EXCLUSIVO
Sandra Ortiz se va de frente contra la fiscal Luz Adriana Camargo. La señala de tapar la verdad en el escándalo de corrupción de la UNGRD
En entrevista con SEMANA, la exconsejera pide un fiscal ad hoc que evalúe las pruebas contra Iván Name, Carlos Ramón González y Vladimir Fernández. Dice que “desconfía” de Luz Adriana Camargo, a quien acusa de tener un “interés” en proteger a alguien e impedir que se conozca la verdad.


SEMANA: La Fiscalía de Luz Adriana Camargo ha dicho que las pruebas que usted aportó contra Iván Name, Carlos Ramón González y el magistrado Vladimir Fernández, de la Corte Constitucional, son contradictorias y confusas. ¿Qué responde?
SANDRA ORTIZ: Estoy sorprendida con la actitud de la Fiscalía y de los dos fiscales. La relación entre nosotros siempre fue muy cordial, amable; incluso, la última vez que nos vimos, cuando hicimos este trabajo juicioso en equipo y que duró una semana, al final nos dimos un abrazo. Ellos estuvieron contentos con la información. Con ellos corroboramos cada una de las cinco matrices de colaboración. Voy a decir lo mismo que le dije a la Fiscalía: tomé esta decisión de colaborar porque el país merece conocer la verdad. Les doy gracias a Dios y a la Virgen, que me dieron la fuerza, porque estoy enfrentada a los hombres más poderosos de este país y a mujeres que tienen intereses, que tienen mucho dinero y poder. Le pedí a Dios que me quitara ese miedo para poder hablar y contar la verdad, y por eso también hicimos ese trabajo con la Fiscalía.
SEMANA: Cuando usted le entregó las pruebas a la Fiscalía, ¿ellos, en un principio, valoraron positivamente su información?
S.O.: Ellos estuvieron muy contentos. Con la fiscal del caso nos dimos un abrazo. Ahora estoy sorprendida porque hablan de amenazas, de chantaje, eso no tiene sentido. Es decir, ¿será que estoy hablando con otros fiscales? No es justo, hemos hecho un trabajo juicioso con el mismo equipo que hizo lo de Sneyder Pinilla, Olmedo López y la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD). Ahí están las cámaras de la Fiscalía, pueden corroborar en qué momento ellos se han sentido amenazados o chantajeados por mí.
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SEMANA: ¿Usted no ha chantajeado a la Fiscalía?
S.O.: Jamás.

SEMANA: ¿Por qué la Fiscalía, según usted, cambió de opinión frente a sus pruebas contra Iván Name, Carlos Ramón González y Vladimir Fernández? ¿Qué está pasando?
S.O.: Cuando hablaba con los fiscales, ellos me decían que quien toma la decisión es la fiscal general. Toda la información es verificable, ellos la revisaron, son pruebas muy contundentes, es información clara, concisa, comprobable. La construimos en equipo con la Fiscalía. Es que si la hubiésemos entregado solo nosotros… pero no, fue un trabajo de una semana en la Fiscalía con todo mi equipo, en cabeza del doctor Oswaldo Medina, uno de los abogados más prestigiosos y con la reputación de ser una persona correcta. A él, de hecho, lo respetan en la Fiscalía. Cuando cambié de abogado, la misma fiscal me dijo que se alegraba de que la persona que liderara mi proceso fuera el doctor Oswaldo, porque sabían que era una persona que tenía credibilidad y confianza. Por eso, hoy quedo sorprendida de que crean que nosotros vamos a chantajear. Por favor, eso no tiene sentido. ¿Qué no quiere la Fiscalía? ¿No quiere que la gente se entere? ¿Qué quieren ocultar? Esas son las preguntas que a veces me hago.
SEMANA: ¿Se siente con garantías con la fiscal Luz Adriana Camargo?
S.O.: No siento garantías hoy con la señora fiscal Camargo.
SEMANA: ¿Qué pide entonces?
