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Revolcón en las tropas: la llegada del general (r) Pedro Sánchez al Ministerio de Defensa desató una tormenta. Hay voces críticas entre los oficiales. El ministro responde

La llegada del general (r) Pedro Sánchez al Ministerio de Defensa desató una tormenta. Hay voces críticas en las tropas. El exoficial responde y, en medio de la ola de violencia que sacude al país, le revela a SEMANA cuál será su hoja de ruta.

22 de febrero de 2025, 8:13 a. m.
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| Foto: Montaje Semana

En momentos en que Colombia sufre un grave deterioro del orden público, con ataques terroristas en las ciudades, como los que sufrieron Cúcuta y Popayán esta semana, el presidente Gustavo Petro tomó una sorpresiva y polémica decisión: nombrar al general ya retirado Pedro Sánchez como ministro de Defensa. La llegada del exoficial rompe una tradición vigente desde la Constitución de 1991 de tener a un ministro civil con el fin de evitar la politización de las tropas.

Pero no solo eso. En las fuerzas hay un intangible que se llama el “honor militar”, el mismo que algunos sienten lesionado con la apuesta de Petro, pues el nuevo ministro de Defensa, aunque ya viste de civil, tenía un grado de menor jerarquía frente a otros 29 generales de mayor rango a los que a partir de ahora les tendrá que dar órdenes precisas para combatir la creciente criminalidad y recuperar el terreno perdido durante la cuestionada gestión del saliente ministro Iván Velásquez. Este asunto inédito no es de poca monta, dada la naturaleza y la organización estricta y vertical de las Fuerzas Militares.

A todo esto se le suma un tercer elemento que abre grandes interrogantes y tiene que ver con la capacidad ejecutiva que deberá demostrar el nuevo ministro al frente del sector Defensa, con un presupuesto de 24,8 billones de pesos para 2025, superior al de ciudades y países de la región. “Ese ministerio es un monstruo que requiere de mucha planificación”, le dijo a SEMANA un expresidente de la república.

Por si fuera poco, al general (r) Sánchez le tocará enfrentar al Congreso cada vez que sea citado a un debate de control político o a una moción de censura, con unas bancadas cada vez más críticas frente a la Casa de Nariño. Para el entrante funcionario, esa será una verdadera prueba de fuego, dado que, por tradición, los militares en Colombia no han sido deliberantes y tienen poco margen de maniobra política. “Ahí está una gran duda”, sostuvo un general (r) de la Policía. “Imagínese usted cuál sería la estrategia o actuación de un militar en el rol de ministro de Defensa, ¿negociar con políticos? Para eso no estamos hechos”, agregó un militar de mayor antigüedad que el ministro Sánchez.

  Pedro Sánchez tenía a su cargo la seguridad del presidente Petro, la primera dama Verónica Alcocer y la familia presidencial. El nombramiento se ‘cocinó’ en las últimas horas con el ofrecimiento del mandatario: “Me gustaría que fuera el ministro de Defensa”.
Pedro Sánchez tenía a su cargo la seguridad del presidente Petro, la primera dama Verónica Alcocer y la familia presidencial. El nombramiento se ‘cocinó’ en las últimas horas con el ofrecimiento del mandatario: “Me gustaría que fuera el ministro de Defensa”. | Foto: presidencia

Petro se la jugó por un oficial que no le era ajeno, dado que desde enero venía de liderar la seguridad de la Casa de Nariño tras la salida del polémico coronel Carlos Feria. Es decir, Sánchez se ganó la confianza plena del mandatario y le venía hablando al oído. Él, desde la jefatura de protección, tenía a su cargo la seguridad de Petro, la primera dama Verónica Alcocer y la familia presidencial.

El nuevo ministro, de hecho, le relató a SEMANA los detalles de cómo se cocinó su nombramiento en las últimas horas. “Hace pocos días, el señor presidente me preguntó por el contexto del país, qué pensaba respecto a la seguridad nacional y otros temas. Le di mi perspectiva y después de ello me dijo: ‘Piénselo, no tiene que dar la respuesta ahora, pero me gustaría que fuera el ministro de Defensa’. Eso impactó en mi ser, porque no esperaba que me dieran esa noticia; primero, que no se la dieran a un militar activo, y segundo, que me la dieran a mí”.

