El paro armado del ELN comenzó el 14 de diciembre a las 6:00 a.m. y se extendió hasta el 17 de diciembre a la misma hora, afectando varios departamentos. Autoridades registraron 51 acciones violentas, que incluyeron ataques con explosivos, quema de vehículos y hostigamientos, dejando víctimas y daños materiales.
Esa guerrilla anunció el paro armado como protesta contra lo que denomina un “plan neocolonial” atribuido a la política de gobierno de Donald Trump, presidente de Estados Unidos.

Según su comunicado, la medida debía respetar la población civil y los bienes privados, siempre que no se involucraran con objetivos militares. Sin embargo, los sucesos en el terreno mostraron un impacto directo sobre comunidades y transporte público.

Dentro de los hechos, Puerto Santander, Norte de Santander, Agustín Pabón, conductor de una ambulancia, perdió la vida en medio de un ataque contra una estación de policía.
En la vía entre Bucaramanga y Barrancabermeja se registró un atentado contra el peaje La Lizama, mientras que en Maicao, La Guajira, la subestación de Policía de Cuatro Vías fue blanco de disparos y ataques, que dejaron únicamente daños materiales.
Por otro lado, en Valdivia, Antioquia, ráfagas de fusil dirigidas a tropas del Ejército hirieron a un menor de edad y alcanzaron un vehículo de carga; en la misma localidad, un bus intermunicipal fue incinerado sin que se reportaran víctimas.

Por su parte, en varios municipios del Cauca —incluyendo Cajibío, Piendamó, Patía, Caldono y Santander de Quilichao— se hallaron símbolos del ELN y cilindros sospechosos, evidencia de la presencia y las acciones de la guerrilla en la región.
El Ministerio de Defensa confirmó 51 acciones del ELN, de las cuales 38 se clasificaron como “terrorismo mediático” (grafitis, símbolos y amenazas). El general Juan Carlos Correa informó que tropas se desplegaron en zonas críticas como Chocó, Norte de Santander, Cauca, Catatumbo y Arauca, mientras en ciudades con riesgo se instalaron Puestos de Mando Unificado para monitorear la situación.

El alto mando militar agregó que, en caso de no ser posible anticipar un ataque por falta de información, la Fuerza Pública puede reaccionar de manera contundente para capturar a quienes ejecuten actos violentos.

Según Correa, las tropas realizan un análisis permanente de las áreas afectadas, estudiando las intenciones del ELN y priorizando el despliegue en las zonas más críticas a nivel nacional.
El director de la Policía Antinarcóticos, general Ricardo Sánchez, aseguró la guerrilla ha fortalecido sus estructuras gracias a redes de narcotráfico y al cobro de impuestos sobre la producción y el transporte de drogas.









