CANCILLERÍA
¿Qué dice el polémico código de vestuario de la Cancillería de Colombia? Juanita Gómez lo explica
El documento les da recomendaciones a los funcionarios sobre su forma de vestir y hasta qué accesorios usar.
Recientemente, se conoció un curioso documento que les explica a los funcionarios de la Cancillería de Colombia cómo deben vestir diariamente dentro de las instalaciones de la entidad, lo que causa revuelo en la opinión pública nacional.
La cartilla es una guía, dotada de fotografías y tips, que les explica a los funcionarios, hombres y mujeres, qué ropa deben usar, qué tipos de tela deben vestir, qué zapatos, colores de maquillaje y hasta accesorios deben usar, para llegar a las instalaciones del lugar.
De hecho, el documento es cuestionado también por —prácticamente— prohibir el uso de tenis.
Sobre el uso en particular de estas zapatillas, la guía dice: “El Ministerio de Relaciones Exteriores promueve los intereses nacionales en el exterior, es nuestro deber proyectar una imagen seria, profesional y acorde con la misión, visión y los objetivos institucionales, por esta razón la presentación personal no puede estar acompañada de ropa informal (como los tenis) dentro de las instalaciones del Ministerio”.
En este sentido, la periodista de SEMANA Juanita Gómez no puede evitar preguntarse qué pensaría la ministra del Ministerio de Minas y Energía, Irene Vélez, luego de haber recibido a su homóloga española usando tenis, claramente prohibidos en el código de vestuario de la Cancillería.
Sin embargo, de acuerdo con la Cancillería, el documento no es de carácter obligatorio y son solo recomendaciones que se les hacen a los funcionarios.
Vale la pena destacar que el documento es gráfico. Habla, en el caso de las mujeres, de ocasiones formales de negocios y casual de negocios. Por ejemplo: muestra los zapatos de tacón, botines o botas que se puedan usar en el primer caso.
¿Cómo deben vestir las mujeres en un acto casual de negocios? “Está conformado por un vestido, falda, pantalón, dril oscuro y leggins (gruesos), acompañados por una camisa de manga corta, larga o tres cuartos con diferentes tipos de cuello. Es posible llevar suéter o saco, de cuello tortuga/redondo y un blazer o abrigo”.
El documento pide no usar jeans ni pantalones rotos, con apliques destinos o descaderados. “Te aconsejamos utilizar un maquillaje discreto y natural sin tonalidades muy fuertes”, solicitan.
Por su parte, los hombres tienen sus propias instrucciones. “La vestimenta formal de negocios es por excelencia la ideal por su formalidad, dado que refleja carácter, personalidad y elegancia al vestir”, se lee.
Está compuesta por un traje de diseño clásico completo, camisa manga larga, corbata o corbatín (con chaleco y pañuelo si es de su elección), correa de cuero, zapatos clásicos y calcetines largos, según precisan.
En un evento casual de negocios, el hombre “deberá vestir cómodo, sin perder la formalidad y mezclar prendas clásicas y formales”.
“Esta propuesta se encuentra conformada por una combinación de chaqueta y pantalón diferente o de traje de chaqueta y pantalón diferente o de traje completo sin corbata; también puede ser pantalón de dril (negro o azul oscuro), preferiblemente con blazer”, detalló el código de vestimenta.
Por su parte, el hombre deberá lucir zapatos oxford, botines, mocasines, entre otros, ante eventos formales de negocios.
“Solo podrás usar este look cuando no se lleve a cabo ceremonias, actos oficiales y eventos diplomáticos de alto nivel o cuando se realice alguna actividad que requiera un código de vestimenta formal y elegante” (sic), añadió.
En la pieza gráfica también especifica cómo deben vestir los hombres y las mujeres de lunes a viernes. El último día laboral habrá un poco de flexibilidad en la vestimenta.
La senadora del Pacto Histórico María José Pizarro reaccionó en contra del código de moda en la Cancillería. Aseguró: “La vestimenta no afecta la labor de las personas. Estos ‘códigos’ invisibilizan nuevas estéticas e identidades. Estamos en el siglo XXI, al Gobierno llegaron nuevas ciudadanías y la diversidad étnica de la nación colombiana. Cancillería Colombiana debe rectificar, el cambio es cultural” (sic).