Aunque Petro había pensado en un momento en dar continuidad a la costumbre de tener a un ministro civil en la cartera de Defensa, al final dio un timonazo y puso al frente a un general (r) con fama de tropero y un carácter distinto al de Velásquez, al que le cuestionaron su falta de ascendencia y liderazgo frente a las fuerzas. El país entero conoció al general (r) Sánchez el 9 de junio de 2023, luego del milagroso rescate de cuatro niños indígenas perdidos en el Amazonas, tras accidentarse en la avioneta en la que se movilizaban. La llamada Operación Esperanza, que le dio la vuelta al mundo, fue liderada por el hoy ministro de Defensa, que dejó atrás una carrera de 35 años en la Fuerza Aérea. Sánchez fue comandante del Comando Conjunto de Operaciones Especiales de las Fuerzas Militares y acumuló más de 6.800 horas como piloto en aeronaves de ala rotatoria.

  Al frente del MinDefensa está un general (r) con fama de tropero y un carácter distinto al de Iván Velásquez, a quien le cuestionaron su falta de liderazgo frente a las fuerzas.
Al frente del MinDefensa está un general (r) con fama de tropero y un carácter distinto al de Iván Velásquez, a quien le cuestionaron su falta de liderazgo frente a las fuerzas. | Foto: JUAN CARLOS SIERRA-SEMANA / NurPhoto via AFP

El malestar

SEMANA habló con decenas de miembros de la fuerza pública, activos y retirados, con exministros de Defensa, y las críticas son constantes. El nuevo funcionario, por ejemplo, atendió la primera inducción a su cargo este jueves sin la presencia de su principal aliado: la cúpula militar. Los altos mandos del Ejército, la Armada y la Fuerza Aeroespacial no solo no estuvieron en su reunión de empalme con Velásquez, sino que tampoco lo acompañaron en su presentación ante el país como futuro jefe de la cartera. Oficiales de las Fuerzas Militares relataron a SEMANA que la inasistencia podría ser “un mensaje” por el inesperado ascenso del general o un encuentro privado entre funcionarios públicos que no incluyó a la espina dorsal de la entidad.

Un general activo de la institución, que pidió omitir su nombre, reconoció que en las altas esferas de la fuerza pública hay malestar porque “nunca nadie nos había metido la mano de esta manera”. A su juicio, ningún presidente de la república se había atrevido a romper la cultura militar en semejantes niveles: “Al ser un general de menor antigüedad, cuatro años por debajo del actual comandante general de las Fuerzas Militares, es complejo. Es decisión del presidente, es su potestad, pero a qué precio, afecta a toda una institución”.

Uno de los altos oficiales que trabajó hasta diciembre de 2024 con el presidente Petro aseguró que detrás de la escalada del general Sánchez habría un mensaje oculto para los comandantes: “No confío en ustedes, ustedes no fueron capaces, entonces voy a nombrarles a un subalterno que sí ha demostrado ser más duro que ustedes”.

   El nuevo ministro de Defensa llega en un momento complejo: deterioro del orden público, escalamiento de la violencia y organizaciones al margen de la ley empoderadas.
El nuevo ministro de Defensa llega en un momento complejo: deterioro del orden público, escalamiento de la violencia y organizaciones al margen de la ley empoderadas. | Foto: SUMINISTRADO A SEMANA AP.I

Él no solo cree que es desproporcionada la determinación del primer mandatario, también la decisión que tomó el nuevo ministro: “Nosotros hacemos un juramento: ‘Juro lealtad a mis superiores y compañeros’. Nosotros respetamos la antigüedad en las Fuerzas Militares. Uno no puede pasar por encima de la institución por intereses personales. Él no debió aceptar la propuesta”.

Las dos fuentes concluyeron que si el Gobierno pretendía seleccionar al ministro de Defensa del cuerpo de oficiales, debía tener en cuenta el honor militar y el primer lugar lo ocupaba el almirante Francisco Cubides. El pronóstico de ambos generales, uno activo y otro recién retirado, es que hay probabilidades de un revolcón en la cúpula que no le haría bien al país: “Los superiores de Sánchez quedan en una situación de honor y tendrían que retirarse, pero eso no le sirve a la institución. Es un dardo directo al corazón lo que hizo el presidente sin disparar un cartucho”.