S.O.: Queremos pedir un fiscal ad hoc, ir a la sala de instrucción de la Corte Suprema de Justicia y entregar la misma información que construimos con la Fiscalía para que allí corroboren las pruebas que aportamos.
SEMANA: Cuando usted pide un fiscal ad hoc es porque le perdió la confianza a la Fiscalía de Luz Adriana Camargo.
S.O.: No tengo confianza. Es que esa matriz la construimos en equipo. No voy a refutar nada de lo que dijo la fiscal María Cristina Patiño, porque ahí vi a otra persona, no a la persona amable, no a la persona con la que me abracé la última vez que nos vimos. Lo mismo ocurre con el doctor Gabriel Sandoval. Lo último que les dije fue que, por favor, les dieran protección a mis hijas, ese fue uno de los compromisos; hasta hoy, después de más de un mes y medio, no han cumplido. Ellos me ofrecían esa protección porque estoy vulnerable, sola, abandonada por el Gobierno, en esta situación tan difícil. La gente más poderosa está en mi contra. Soy una mamá separada con dos hijas y afrontando esto, mi situación es difícil.
SEMANA: Fuentes consultadas han señalado que, presuntamente, la fiscal Luz Adriana Camargo estaría buscando proteger al magistrado Vladimir Fernández, de la Corte Constitucional, una de las personas salpicadas por usted en su matriz de colaboración, como lo constatan las pruebas publicadas por SEMANA. Fernández, a su vez, habría sido clave en la elección de Luz Adriana Camargo como fiscal…
S.O.: Siento que ella sí quiere proteger a alguien. Y sí, se filtraron las pruebas. Ustedes las publicaron, son muy contundentes, es un material probatorio importante. Quiero que le digan al país si mi abogado o si yo, Sandra Ortiz, le filtramos esas pruebas a SEMANA.

SEMANA: Como es deber de los periodistas, SEMANA se reserva el derecho de la fuente, es una protección constitucional. Le quiero insistir en esa posible protección de la fiscal Camargo al magistrado Vladimir Fernández. ¿No quieren que usted avance en ese proceso en contra de él? ¿Por qué la Fiscalía estaría interesada en proteger a Fernández?
S.O.: Hay una matriz de colaboración, y se la vamos a entregar a la sala de instrucción, a la Comisión de Acusaciones (que por competencia investiga al magistrado Fernández), al Consejo de Estado, a quien quiera. Lo que se filtró es una parte de la información que construimos junto con la Fiscalía.
SEMANA: En la época en que Vladimir Fernández era secretario jurídico del Gobierno de Gustavo Petro, usted era la consejera presidencial para las regiones y se dio la elección de la fiscal Camargo, sobre la cual usted hoy no tiene confianza. ¿Fernández ayudó en la elección de Camargo?
S.O.: Debo blindar mi proceso y la colaboración que queremos darle al país y a la Justicia. Sí, tengo información, claro que la tengo, pero lo diré en su momento.
SEMANA: ¿Tiene información de que Fernández ayudó en la elección de la fiscal Camargo, ante la Corte Suprema de Justicia?
S.O.: Este es el momento de hacerle claridad a la Fiscalía de que siempre quisimos trabajar en equipo y lo demostramos con hechos. Me sorprende ahora esa actitud de los fiscales, vi a la fiscal María Cristina Patiño muy nerviosa; yo digo: algo está pasando. Ellos no fueron los fiscales con los que yo estuve trabajando una semana. Los desconozco totalmente.
SEMANA: ¿Usted también ayudó e hizo lobby para la elección de la fiscal Camargo? ¿En el Gobierno Petro le pidieron realizar algún tipo de gestión a favor de ella ante los magistrados de la Corte Suprema de Justicia?
S.O.: No puedo hablar, y más con la presencia del Inpec en el desarrollo de esta entrevista. Hay una orden de una jueza que me advierte que no puedo hablar nada que tenga que ver con el proceso.
SEMANA: ¿Qué puede haber detrás?
S.O.: Un interés de la fiscal general, no son ellos (los fiscales).
SEMANA: ¿Y cuál sería ese interés de la fiscal Camargo?
