Entrevista

¿Qué busca el presidente Gustavo Petro en China? ¿Desatará la ira de Donald Trump? Excanciller y exembajador responden

El presidente y el vicepresidente del Consejo de Relaciones Internacionales, el excanciller Guillermo Fernández de Soto y el exembajador Andrés Rugeles, hablan del poder del Dragón Rojo y responden si los coqueteos del presidente a ese país desatarán la furia de Trump.

Cristina Castro

Cristina Castro

Editora General

22 de febrero de 2025, 7:41 a. m.
ED 2224
Expertos hablan en SEMANA sobre las perspectivas que podría traer al país el viaje del presidente Petro a China. En la foto: Gustavo Petro, Guillermo Fernández de Soto y Andrés Rugeles. | Foto: SEMANA

SEMANA: El presidente Petro acaba de anunciar una gira a China, país que hoy se ve como el archienemigo de Donald Trump. ¿Anticipan una tormenta por esa visita?

Guillermo Fernández de Soto: El momento y el alcance de esta visita a China deben ser medidos muy bien por el Gobierno de Colombia. No se puede improvisar. Cualquier error saldrá muy costoso para el país y la cuenta de cobro la pagarán, al final, los ciudadanos y el sector empresarial.

SEMANA: Desde el Consejo Colombiano de Relaciones Internacionales (Cori), que ustedes presiden, han sido muy críticos sobre el manejo de las relaciones con el Gobierno de Estados Unidos.

G.F.: Debemos destacar –como lo hemos hecho desde el Cori–, que nuestro país debe adelantar todos los esfuerzos para reconstruir la relación con Washington mediante el diálogo, la cooperación y el respeto mutuo. Estados Unidos ha sido un aliado clave a lo largo de la historia con un espíritu de apoyo mutuo; es nuestro principal socio a nivel comercial, inversiones y turismo; y un actor clave en temas centrales de la agenda global como la democracia, el problema mundial de las drogas y la lucha contra el crimen organizado.

SEMANA: ¿Cuál es su lectura sobre esa puja?

G.F.: El enfrentamiento de Petro contra Trump fue innecesario y puso en riesgo a Colombia. Este incidente ha dejado las relaciones en un punto muy bajo y no descartamos más roces en el futuro. Quizás el próximo episodio –como si esta fuera una serie de Netflix– será alrededor del compromiso efectivo del Gobierno nacional en la lucha contra las drogas, de cara al proceso de certificación. Grandes interrogantes están presentes. Será muy difícil defenderse ante el crecimiento exponencial de los cultivos de coca, que estarían alrededor de las 300.000 hectáreas en 2024, o los estrechos vínculos con el narcoestado de Venezuela y su delicada influencia en el corredor del Catatumbo.

SEMANA: Volvamos a China. ¿Qué se sabe de esa visita?

Andrés Rugeles: El Gobierno de Colombia ha mantenido un gran hermetismo sobre la visita a China. Aún públicamente no se conocen fechas ni la agenda ni los objetivos a alcanzar. No obstante, esperamos que esta responda a una estrategia sólida y clara. Las relaciones internacionales se deben manejar con responsabilidad y pragmatismo, para la defensa de los intereses nacionales. No podemos caer en los caprichos del gobernante ni en la diplomacia del X-Twitter, que claramente han demostrado su inconveniencia. Prudencia e inteligencia es lo que se necesita.

Guillermo Fernández de Soto, presidente del Cori, excanciller de Colombia.
Guillermo Fernández de Soto, presidente del Cori, excanciller de Colombia. | Foto: Suministrado a Semana

SEMANA: China es, quizás, después de los migrantes irregulares, la segunda obsesión de Donald Trump. ¿Por qué?

G.F.: China, más que una obsesión para Trump, es una realidad. Con la nueva reconfiguración del orden mundial, Pekín jugará cada vez más un rol protagónico en los temas de la agenda internacional: desarrollo, paz y seguridad, comercio, inversiones, tecnología, entre otros. Debemos tener en cuenta que estamos inmersos en la megatendencia de la transición del poder económico de Occidente a Asia Pacífico, la cual marcará una nueva etapa histórica. Para 2060, el 55 por ciento del PIB global se generará en Asia. En 2075, China e India serán las principales economías del planeta. Este escenario no es nuevo. El péndulo de la historia vuelve a su lugar. Antes de la revolución industrial, el continente asiático jugó un rol central, como lo hará en las próximas décadas.

SEMANA: En pocas palabras, haga una breve descripción del peso de China hoy en el mundo.

A.R.: Las cifras lo dicen todo y su común denominador es la palabra “colosal”. China es el país de más rápido crecimiento económico en el mundo desde los años ochenta. En 2037 será la economía más grande, por encima de los Estados Unidos. Su población es la segunda más grande del mundo, después de la India; tiene la mayor capacidad de innovación y registro de patentes en el planeta; es una de las tres naciones más extensas en territorio y el tercer país más biodiverso de la Tierra, después de Brasil y Colombia. En pocas palabras, el Dragón se ha despertado con renovado ímpetu y fuerza en el siglo XXI.

