Nación
¿Qué eran las “casas amigas” en el escándalo de corrupción electoral en Santander?
La Fiscalía imputó cargos al alcalde de Barrancabermeja, Santander; a su hermano y a un concejal del mismo municipio.
Así como Barranquilla tenía la “Casa Blanca”, Barrancabermeja, Santander, tenía las “casas amigas”. En los dos casos se trata de espacios donde se diseñó, estructuró y ejecutó un plan criminal de corrupción electoral. Llegaban maletas de dinero en efectivo para la compra de votos. La estrategia delictiva fue efectiva, en los dos escenarios se cumplieron los objetivos.
Justamente en Barrancabermeja, Santander, la Fiscalía logró la imputación de cargos contra el alcalde y entonces candidato Jonathan Stivel Vásquez Gómez, como responsable del delito de concierto para delinquir y de constreñimiento al sufragante. La investigación permitió establecer cómo lideró el plan criminal para convencer, con dinero y no con ideas, a los ciudadanos para que votaran por él.
“La Fiscalía General de la Nación detectó un entramado ilegal que se habría presentado durante las elecciones locales del 29 de octubre de 2023, en Barrancabermeja (Santander). El alcalde de la ciudad y entonces candidato, Jonathan Stivel Vásquez Gómez, en articulación con otras personas, presuntamente entregó dinero y ofreció diferentes prebendas a los habitantes para que votaran por él y otros aspirantes de su corriente política”, dijo la Fiscalía.
El alcalde no cayó solo. La Fiscalía también imputó cargos a su hermano, Maycol Brandon Vásquez Gómez, y al concejal Ariel de Jesús Zambrano González, de acuerdo con su posible participación en los hechos investigados, por los mismos delitos: concierto para delinquir y constreñimiento al sufragante.
El material de prueba fue contundente para explicar ante un juez cómo el aspirante a la alcaldía y su equipo de trabajo logró ubicar varias casas en los alrededores de los puestos de votación donde llegaban las bolsas de dinero en efectivo para repartir entre los votantes. De ese trabajo se encargaban otros líderes comunales.
Se trata de las “casas amigas”, los espacios que se llenaban de gente el mismo día de las votaciones y de donde salían los electores con al menos 100 mil pesos en el bolsillo con la promesa de depositar su voto por el hoy alcalde. La estrategia criminal salió efectiva y lograron quedarse con la alcaldía.
“Los elementos de prueba indican que, el fin de semana en el que se realizó la jornada, se alquilaron 17 inmuebles ubicados en inmediaciones de los puestos de votación, los cuales fueron denominados ‘casas amigas’. En estos lugares, al parecer, se coordinó la entrega de refrigerios, agua y el pago de $ 100.000 a cada ciudadano que comprometía su voto por Vásquez Gómez y algunos aliados que pretendían llegar al Concejo”, explicó el ente acusador.
La Fiscalía recaudó elementos de prueba que indican cómo el alcalde y su equipo de trabajo consiguieron las casas, el dinero y los votantes comprados, para llegar al despacho del municipio. Ante jueces de control de garantías, el alcalde fue presentando como responsable de los delitos imputados.
“Para este propósito ilegal, presuntamente fueron contactados representantes de las comunidades para que movilizaran a los electores, a cambio de cargos públicos y otros beneficios. Asimismo, se entregaron fichas de colores con turnos y utilizaron sellos para evitar que los electores cobraran dos veces, y a un grupo de pobladores le solicitaron fotografías del tarjetón marcado por los aspirantes de interés para poder desembolsar el dinero”, advirtió el ente acusador.
Ni el alcalde, su hermano, tampoco el concejal, aceptaron responsabilidad en los hechos revelados por el ente acusador. No hubo medida de aseguramiento, pero la Fiscalía presentará el escrito de acusación en su contra, con el firme propósito de obtener una condena.