S.O.: Eso es lo que quiero saber. Incluso le pedí a la fiscal María Cristina Patiño que, cuando hablara con la señora fiscal, me abriera un espacio para hablar con ella directamente. Hasta hoy, no me ha querido abrir un espacio en su oficina; quiero hablar con ella en su despacho.

SEMANA: Pero usted siembra una duda sobre la fiscal Camargo y dice que puede tener un interés. ¿Cuál es?
S.O.: Sí, lo tiene, porque parece que sí quiere proteger a alguien. Entonces, esta justicia se vuelve selectiva, para unos sí y para otros no.
SEMANA: Cuando señala que la fiscal Camargo quiere proteger a alguien, ¿a quién se refiere?
S.O.: En las matrices está toda la información…
SEMANA: ¿Usted está presionando a la Fiscalía?
S.O.: Una mujer como yo, mamá de dos hijas, encerrada en cuatro paredes, ¿cómo puedo chantajear a la fiscal o a la Fiscalía? Es decir, a una entidad tan poderosa…
SEMANA: A raíz de su petición para tener un fiscal ad hoc, se tendrá que evidenciar que la fiscal Camargo está impedida para conocer su caso…
S.O.: Sí, claro, cuando la Corte vea las pruebas, ellos van a entender que sí hubo intereses.
SEMANA: Todo suena sospechoso, ¿no?
S.O.: Demasiado sospechoso. ¿Qué quieren ocultar o a quién quieren proteger? Eso es lo que a mí me preocupa realmente.
SEMANA: ¿A usted la quieren callar?
S.O.: Sí, siento que me quieren callar.
SEMANA: ¿Quién y por qué?
S.O.: Creo que la Fiscalía tiene algún interés y hay mucha gente poderosa afuera que me quiere callar, con mucho dinero, que permean todo, permean la Justicia, están en todas partes.
SEMANA: Pero usted no se va a callar…
S.O.: No me voy a callar. Le prometí a Dios que no iba a callar y él fue el que me dio las fuerzas para salir adelante y poder contar la verdad. La verdad la va a saber el país, se lo prometí a Dios y lo voy a cumplir.
SEMANA: En esa verdad, en esa trama de corrupción de la UNGRD, ¿usted qué reconoce que hizo?
S.O.: A mí me señalan de ser mensajera, transportadora, razonera, como me quieran llamar. Hay un proceso que está ahí. Quiero insistir en la protección para mis hijas. Hoy le quiero decir al señor presidente Gustavo Petro: yo lo escucho siempre en sus consejos de ministros, yo estuve ahí, cerca de usted, usted siempre ha luchado por los derechos humanos de todas las personas en Colombia, es una persona que se la ha jugado por la gente y le pido que proteja a mis hijas.
SEMANA: ¿Sus hijas no tienen esquema de seguridad?
S.O.: Están sin protección. Cuando le entregamos la matriz de colaboración a la Fiscalía, cuando empezó el proceso, se hizo un compromiso de que mis hijas iban a tener protección desde el primer día. Ha pasado mes y medio y nada. Yo le digo a la Fiscalía que cumpla con su palabra, porque hasta hoy he cumplido con todo.
SEMANA: ¿Qué les pide a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia?
S.O.: Que me escuchen. Les vamos a entregar la matriz de colaboración, ellos tienen un equipo y pueden corroborar todo. Confío en los magistrados de la sala de instrucción. Hay que enviar un mensaje y es que en este país sí se hace justicia. Les pido a los magistrados que revisen esas pruebas. A mí me deben juzgar por lo que cometí, no con esa imputación tan inflada que presentó la Fiscalía, no me parece justo. Soy la única en este escándalo que está imputada por el delito de lavado de activos. Quiero ver qué está pasando con las otras personas mencionadas: ¿dónde están esos ministros, esos altos funcionarios? Señora fiscal Luz Adriana Camargo: si usted es una persona transparente y justa, que sea para todos, como se dice, con el mismo rasero, llámelos a todos e impútelos con medida de aseguramiento y con lavado de activos, a todos. Ella sabe que ese lavado de activos no existe, y esa ha sido mi pelea, me he sentido indignada. ¿Cómo me van a dar un trato de esa forma, con lavado de activos, cuando no se lo imputan a ninguno? La propia Fiscalía ha dicho que los dineros son lícitos.

