Segunda vuelta para elegir alcalde de Bogotá, a solo un paso en el Congreso

La posibilidad de una segunda vuelta para elegir el alcalde de Bogotá nunca había estado tan cerca de ser un hecho como ahora. La Comisión Primera del Senado le dio luz verde a esta iniciativa, con lo que solo le restaría uno de los ocho debates que debe superar.

De llegar a pasar en plenaria del Senado, cambiarían las reglas de juego en materia electoral. El meollo del asunto es desde cuándo. Tal como va andando el proyecto, la segunda vuelta se estrenaría en 2023. Sin embargo, algunos senadores como Roy Barreras (La U) y Angélica Lozano (Alianza Verde) -a quien no le aceptaron el impedimento-, temen que en el último debate se cambien las condiciones y la segunda vuelta empiece a regir desde las próximas elecciones de octubre. Según uno de los parlamentarios consultados, el Centro Democrático estaría interesado en que así fuera.

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Esto fue lo que hizo que el debate estuviera empantanado por largo tiempo durante la sesión. “Logramos convencer a la mayoría de los senadores de la Comisión Primera, haciendo un compromiso público para que en el evento en que se intente cambiar la vigencia segunda vuelta para el 2019, lo hundimos en la conciliación en Cámara. Eso les dio tranquilidad a los senadores”, aseguró a SEMANA el representante de Cambio Radical José Daniel López, autor del proyecto.

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Públicamente, la senadora Paloma Valencia (Centro Democrático) aseguró que no intentarían tal cambio que afectaría directamente las próximas elecciones locales. De hecho, dijo que a diferencia del expresidente Juan Manuel Santos ella no tiene la costumbre de cambiar las reglas de juego a última hora.

La posibilidad de que la capital del país vaya a las urnas en segunda vuelta para elegir su alcalde se ha puesto sobre la mesa por varios años, pero nunca ha logrado el éxito en el Congreso. El argumento sigue siendo el mismo: lograr que el mandatario que resulte elegido tenga una base electoral sólida al menos con la mitad más uno de los electores.

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Los últimos dos alcaldes –Petro y Peñalosa– ganaron con poco más del 30 por ciento de los votantes (con una participación ciudadana del 50 por ciento significaría solo el 15 por ciento de los bogotanos).

Según el representante López, también habría un ahorro para las finanzas del Estado, debido a que los alcaldes siempre llevan a cuestas el fantasma de una revocatoria, que en caso de aprobarse costaría unos 45.000 millones, es decir, 6.000 millones más que lo que costaría una segunda vuelta. El último peldaño que le falta a esta reforma constitucional se dará en medio de una agenda legislativa muy apretada -restan solo tres semanas para que culminen las sesiones ordinarias- y de un ambiente caldeado.