SALUD
¿Qué pasará con la prepagada Colsanitas? Hay miedo e incertidumbre entre los pacientes tras la intervención del Gobierno Petro a la EPS Sanitas
La situación de la empresa promotora de salud pone también a miles de afiliados de las prepagadas en alerta máxima.
La intervención de Sanitas encendió las alarmas del país. Desde hace meses, la empresa había advertido que estaba en un riesgo inminente, pues las condiciones financieras los estaban asfixiando. Y así fue. Las cifras rojas dejaron a Sanitas en lo que muchos habían mostrado como el escenario más nefasto para sus 5.7 millones de afiliados.
La Superintendencia de Salud tomó control de la empresa. La coincidencia de tiempos fue desafortunada. Lo hizo justo después de que el Congreso no le aprobó la ya casi hundida reforma a la salud al Gobierno.
Bajo este panorama, ante las enormes cifras que maneja la EPS, reina la incertidumbre entre sus millones de afiliados. Un sector que está especialmente preocupado es el de la prepagada Colsanitas.
Es tanto el temor por lo que pueda pasar que el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, salió a dar un parte de tranquilidad ante el alud de críticas que pululan en todo lado.
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“Lo que el Gobierno y el Ministerio de Salud quiere transmitirle a todos los ciudadanos y a cerca de más de 5 millones de personas que hoy están afiliadas a la EPS Sanitas, es que pueden estar tranquilos”, dijo Jaramillo.
Y fue específico en hablarle a quienes tienen ese servicio adicional a la EPS. “Nuestro mensaje hoy es de tranquilidad. Aquí los servicios, tanto de la EPS como de la prepagada, se van a continuar prestando sin ningún inconveniente. Esto para que ustedes puedan tener la absoluta seguridad y la tranquilidad de que estaremos muy atentos para que ustedes, los ciudadanos que hoy están afiliados a esta EPS, puedan seguir contando con los servicios, con la atención y podamos solucionar los problemas que hoy tiene la EPS y que, por supuesto, ya fueron mencionados por el informe presentado por el señor superintendente”, dijo el ministro de Salud.
Guillermo Jaramillo ministro de Salud desde la Casa de Nariño aseguró que la intervención de la EPS Sanitas no afectará el servicio a los afiliados. No se permitieron preguntas de la prensa. https://t.co/if1kX8q65f pic.twitter.com/flUEAnTyAo
— Revista Semana (@RevistaSemana) April 3, 2024
Sin embargo, todos los expertos coinciden en que tranquilidad no habrá. “El servicio va a deteriorarse”, advierte la exdirectora de Acemi, Paula Acosta. “Y al deteriorar los servicios de la EPS, muchas más personas acudirán a la prepagada”, agrega.
El problema ahí es que la prepagada cubre algunos puntos de los tratamientos, pero no su totalidad, y el sistema se entrelaza para darle al paciente todo, sin que muchas veces este lo note. En todos los procedimientos complejos, cirugías, medicamentos y tratamientos de enfermedades a largo plazo se articulan siempre tanto la EPS como la prepagada.
Si Sanitas comienza a fallar, muchas cosas que necesiten los pacientes de Colsanitas se demorarán o no se podrán hacer por falta de capacidad o porque simplemente no serán autorizados.
En medio del debate por la reforma a la salud, ya muchos habían asegurado que en el caso de que estas EPS comenzaran a vivir cifras rojas de esa magnitud, los servicios de medicina prepagada también estarían en jaque. Los escenarios que se anticipan para las prepagadas son dos: se vuelven carísimos (reduciendo drásticamente las personas con acceso a ellos) o reducen sus coberturas.
Actualmente, en Colombia y en numerosos países, cualquier plan de medicina prepagada o póliza de salud tiene coberturas infinitamente menores a las del plan básico, justamente porque trabajan de manera complementaria. En economías como la estadounidense, incluso, no existe esa figura universal para todos los ciudadanos (solo para los más pobres) y por eso cada persona debe tener una póliza privada. Cuando esta no les cubre todo, les toca sacar de su bolsillo para completar, cosa que acá no ocurre.
“Un plan voluntario difícilmente pueda sustituir al sistema general de salud y, contrario a lo que se piensa, no son un negocio redondo, pues tienen unos costos elevados. En el caso de los seguros de salud, la siniestralidad es cercana al 75 %, es decir, de cada 100 pesos que se reciben en primas, se pagan 75 en prestación de servicios y luego hay que pagar administración, personal y demás. En 2022, el resultado técnico de las pólizas de salud fue de -57.000 millones de pesos”, le explicó un empresario del sector de seguros a SEMANA hace poco.
Uno de los que ha llamado la atención sobre este tema ha sido el exministro Fernando Ruiz. “Hoy en día, la gente tiene la medicina prepagada y su EPS está ligada a esa empresa”, aseguró. El exfuncionario explicó que, hoy, más de un millón cien mil personas cuentan con este servicio en Colombia. Pero el día que las Empresas Promotoras de Salud (EPS) no trabajen de la mano de dichas empresas, “la medicina prepagada se va a encarecer, seguramente, y va a ser menos eficiente en la prestación del servicio”.
El Gobierno, además, ha demostrado su desdén y rechazo a ese tipo de servicios de salud. En diálogo con SEMANA, el director de la Adres aseguró que no estaba de acuerdo con la forma cómo operaba hoy el sistema para las prepagadas.
“Si tienes una persona y una compañía que está recibiendo los beneficios y le cargas la mayoría de los costos al sistema por la EPS, pues el sistema acaba subsidiando a los grupos con más capacidad económica de la población”, aseguró en ese momento Félix León Martínez.
En agosto del año pasado, cuando Sanitas fue una de las empresas que envió al Gobierno un documento en el que advertían el colapso financiero que venía, SEMANA le preguntó cuál sería el futuro en ese escenario catastrófico de los usuarios de la prepagada del mismo grupo.
“Esas personas afortunadamente tienen la capacidad económica de acceder a un servicio distinto”, señaló Rueda en un principio. “Un usuario que tenga medicina prepagada, pues continuará recibiendo los servicios que le garantiza su medicina prepagada”, añadió.
Pero luego hizo hincapié en otra realidad y habló de lo que podría venir en el futuro: “Las medicinas prepagadas no garantizan todos los servicios y esa tampoco es la realidad para todos los colombianos. Cuando los sistemas de salud no logran financiar correctamente la totalidad de sus servicios, normalmente, lo que ocurre es que las personas tienen que financiarlos de su propio bolsillo”.