SEMANA: En las pruebas publicadas en exclusiva por SEMANA, se constata que usted ayudó a la elección del magistrado Vladimir Fernández, en la Corte Constitucional. Además, hubo un desayuno con Iván Name, a quien usted le habría entregado 3.000 millones de pesos a través del hijo del congresista, llamado Yuyis, para agilizar la elección de Fernández, según su propia confesión en la Fiscalía. ¿Usted está dispuesta a ampliar esta información ante la Corte Suprema de Justicia?
S.O.: Toda la información que me pidan los magistrados se la voy a dar. Olmedo López y Sneyder Pinilla saben que estoy diciendo la verdad, ellos saben que nunca participé en absolutamente nada, ni fui ni ordenadora del gasto, nunca fui a pedir un favor de absolutamente nada, no tengo nada que ver con la UNGRD. Así se lo dije al presidente. Ningún ministro puede decir que le pedí un favor para un tema mío. Jamás.
SEMANA: Pero las pruebas aportadas a la Fiscalía, y según lo afirmado en el búnker, usted sí actuó como intermediaria y mensajera, presuntamente, para entregarle 3.000 millones de pesos al entonces presidente del Senado Iván Name y que él programara de inmediato la plenaria para elegir a Vladimir Fernández como magistrado de la Corte Constitucional. ¿Usted va a ampliar esa información?
S.O.: Voy a ampliar toda la información que se necesite. Me hago responsable de lo que hice, de los errores que haya cometido. Hoy, un sector del Gobierno que ha sido corrupto, que ha hecho una cantidad de cosas, quiere lavarse en mí; eso está como en la época en Roma, en el circo romano. Dicen: “Ah, no, perfecto, Sandra nos cayó de papayazo, es chivo expiatorio”. Yo no me he robado un peso. Entonces, me quieren sacrificar para calmar todos los escándalos de este Gobierno y decirle al pueblo: “Miren, aquí hay sangre, aquí está ella”. No, qué pena, voy a hablar con la verdad y la verdad me va a salvar. Voy a contarle al país qué es lo que está pasando con este Gobierno.
SEMANA: ¿Los magistrados de la Corte Suprema de Justicia se darán cuenta, entonces, de que lo que dice la fiscal Camargo sobre sus pruebas no es verdad?
S.O.: Exacto, no es verdad. La fiscal María Cristina Patiño usa la palabra “deleznable”, es decir, está diciendo que mi información es despreciable. A mí me dejó impactada que ella haya dicho eso, cuando todo lo construimos en equipo.
SEMANA: ¿Qué pasa ahí entonces?
S.O.: No entiendo…
SEMANA: ¿A quién quieren proteger?
S.O.: Esa es una decisión de la fiscal general de la nación, y yo creo saberlo. Ella es la que no quiere, porque siento que el equipo de la Fiscalía fue muy juicioso. Hay un excelente equipo de investigadores.
SEMANA: O sea, ¿usted cree que el problema es de la fiscal general y no de su equipo de investigadores?
S.O.: El equipo de investigadores sabe que entregamos un material contundente, que lo trabajamos con ellos.
SEMANA: ¿La fiscal Camargo quiere proteger al Gobierno Petro?
S.O.: No es que quiera proteger al Gobierno Petro, es que no quiere que el país conozca la verdad. Estoy peleando con gente muy poderosa, este es el escándalo más grande que se ha tenido en el país recientemente. Hoy se están imputando delitos inflados, mire la imputación. Soy la mensajera, señora fiscal.
SEMANA: ¿Qué tipo de garantías le pide a ese fiscal ad hoc que está reclamando para su caso?
