Un día después de que la Fiscalía anunció las primeras capturas por las presuntas irregularidades en el millonario contrato para el mantenimiento de los helicópteros rusos MI17 del Ejército, la Procuraduría también anunció nuevos avances sobre ese negocio, que ha sido cuestionado por varios sectores.
El ente de control abrió una indagación disciplinaria para establecer quienes son los responsables de las supuestas irregularidades que se habrían cometido en la celebración de dicho contrato en el Ejército Nacional.

Pero además, se trata de determinar cuál fue la actuación del coronel Julián Ferney Rincón, comandante de la Brigada de Aviación número 32, capturado en las últimas horas por la Fiscalía General en medio de este escándalo.
Desde la División de Asalto Aéreo del Ejército confirmaron que el coronel Rincón fue capturado durante una operación que se adelantó en el Fuerte Militar de Tolemaida, en Cundinamarca, por los delitos de contrato sin cumplimiento de requisitos y falsedad ideológica en documento público en la firma de dicho contrato.

Las primeras versiones de la Fiscalía indican que el oficial capturado tendría bajo su responsabilidad la supervisión de la flota aérea de los MI17, pero, al parecer, habría participado en presuntas irregularidades relacionadas con los procedimientos de mantenimiento de los helicópteros.
La Procuraduría ahora tratará de determinar si el coronel Julián Ferney Rincón también incurrió en faltas disciplinarias que lo podrían dejar al borde de una sanción disciplinaria como la destitución del cargo o hasta una larga inhabilidad que lo dejaría por fuera del sector público.
Desde el ente de control confirmaron que con la indagación se “trata de configurar las circunstancias de tiempo, modo y lugar que rodearon la firma y ejecución del contrato No 012 de 2024, con el fin de concretar si existió omisión de funciones por parte de servidores del Ministerio de Defensa, civiles o militares, que pudieran configurar en faltas disciplinarias”.
La delegada para la Fuerza Pública de la Procuraduría ordenó una inspección disciplinaria al Ministerio de Defensa y a la Brigada de Aviación No 32, la que comandaba el coronel Rincón, para recoger toda la información relacionada con el contrato de mantenimiento tanto en las fases precontractuales, contractuales y de ejecución.
El comandante de la Brigada de Aviación No 32 fue capturado junto a otros oficiales y suboficiales, involucrados en la presunta corrupción que se dio en la firma del millonario negocio avaluado en 32 millones de dólares.