Los ánimos están más calmados en las filas de la Policía Nacional. Uno de los generales que salió junto al director William René Salamanca describió, bajo reserva, que no hay molestias en la punta más alta del mando porque el nuevo jefe de Defensa “es más antiguo que todos los que están o estaban, exceptuando a mi general Salamanca, que era más antiguo. Así que en la Policía no afecta para nada”.

El ELN, junto a otros grupos armados ilegales, tiene aterrorizado a parte del país. | Foto: AFP

El exministro de Defensa Rafael Pardo, quien fue el primer ministro de Defensa civil, en 1991, durante el Gobierno de César Gaviria, tras una seguidilla de 17 generales que lo antecedieron en el cargo, calificó la llegada del general (r) Sánchez al Ministerio de Defensa como “un retroceso en lo que tiene que ver con la necesaria subordinación militar al control militar”.

“No tengo razones para dudar de las capacidades del general Sánchez, pero se rompe una tradición civilista, que es una garantía en múltiples áreas, sin mayores explicaciones de parte del presidente Petro, quien parece estar enviando mensajes más políticos que estratégicos en una situación muy delicada de orden público”, anotó Pardo.

El exministro sostuvo que hay “muchos riesgos” por delante. “El ministro de Defensa debe quedarse en la estrategia. No en la táctica o en los detalles operativos. El riesgo sería que termine politizándose la fuerza pública, que sea imposible evaluar desde lo civil los resultados con la transparencia requerida. Confío, sin embargo, en el cuerpo de generales y en nuestros soldados”.

La llegada del general Sánchez al ministerio se da después de un polémico paso de Iván Velásquez. | Foto: Long Visual Press/Universal Images Group via Getty Images

El exministro de Defensa Juan Carlos Pinzón, quien además fue embajador de Colombia en Washington, sostuvo que el problema no radica en que al ministerio llegue un militar. “La gente más preparada del país le ha servido a las Fuerzas Militares. Pero de lo que sí hay que asegurarse es que se nombren personas con competencia, educación, experiencia y peso político, porque cuando eso no pasa, el tema se va degradando”. No obstante, Pinzón sí encendió las alarmas. “Nombrar a un general menos antiguo genera un caos, sin importar las buenas intenciones. No tiene peso político ni reconocimiento. Es una persona que genera mucha incomodidad en la cúpula militar”.

Pinzón se mostró preocupado por una posible politización de la fuerza pública: “Es muy grave, ese fue el camino que recorrió Venezuela (…) Con esta lección aprendida, debe haber oficiales aprendiendo a ver cómo hacen lobby y cómo usan los cargos para beneficiarse. Me ha llamado la atención que el Comando de Operaciones Especiales, en cabeza de ese señor (Pedro Sánchez), resultó con el menor número de operaciones, pero con mucha actividad social y ahora entiendo por qué”.

La también exministra de Defensa y exvicepresidenta Marta Lucía Ramírez consideró el nombramiento como un “dulce envenenado”. Explicó que “hay falta de coherencia por parte de Petro, quien defendió la presencia del poder civil en el Ministerio de Defensa, pero ahora cambió de opinión y quiere culpar a los militares de lo que pasa en materia de seguridad. El ministro designado debería rechazar la propuesta porque no es un honor, es un dulce envenenado que irá en contra de la institucionalidad”.

  Aunque con el nombramiento del general Pedro Sánchez como ministro de Defensa se habló del retiro del comandante de las Fuerzas Militares, general Francisco Cubides, rápidamente él confirmó su continuidad.
Aunque con el nombramiento del general Pedro Sánchez como ministro de Defensa se habló del retiro del comandante de las Fuerzas Militares, general Francisco Cubides, rápidamente él confirmó su continuidad. | Foto: GUILLERMO TORRES REINA-SEMANA

Apoyo al ministro

El general (r) Sánchez es consciente del impacto que tiene su llegada en las tropas. “Lo hablamos con la cúpula militar en su momento y era necesario que yo renunciara. Por convicción lo hice, renunciar a mi carrera militar para no afectar para nada esa cultura y tradición que yo defiendo. Esa cultura de la antigüedad y el respeto que yo defiendo. Respecto al mensaje que da el presidente de la república, creo lo contrario, creo que lo que hizo fue amalgamar, cohesionar la institucionalidad”, aseguró.