S.O.: Justicia, que revise el proceso, la matriz de colaboración y que no impute delitos que realmente no cometí. Quiero dejar claro que el presidente es una persona justa y no tiene nada que ver con lo que hagan sus funcionarios o lo que hayan hecho.
SEMANA: En el trabajo que se hizo en la Fiscalía con sus pruebas, también se ubicó a los protagonistas en cada uno de los lugares clave en la investigación y que coinciden con su relato de los hechos…
S.O.: Sí, eso es verificable. Es un tema técnico muy riguroso. Eso es imposible de ocultar, de negar, de desmentir.

SEMANA: Usted formó parte de un Gobierno que decía que iba a luchar contra la corrupción, y hoy está aquí sentada en esta entrevista en su lugar de reclusión. ¿Se arrepiente de haber estado en la Casa de Nariño?
S.O.: Uno en la vida no se puede arrepentir de nada. Esta ha sido la experiencia más horrorosa que he vivido. Si quería conocer el infierno, lo conocí. Pero me ha hecho mucho más fuerte entender cómo es realmente la política en este país y ver cosas que uno creía que solo pasarían en Netflix. Las viví y de verdad se parecen a una película de terror. El presidente está muy mal rodeado de gente que solamente tiene intereses personales. Muchas veces lo expresé en los consejos de ministros. Yo decía: acá hay muchas personas que tienen agenda propia y siguen teniendo sus propias agendas, es muy triste lo que está viviendo el país. La izquierda no estaba preparada, y no soy de izquierda. Yo era petrista, pero (la izquierda) no estaba preparada. Todo esto que ha pasado ha sido porque no estaban listos para asumir el poder.
SEMANA: Cuando dice que conoció el infierno, ¿a qué se refiere?
S.O.: A la situación que estoy viviendo. Allá (en el Gobierno) es sálvese el que pueda, no hay equipo, tienen agendas propias, a nadie le interesa ni siquiera el proyecto político, ni lo conocen. O sea, me di cuenta de muchas cosas, no hay interés de nada, sino solamente sobresalir entre algunas personas. Esto tiene que cambiar. Ojalá el próximo presidente o presidenta sea una persona honesta y que esté jugada por el país. Que se rodee bien, porque aquí lo más importante es la gente que está alrededor.
SEMANA: La siento decepcionada con el Gobierno…
S.O.: Pues la verdad sí. Es muy triste porque todos los días hay una noticia que me decepciona más, esa es la verdad. Cada día conozco cosas que no deberían estar pasando, lo que tenemos que hacer es pedirle perdón al país. Y en estos meses que quedan, hacer las cosas bien.
SEMANA: ¿Este Gobierno le tiene que pedir perdón al país?
S.O.: Sí.
SEMANA: ¿Por qué?
S.O.: Por todo lo que ha pasado, por estos escándalos. El presidente lo dijo un día: “Que caiga el que tenga que caer”. Pero en igualdad, no unos sí y a otros los protegen. Eso es lo que a mí me tiene indignada.
SEMANA: Usted, que estuvo ahí y conoció ese infierno, ¿a qué atribuye que se haya desatado este escándalo de corrupción en la UNGRD?
S.O.: Para mí fue sorprendente lo de Olmedo López. Cuando lo conocí en este Gobierno, era un líder social, un empresario, dueño de una de las empresas más grandes de plásticos; él decía que estaba ahí haciendo una labor social. Para mí fue sorpresivo. Le entregué mi vida, mi alma, mi corazón a este Gobierno, porque quería lo mejor para el país, porque estábamos entregados y porque siempre hablaban de ese bien supremo y nunca pasó.
SEMANA: Y lo que pasó fue que terminaron involucrados en un escándalo de corrupción que compromete a congresistas, altos funcionarios del Gobierno y hasta un magistrado de la Corte Constitucional.
S.O.: Esto no viene de ahora, esto es de muchos Gobiernos.
SEMANA.: Pero este Gobierno prometió cambiar todo eso...
S.O.: Sí, eso estuvo mal. Fue de las cosas que yo también a veces critiqué y no, no se hicieron las cosas.