente empezó a gritar en el parque El Golfito ‘malparidos izquierdistas, mataron a Uribe’, yo estando en ese lugar”, dijo el conductor.
Cristian Camilo González advirtió que, para los cabecillas de la organización criminal, los responsables de planear el atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay, era importante cometer el atentado ese mismo día, pues —según su versión— quienes lo ordenaron estaban pendientes y fueron enfáticos en que debería ser ese sábado.
“Chipi la tenía clara, porque las cabezas que le estaban mandando a hacer ese evento le dijeron que era ese día o ese día, que no podía pasar ningún tiempo más. Chipi me dijo que íbamos a hacer una vuelta dura, porque era ponerle una maleta encima a una camioneta blindada, que venían como cinco o seis camionetas, que yo tenía que manejar la moto y que se tenía que pegar a una de las camionetas y que un venezolano era el que pegaba al techo de la camioneta”, dijo el capturado.
Cristian Camilo González Ardila fue imputado por los delitos de homicidio agravado en grado de tentativa y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones.
Como el resto de sus cómplices, no aceptó cargos, al parecer como estrategia de defensa.

Contó cómo apareció el menor de edad en el plan criminal
“Chipi me hace una segunda videollamada y estaba en una camioneta grande. Tenía un muchacho al lado de él, en la videollamada, y me dijo: ‘a él es el que usted va a sacar mañana’; yo le dije de una vez: primero mándeme la mitad de la plata a una cuenta para yo caminarle, para yo moverle un dedo, mejor dicho. Y no me responde nada y cuelga la videollamada”, dijo el motociclista.
Le dijo a la Fiscalía que por su participación en el atentado contra Miguel Uribe Turbay le ofrecieron 10 millones de pesos, pero que no sabía que se trataba de un senador; de haberlo sabido, habría pedido el doble.
“Yo le pedí a Chipi 10 palos (millones) por esa vuelta, pero si hubiera sabido que era un senador, le hubiera cobrado 20 millones. Yo no le caminé a esa vuelta, porque no me habían girado todavía ninguna plata”, dijo Cristian Camilo González.

El motociclista espera, como los demás capturados, lograr una negociación con la Fiscalía que le permita una rebaja de la condena, ya sea mediante un preacuerdo o un principio de oportunidad.