A medida que pasan las horas, algunos generales activos han salido en su defensa. Uno de ellos, en diálogo con este medio, sostuvo: “Muchos están hablando desde el ego militar y no de país, yo soy más antiguo que el general Sánchez, pero estoy dispuesto a trabajar con él, hay que ver lo positivo y es que pusieron a uno de nosotros al frente de la cartera de Defensa, y eso hay que apoyarlo”.

Un coronel del Ejército habló de posibles “sensaciones controversiales”, pero dejó en claro que el país está primero, en medio del grave retroceso en seguridad que sufre Colombia. “Mi amor a la fuerza me da para aceptar lo que se disponga. Ya podría estar en mi casa viviendo de mi sueldo de retiro, pero no me voy porque me necesitan, pero en este caso no me distraigo con esas situaciones que aún no están dentro de mi alcance estratégico; la decisión está tomada y nos toca continuar y mirar hacia al frente”.

El propio general (r) Eduardo Zapateiro, excomandante del Ejército, que ha sido un duro crítico de Petro, centró su análisis en el legado de Velásquez y las “capacidades y herramientas” a la mano para combatir el crimen. “El país está mal en seguridad y recuperarla no será fácil, porque no hay medios ni mucho menos recursos. Iván Velásquez deja su cartera en el peor momento de seguridad en la historia de Colombia, pues su gestión fue totalmente mediocre”, afirmó Zapateiro. Sobre el nuevo ministro, aseguró: “El mando militar siempre será respetuoso de la Constitución y las leyes (…) el peso que le fue colocado a sus espaldas obliga al mando a estar con él y acompañarlo de la mejor manera”.

El presidente, Gustavo Petro, y el general Pedro Sánchez, designado ministro de Defensa
El presidente, Gustavo Petro, y el general Pedro Sánchez, designado ministro de Defensa | Foto: SEMANA

Otro de los oficiales fue más allá y dijo que este nombramiento había que analizarlo desde la estrategia militar de las tres C, calma, claridad y control. “El país está pasando por un momento muy complejo y hay que rodear a las instituciones, no es tiempo de generar más fricciones”, planteó el uniformado.

El general (r) Guillermo León León, presidente de la Asociación de Oficiales Retirados de las Fuerzas Militares de Colombia (Acore), advirtió que el nombramiento del general (r) Sánchez sí genera polémica. “La decisión que toma el Gobierno nacional es sin considerar los lineamientos, los principios, las tradiciones y la cultura militar. Para nosotros es fundamental el tema de la jerarquía, de la antigüedad, de la precedencia porque, en este momento, de alguna manera, se ve lesionada. Se toma una decisión, de pronto, sin consultar al mando”, afirmó a SEMANA.

En todo caso, el general (r) León le dio su respaldo al nuevo ministro de Defensa. “Ya lo nombraron, en este momento hay que rodearlo, al igual que a las Fuerzas Militares, hay que alentarlas y motivarlas, esperar que les vaya bien. Es lo que necesitamos en las circunstancias actuales que está agobiando al país”. El ahora ministro Sánchez se desligó de eventuales polémicas y aclaró: “No soy petrista, tampoco soy santista, ni uribista, ni nada que termine en ista”.

El reto será mayúsculo. El país está incendiado y la apuesta por la paz total, de quien ahora es su jefe, no solo ha servido para fortalecer a las organizaciones criminales, sino también para maniatar a las Fuerzas Militares y de Policía. Los cultivos de coca están disparados, al igual que la producción de cocaína, y hay temores por una posible descertificación del Gobierno de Donald Trump. Asimismo, la Defensoría del Pueblo, recientemente, advirtió acerca de por lo menos “11 focos de emergencia humanitaria que impactan de manera desproporcionada a comunidades campesinas, afrocolombianas e indígenas, así como a niñas, niños, adolescentes y jóvenes”. Lo que ocurre en regiones como el Catatumbo y el Chocó recuerdan los peores años de la violencia en el país.

Lo que viene está por escribirse. Sobre los hombros del nuevo ministro de Defensa recaen enormes tareas: devolverle la moral a la tropa, activar las capacidades operativas de las Fuerzas Militares, pasar a la ofensiva en diferentes regiones, recuperar urgentemente la seguridad y despejar cualquier ruido frente a los generales de mayor rango a los que ahora deberá comandar. Un reto nada fácil.