SEMANA: ¿Y de Xi Jinping como líder?

G.F.: Es uno de los gobernantes más poderosos que ha tenido China. A lo largo de sus tres mandatos consecutivos –desde marzo de 2013– ha demostrado un gran liderazgo, visión y realismo para conducir una nación milenaria con más de 1.400 millones de habitantes y 23 provincias. Su pragmatismo se sintetiza en la siguiente frase: “No importa de qué color sea el gato, siempre y cuando cace ratones”. ¡Y China ha atrapado exitosamente a más de uno! Hay que ver el lugar que ocupa hoy este país en el mundo. El posicionamiento alcanzado también va acompañado de enormes deberes y responsabilidades para garantizar la paz y seguridad internacionales, así como para aportar a la solución de retos globales.

Andrés Rugeles, vicepresidente del Cori, miembro asociado de la Universidad de Oxford.
Andrés Rugeles, vicepresidente del Cori, miembro asociado de la Universidad de Oxford. | Foto: Suministrado a Semana

SEMANA: Trump comenzó una guerra comercial con China. Es el país al que ha dicho que le impondrá un arancel más alto: 40 por ciento. ¿Eso qué significa?

G.F.: Estamos en el periodo de la “geopolítica de la incertidumbre”, que se caracteriza por la confrontación y los bajos niveles de cooperación entre países. Esto nos conducirá indefectiblemente a un escenario de defensa de los intereses nacionales sobre los internacionales, en temas críticos como el comercio, la salud y el medioambiente. Es decir, el mundo se cierra en un proceso progresivo de desglobalización. En este contexto, los aranceles y las restricciones a las inversiones se constituyen en una poderosa, pero peligrosa, arma para presionar a aliados y contradictores. No cabe la menor duda de que en una guerra comercial todos pierden y el sistema multilateral queda seriamente debilitado. Es el momento para que los liderazgos renovados construyan un nuevo mundo.

SEMANA: China ha emprendido en los últimos años una ofensiva en América Latina. ¿Cómo ha sido eso?

A.R.: Debemos partir del hecho de que China es hoy el segundo socio comercial de América Latina y es el primero de América del Sur. Para países como Brasil, Perú y Chile, es un aliado clave. Ahora bien, más allá del interés en la obtención de recursos naturales y bienes primarios, y en la apertura de nuevos mercados en la región, Pekín está desarrollando una agenda versión 2.0 para América Latina. A nivel global y regional, China ha invitado abiertamente a los países a unirse a proyectos estratégicos para su proyección como la Iniciativa de la Franja y Ruta, la Iniciativa de Desarrollo Global y la Iniciativa de Seguridad Global. El foro China-Celac ha adquirido preponderancia. Esta ha sido una estrategia cuidadosamente diseñada para tener un impacto en largo plazo.

SEMANA: ¿Por qué dicen en su libro América Latina en el mundo: 21 ideas para la reflexión y acción que la relación entre América Latina con los Estados Unidos y China es un tango para tres?

G.F.: El relacionamiento externo de la región se debe basar en el principio de Respice Omnia (“Mirar al universo, mirar al conjunto”). Eso significa que debemos bailar este tango con Estados Unidos y China en simultáneo. Pero también debemos invitar a la Unión Europea (UE) e India. Es decir, pasamos de tres a cinco, del tango a la comparsa. La región en este momento tiene las condiciones para contribuir a la solución de los problemas globales. Tenemos un rol que jugar y un capital que aportar en materia de capital humano, recursos naturales, materias primas, cambio climático, energías limpias y alimentos.

El presidente chino Xi Jinping y el presidente estadounidense Donald Trump asisten a una ceremonia de bienvenida el 9 de noviembre de 2017 en Beijing, China. Trump está en un viaje de 10 días a Asia.  (Foto de Thomas Peter-Pool/Getty Images)
Una relación más fuerte con el gobierno de Xi Jinping podría ser problemática para las tensiones que ya existen con Donald Trump. | Foto: Getty Images

SEMANA: ¿Cómo definiría la política exterior del Gobierno de Petro?

G.F.: Un error histórico. Se perdió el norte, los consensos internos desaparecieron, la Comisión Asesora ha quedado guardada en el baúl de los recuerdos y el talento y la experiencia de los diplomáticos de carrera han sido lamentablemente desaprovechados.

SEMANA: ¿Brevemente, qué necesitamos en el futuro en materia de política exterior?

A.R.: Voy a decir tres frases: reconstruir consensos, una agenda que defienda los intereses estratégicos de Colombia y prudencia en un mundo tan complejo. Y una ñapa: liderazgos renovados y no casar peleas estériles.